Juan Carlos I

La investigación de las cuentas del Rey emérito: el otro ‘España-Suiza’

El fiscal de Ginebra que investiga las cuentas de Juan Carlos I prevé mantener una reunión secreta con el teniente del Tribunal Supremo

El rey Juan Carlos (i) camina de la mano con Salman bin Abdulaziz al Saud (d)
El rey Juan Carlos (i) camina de la mano con Salman bin Abdulaziz al Saud (d)Sergio Barrenechea

Mañana viernes la Selección Española de fútbol se enfrentará al conjunto de Suiza en los cuartos de final de la Eurocopa en busca de llegar a la semifinal. Y de forma paralela los representantes del Ministerio Público mantendrán, de forma secreta, un encuentro, a todas luces más relevante, que afectará al anterior jefe del Estado español: Don Juan Carlos I. En concreto, el fiscal del Cantón de Ginebra Yves Bertossa tiene fijada una cita en España con el equipo de fiscales liderado por el teniente del Tribunal Supremo, Juan Ignacio Campos Campos, para intercambiar información sobre las cuentas del Rey emérito.

Bertossa abrió el 6 de agosto de 2018 una investigación por blanqueo de capitales contra los fiduciarios de Don Juan Carlos I Dante Canonica y Arturo Fasana, pero también contra el banco Mirabaud & CIE SA y Corinna Sayn-Wittgenstein, por ocultar las presuntas comisiones percibidas ilícitamente bajo la identidad de testaferros.

Sin embargo, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón y los fiscales de Anticorrupción Miguel Serrano e Ignacio Stampa se adelantaron al Ministerio Fiscal de la Confederación Helvética, pues el 16 de julio de ese mismo año ya habían abierto la Pieza 5 del “caso Tándem”, denominada “Carol”, tras recibir un oficio de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, en el que se incluían las grabaciones de Villarejo con la examiga íntima del monarca, Corinna Sayn-Wittgenstein.

“Parcialmente coincidentes”

Precisamente, en un escrito de 30 septiembre 2019 ambos fiscales de Anticorrupción ya apuntaban a la preeminencia de la investigación que se había iniciado con anterioridad en España, sobre la realizada en la Confederación Helvética: “Los hechos investigados en Suiza, tal y como vienen expuestos en los antecedentes de la Comisión Rogatoria emitida por el fiscal del Cantón de Ginebra, son parcialmente coincidentes con los hechos investigados en España en las Diligencias de Investigación número 38/2018 de la Fiscalía Anticorrupción”, especifica el documento, al que ha tenido acceso LA RAZÓN.

Además, el Ministerio Fiscal recordaba en el escrito que el dueño de las cuentas, en este caso Don Juan Carlos, era español, por lo que debería ser investigado en España, concretamente en el Tribunal Supremo: “Es necesario tener presente que la jurisdicción española también resulta competente para la persecución del delito de corrupción de agentes públicos extranjeros, en el concreto caso que se persigue en Suiza, en función de los antecedentes”, completó en 2019 la Fiscalía en un escrito, en el que decían que para determinar la jurisdicción para investigar las cuentas la OCDE da preeminencia al principio de territorialidad. Es decir, dónde se ha cometido el delito. Sin embargo, en los casos complejos se pide a los Estados que acuerden quien es el competente. En segundo término el criterio para decidir quien investigará los hechos es la nacionalidad del presunto evasor.

Y por eso el magistrado recordó en un auto, en el que accedía a entregar al fiscal Yves Bertossa información sobre los hechos, que “el mismo delito de cohecho internacional por el que se ha iniciado un procedimiento penal en Suiza, está siendo actualmente investigado en España”.

Delito de corrupción

Tras archivarse meses después las pesquisas sobre el emérito, la Fiscalía Anticorrupción acordó mediante un decreto de 13 de diciembre de 2018 la incoación de unas nuevas Diligencias de Investigación, para investigar “unos hechos presuntamente constitutivos de un delito de corrupción en las transacciones económicas internacionales”, que también investigaba el Ministerio Público helvético.

Esta nueva visita de Bertossa, adelantada por “El País”, y que será la segunda a España por esta causa, fue comunicada a los investigados en Suiza, ya que la ley de este país obliga a los fiscales a comunicar a las partes de un proceso cualquier desplazamiento relacionado con sus pesquisas.

Además, el pasado 14 de mayo Bertossa remitió a la Fiscalía del Tribunal Supremo los movimientos de las cuentas de la Fundación Zagatka de Álvaro de Orleans, primo lejano del Rey emérito, en dos bancos suizos. El equipo de fiscales liderado por Juan Ignacio Campos pretende comprobar que las cuentas de Zagatka coinciden con la última regularización fiscal de Juan Carlos I en la que pagó 4.395.901 euros para tratar de regularizar su situación con Hacienda, y evitar ser acusado de un delito fiscal agravado.

Una cuenta en Andorra

En este sentido, una información reciente de “El Confidencialapuntaba que la investigación en Suiza había aflorado una cuenta en Andorra vinculada a la estructura financiera de Don Juan Carlos I. Este hallazgo, según el diario digital, “cuestiona sus dos regularizaciones fiscales”.

Por su parte, el diario “El País” también informó de que el organismo regulador y supervisor del mercado financiero de­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ Suiza, ha abierto un expediente para determinar si Mirabaud & Cie cumplió los protocolos y la debida diligencia en la apertura de la cuenta de Don Juan Carlos I en la que se depositaron los 100 millones de dólares (64,8 millones de euros) que recibió el Rey emérito, en agosto del 2008, de Arabia Saudí.

El fiscal que no renuncia a perseguir a Don Juan Carlos I

El fiscal de Ginebra Yves Bertossa, hijo de un histórico representante del Ministerio Público de Suiza, decidió abrir una causa tras oír en julio de 2018 las grabaciones del comisario Villarejo en las que Corinna Sayn-Wittgenstein aseguraba que Don Juan Carlos I había recurrido a testaferros para ocultar su fortuna en Suiza. Y acto seguido llevó a cabo varios registros en la sede de la sociedad Rhone Gestión, perteneciente al supuesto testaferro Arturo Fasana, y en la sede del banco Mirabaud y CIE. Desde entonces Bertossa, que en privado ha dejado entrever su intención de interrogar al emérito, no ha renunciado a investigar los fondos del exjefe de Estado español, al igual que hizo con miembros de las dictaduras de Guinea Ecuatorial y de Libia.
Sin embargo, tal y como adelantó la prensa suiza, Bertossa ha dado un volantazo a sus pesquisas y, tras abandonar la tesis de que los 100 millones de dólares que recibió el emérito eran una compensación por sus gestiones en el contrato del AVE, trata ahora de averiguar si el pago de ese dinero podría considerarse “una gestión injusta de los intereses públicos” del Gobierno de Arabia Saudí.