Crisis diplomática
El presidente de Ceuta pide al Gobierno una mejora de las relaciones con Marruecos
Propone una “zona de prosperidad económica compartida a ambos lados de la frontera”
El presidente de Ceuta, Juan Vivas, va a proponer la aprobación de un plan destinado a que el Gobierno realice “las actuaciones diplomáticas que estime adecuadas para revertir la estrategia de Marruecos, iniciada en 2018, dirigida a desvincular económicamente a las dos ciudades (Ceuta y Melilla) de su entorno”.
“De modo que, partiendo del reconocimiento de la incuestionable soberanía española sobre Ceuta y Melilla, se establezca un marco de relaciones de buena vecindad con dicho país (Marruecos) que tenga un doble objetivo: La creación de una zona de prosperidad económica compartida a ambos lados de la frontera, basada en la cooperación y la complementariedad; y la agilidad en el tránsito transfronterizo de personas por razones familiares, laborales o de turismo”.
Según informa “El Faro de Ceuta”, la reciente crisis con Marruecos, que derivó en la entrada de miles de personas por los espigones, ha acelerado un plan que hunde sus raíces en el cúmulo de decisiones adoptadas por el vecino país que han tenido su incidencia directa en nuestra ciudad. Desde 2018, el vecino país ha ido tomando decisiones que tienen como finalidad limitar los intercambios comerciales entre Ceuta y Melilla y su entorno “pretendiendo con ello la desconexión económica de las dos ciudades con dicho entorno. Estas medidas incluyen el cierre de la Aduana Comercial de Melilla, en julio de 2018, y en el caso de Ceuta, el fin de porteo y pequeño tráfico de mercancías, en régimen de viajeros, desde octubre de 2019”.
“Al margen de las expresadas medidas, de manifiesta intencionalidad económica, el pasado 17 de mayo tuvo lugar un gravísimo incidente, sin precedentes, cuando cerca de 12.000 personas, instigadas por las autoridades marroquíes, sortearon en Ceuta la frontera entre Marruecos y España con la evidente pretensión, por parte de Marruecos, de utilizar la inmigración irregular como represalia política contra España, exhibiendo una amenaza cierta sobre la integridad territorial de España y Europa, y queriendo demostrar su capacidad para desestabilizar Ceuta”, explica Vivas.
“Este episodio ha visibilizado la vulnerabilidad y los desafíos que se derivan del hecho singular que supone ser las dos únicas fronteras terrestres de España y la Unión Europea con Marruecos; en todo caso, un episodio que representa un inequívoco punto de inflexión al que, como cuestión de Estado, debe responderse, con una estrategia”, puntualiza.
Los cinco ejes que sustentan esa estrategia, argumenta Vivas, son la seguridad de nuestras fronteras y el control riguroso y efectivo de las mismas por las autoridades españolas y europeas; un mejor afianzamiento institucional de nuestra condición de ciudad integrante de la Unión Europea; la mejora de infraestructuras y servicios, especialmente en las áreas de Vivienda, Seguridad, Defensa, Justicia, Educación, Sanidad y Políticas Sociales; así como la implantación de un modelo económico más sólido y estable, con mayor capacidad para la creación de empleo.
Según mantiene, esta estrategia, que se puede sintetizar en la expresión “más España y más Europa”, que coincide plenamente con la resolución del Parlamento Europeo del pasado 10 de junio y no es en absoluto incompatible, todo lo contrario, con la conveniencia de promover, al mismo tiempo, el establecimiento de un marco de relaciones de buena vecindad con Marruecos.
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