Desafío
España envía a Mali su helicóptero más moderno equipado con ametralladoras y preparado para el desierto
Tres helicópteros de transporte NH90 y contingente de 62 militares de las Fuerzas Aeromóviles (Famet) ya está desplegado en la capital del país africano
Los helicópteros NH90 salen de casa por primera vez y lo hacen a Mali, un territorio complicado, con condiciones climáticas adversas, sin una red de antenas que permita las comunicaciones y con alto riesgo de emboscadas. No son cualquier NH90, son los más avanzados que tiene España, el llamado estándar 2, que aparte de los equipos de su predecesor, incorpora, entre otras mejoras, comunicaciones por satélite o cámara con visión infrarroja. También cuentan con afustes para instalar ametralladoras, utilizadas principalmente para la autoprotección, y, en esta misión, sus palas y motores estarán especialmente protegidos con equipos que evitan el desgaste por el peligroso polvo del desierto.
El Ejército de Tierra afronta uno de los grandes desafíos en operaciones de los últimos años. Tres helicópteros NH90 y un contingente de 62 militares de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército (Famet) serán responsables del transporte de los efectivos de la misión de entrenamiento de la Unión Europea en Mali. El objetivo principal es evitar los largos desplazamientos por las destartaladas carreteras del país y reducir de paso el riesgo de ataques. Tanto las aeronaves como el personal encargado de las operaciones y el mantenimiento ya están desplegados en la que será su base de operaciones durante los próximos seis meses, el aeropuerto de Bamako, capital del país africano.
Se trata de la primera vez que helicópteros militares participan en esta operación europea en el corazón del Sahel, puesta en marcha hace ya ocho años, y también es el primer despliegue en el exterior para los helicópteros NH90 españoles. En esta misión, las Fuerzas Aeromóviles han enviado el conocido como estándar 2, la versión más avanzada de esta aeronave, fabricada por el consorcio europeo NHIndustries (liderado por Airbus Helicopters). Dos de los tres helicópteros desplegados pertenecen a esta versión que está dotada de notables mejoras, sobre todo en los equipos, respecto al estándar 1.
El comandante Miguel Ángel Rodríguez Macías, jefe de la unidad de helicópteros española, conocida como Maspuhel (Mali Spanish Unit Helicopter), explica que el estándar 2 dispone un equipo de radio más, con protección anti interferencias, y comunicaciones por satélite Iridium, algo fundamental en escenarios como Mali en los que no existe una red de antenas fijas en tierra y las distancias son enormes. Además, cuenta un cámara Wescam, instalada en el morro del helicóptero, que aporta capacidad de reconocimiento del terreno a través su sensor electróptico con visión infrarroja.
A estos equipos hay que sumar otros que también incorpora el estándar 1 como el radar meteorológico que detecta frentes de lluvia o tormentas, sistema de autoprotección, comunicaciones aeroterrestres y la posibilidad de instalar tanto la ametralladora pesada M3M de 12,7 mm como la ametralladora MAG58 de 7,62 mm.
Un escenario muy exigente
Los helicópteros actuarán en un escenario muy exigente, inhóspito e inmenso, con duras condiciones meteorológicas, sin apenas infraestructuras de apoyo. Mali es un país dos veces el tamaño de España, bañado por el río Níger, con extensas estepas y sabanas polvorientas en el este y sur del país, y con el desierto del Sáhara como protagonista en el centro y norte. La unidad española iniciará las operaciones en pleno verano, una estación que coincide con la temporada de lluvias torrenciales, y actuará bajo un calor húmedo y sofocante -las temperaturas en esta época pueden alcanzar a los 38 grados-, aunque el calor de verdad llegará en otoño cuando se retirarán las nubes y el termómetro superará fácilmente los 40 grados.
El polvo será precisamente el principal enemigo de los helicópteros. Por eso, el Ejército de Tierra instalará en las próximas semanas en las tres aeronaves unos equipos de protección que reducirán el desgaste que experimentan las palas del rotor principal y en la turbina, sistemas vitales del helicóptero, en ambientes con una gran cantidad de partículas en suspensión. “En los motores vamos a instalar filtros y en las palas del rotor vamos a poner protectores que retrasarán el desgaste que sufren estos elementos en zonas de este tipo y prolongar así su vida”, explica el comandante.
Transporte de personal
La misión principal de los helicópteros NH90 será el transporte del personal de EUTM Mali responsable del entrenamiento de las Fuerzas Armadas malienses, aunque también podrán llevar a cabo el traslado de mercancías e incluso estarán preparados para auxiliar a personal herido durante un ataque a un convoy.
El empleo de estas aeronaves reducirá sensiblemente los tiempos de despliegues y los riesgos. Ahora mismo, los desplazamientos a las bases de entrenamiento se realizan por carreteras y caminos no preparados y en escenarios además con riesgos de ataques y atentados con artefactos explosivos improvisados (IED). En este contexto, los trayectos duran hasta dos y tres días. A partir de ahora, con los NH90, los traslados se reducirán a unas apenas unas horas, la seguridad aumentará y, además, como destaca el jefe de la unidad, el personal llegará a su destino con una menor fatiga y listo para trabajar.
Despliegue del contingente
Los helicópteros llegaron al aeropuerto de Bamako entre el 26 y el 29 de junio a bordo de aviones Antonov AN-124 en tres vuelos desde la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). Por su parte, el contingente, formado por 62 efectivos, está desplegado desde el pasado 21 de junio. La unidad está inmersa en estos momentos en los vuelos de mantenimiento de los NH90, previos al inicio de las operaciones. En esta nueva misión del Ejército, los relevos tendrán en un principio una duración de seis meses.
Entrando en el detalle, la unidad está compuesta por seis pilotos, seis tiradores y 18 personas dedicadas al apoyo logístico, en los que están incluidos mecánicos, responsables de la aviónica y equipos de comunicaciones. Además, incluye personal y medios para el suministro de combustible a las aeronaves y equipos contraincendios. Todo el contingente está coordinado por un puesto de mando con personal de operaciones y logística para el planeamiento de las operaciones. La idea es que siempre estén operativos dos helicópteros, destaca el jefe de la unidad.
Los preparativos para el despliegue comenzaron hace ocho meses, en noviembre de 2020. El comandante García señala que, en una primera fase, hasta febrero de este año, el personal se adiestró en las tareas propias de su puesto, y entre los meses de febrero y mayo, se llevó a cabo una segunda fase en la que todo el contingente participó en ejercicios orientados a la adaptación del entorno y a las posibles amenazas con misiones de entrenamiento en vuelo en condiciones los más parecidas posibles a las que la unidad se va a encontrar en Mali.
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