Crimen organizado

José Luis Moreno estafó pidiendo préstamos ICO para la pandemia

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno decidirá hoy mañana si ingresa en prisión

José Luis Moreno en una imagen de archivo
José Luis Moreno en una imagen de archivoGDGGTRES

Todo comenzó con la denuncia de un banco gallego. Acudió a los tribunales porque una empresa le había solicitado un crédito y luego había «desaparecido», por lo que el crédito quedó sin devolver. El juzgado de Instrucción número 14 de Madrid se puso a investigar y, a poco que rascaron, ya detectaron una presunta estafa de 1,3 millones de euros. Poco después, observan indicios similares en otras tres importantes entidades: ING, Bankinter y Bankia. Solo entre ellos la suma de la presunta estafa subía a los 6 millones de euros y planteaba ramificaciones internacionales, de ahí que el caso pasara a manos de la Audiencia Nacional.

El modus operandi de la organización criminal que lideraba el productor y ventrílocuo José Luis Moreno, dedicada según los investigadores a la estafa continuada y el blanqueo de capitales, actuaba de diferentes formas pero había una muy frecuente. Solicitaban créditos bancarios a las entidades que iban a estafar y, para obtenerlos, contaban con un notario a sueldo de la organización y con empleados bancarios sobornados con suculentas cuantías económicas. Todo para que les dieran el «ok» a ese préstamo. También tiraban del nombre de Moreno para avalar las operaciones dando así apariencia de solvencia.

Empresa desaparecida

Una vez que habían conseguido el dinero, se sacaba fuera a través de ese entramado de 700 sociedades pantalla con sede en paraísos fiscales como Suiza, Malvinas o Panamá. Para cuando el banco que había dado el préstamo comenzaba a detectar los impagos, la empresa a la que se había concedido el préstamo se había declarado en suspensión de pagos o quiebra y había desaparecido: nadie iba a devolver el dinero. Fuentes de la investigación señalan incluso que en los últimos meses la trama había solicitado préstamos ICO que se habían implementado con el objetivo de ayudar a los pequeños empresarios que estuvieran pasando una situación económica complicada a causa de la pandemia provocada por el coronavirus. No tuvo reparos el empresario en aprovecharse de esta situación no solo para su beneficio personal sino para estafar a través de esos fondos del Instituto de Crédito Oficial, ideados para ayudar en esta situación de crisis económica.

Picaron suelo y pared

Los agentes de la UDEF de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Madrid, que están a los manos de la investigación, tendrán que demostrar ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, todos estos delitos. Porque, además de la estafa continuada, acusan a los encartados de organización criminal, blanqueo de capitales y falsedad documental. Precisamente facturas falsas habría encontrado ayer los agentes que durante once horas estuvieron registrando la lujosa y enorme mansión que el productor tiene en la urbanización Monte Encinas de Boadilla del Monte (Madrid).

Obviamente el tiempo empleado en registrar una vivienda de tales dimensiones se multiplica a si fuera un piso normal pero es que además la inspección fue tan minuciosa que acudieron los agentes del GOIT, que «picaron» paredes y suelos en busca de posibles escondrijos donde habría guardado dinero en efectivo. También llevaron a los perros especializados en detectarlo y después se trasladaron a la sede de su productora Kulteperalia, en Moraleja de Enmedio. También estuvo presente Moreno en el registro de la sede de otra de sus empresas, en la calle Serrano.

Primera noche en calabozos

Finalmente el empresario llegó a las dependencias policiales de Moratalaz sobre la 1:30 horas de la madrugada de ayer y pasó su primera noche en calabozos junto al resto de detenidos, muy alejado de los lujos a los que lleva tantos años acostumbrado. Está previsto que a lo largo de la mañana del jueves pase a disposición del juez Ismael Moreno, que decidirá si le ingresa en prisión provisional. La gravedad de los delitos investigados podría empujar a que así sea y el empresario de 74 años duerma esta noche en la cárcel.