Crimen de Samuel
“Sabían lo que hacían aunque hubieran tomado alguna copa”
La Policía está sorprendida por la extrema violencia y el «ensañamiento» de los principales agresores del joven
Poco, o más bien muy poco, se sabe acerca de las seis personas que el pasado domingo agredieron a Samuel Luiz hasta acabar con su vida en el paseo marítimo de La Coruña. El juez decretó ese mismo día el secreto de sumario y desde entonces apenas se han podido conocer algunos detalles sobre quiénes eran los cuatro agresores mayores de edad y los otros dos menores.
Todo, a raíz de los testimonios de varios de los testigos que observaron la mortal paliza y de las cámaras de vigilancia, tanto de la zona como de algún comercio cercano. El hilo común entre los seis: se conocían entre ellos y todos eran violentos. Uno de los menores, incluso tenía antecedentes penales.
«Sabían lo que hacían aunque hubieran tomado alguna copa, eso está claro». La Policía ha logrado determinar el papel que cada uno de los detenidos jugó en la muerte por apaleamiento de Samuel. No sólo los vídeos, algunos no difundidos, sino el testimonio de algunas personas, han resultado relevantes para el esclarecimiento de los hechos.
El papel de auxilio y el testimonio que prestaron ante la Policía los dos senegaleses que intervinieron en la agresión para defender al joven ha sido determinante, ya que los presuntos autores del homicidio o asesinato (está por determinar judicialmente) no quisieron declarar ante la Policía, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.
Desde que se produjo la primera agresión, los dos senegaleses trataron de evitar que la víctima fuera golpeada y uno de ellos llegó a interponer su cuerpo con el de Samuel, por lo que fue golpeado. Es decir, son testigos presenciales de lo ocurrido y, junto con las grabaciones conocidas y otras que no se han difundido, que muestran el «horror y ensañamiento» que se produjo, han permitido a los agentes de la Brigada de Policía Judicial dar con los supuestos autores y arrestarlos.
Uno de los senegaleses intervino a las 3:00, cuando se produce la primera agresión junto a la playa de Riazor. Es el que ayuda a Samuel a cruzar la calle para que abandone el lugar, pero los agresores les siguen hasta el número 3 de la calle Buenos Aires, donde se produce el apaleamiento y el fatal desenlace.
Personas que han tenido acceso a los vídeos no difundidos del apaleamiento, destacan que la magnitud de lo ocurrido ha sorprendido a los propios investigadores, que no aciertan a entender cómo un hecho casual puede desencadenar ese nivel de violencia. Ha llamado la atención la reacción de los que conocían al primero de los agresores, por haber estado con él en un pub de la zona, y que, sin más, se sumaran el apaleamiento de una persona indefensa.
Por el momento, la juez ha enviado a tres de los adultos a prisión, a los dos menores a un centro de menores y ha dejado en libertad con cargos a la única mujer, la novia del que sería el principal agresor, según sostienen los investigadores policiales, que tampoco descartan nuevas detenciones, ya que se ha llegado a hablar de que en la agresión llegaron a participar hasta una docena de personas, todas, en principio, conocidas entre sí.
A día de hoy se han hecho públicas las imágenes de tres de esos participantes, quizás los más violentos de todos los que agredieron a Samuel. Tres jóvenes de entre 20 y 25 años considerados violentos.
A quien la Policía considera el principal agresor y más violento de todos es un chico identificado como K. Según los investigadores fue quien increpó a Samuel al pensar que le estaba grabando con el móvil, el primero en pegarle y según apuntan también el último. Poco antes había sido expulsado del bar tras haber discutido con su novia, a la que los investigadores identifican como D. Él habría sido quien pidió «refuerzos» para continuar pegando al joven.
La pareja de éste, D., es considerada como la instigadora de la paliza mortal. Primero, ánimo a su novio a golpear a Samuel y, después, al resto de personas que participaron en la agresión que acabó con la vida del joven de 24 años. Es la única de todos a la que la juez ha dejado en libertad con cargos.
El último de los tres identificados, también de nombre K., es un joven de origen brasileño que pegó a Samuel en el primer encuentro y después, cuando cayó al suelo en el segundo inconsciente, le robó el móvil. Su abogado es el primero que tuvo «El Chicle», el asesino de Diana Quer.
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