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Los rastreadores militares constatan el cambio de perfil de los contagiados: jóvenes de 16 a 24 años

1.172 uniformados controlan a ciudadanos con una edad media mucho más baja que en las primeras oleadas y cuyos contactos se centran más en el ámbito social

La ministra de Defensa, Margarita Robles, observa a un rastreador militar en la Base de Torrejón
La ministra de Defensa, Margarita Robles, observa a un rastreador militar en la Base de TorrejónEduardo ParraEuropa Press

Las Fuerzas Armadas cuentan, a día de hoy, con “1.172 rastreadores militares en toda España como consecuencia del repunte”. Así lo ha confirmado esta mañana la ministra de Defensa,Margarita Robles, durante un encuentro con estos uniformados, los cuales le han explicado que ahora contactan con ciudadanos “cuya media de edad es más baja, rondando los 29 años y donde los contactos se centran más en el ámbito social”.

Robles ha visitado esta mañana la Sección de Vigilancia Epidemiológica (SVE) que el Ejército del Aire tiene en la Base Aérea de Torerjón de Ardoz (Madrid), en la que sus efectivos han realizado un total de 75.000 llamadas a ciudadanos positivos y a sus contactos estrechos desde septiembre. Allí ha explicado quexplicado que debido al repunte de la pandemia, las comunidades autónomas, incluida Madrid, han vuelto a solicitar rastreadores militares para controlar la quinta ola del coronavirus, cuyos contagios se están propagando sobre todo entre los jóvenes.

En concreto, en la actualidad es Castilla y León, con 220, la que cuenta con más rastreadores militares, seguida por Andalucía, con 210, y Galicia, con 90. También han vuelto a solicitar la ayuda de los uniformados Castilla La Mancha, Baleares, Valencia y Cantabria. Al igual que en la Comunidad de Madrid, donde la vigilancia se desactivó el 21 de junio y se volvió a activar el pasado jueves con 40 rastreadores militares (20 del Ejército del Aire en Torrejón y otros 20 del Ejército de Tierra en el Mando de Artillería Antiaérea de Fuencarral).

29 años de media

Durante la visita, la teniente psicóloga Quevedo ha explicado a la ministra cómo ha cambiado el perfil de las personas rastreadas ahora, “cuya media de edad ronda los 29 años” con contactos principalmente en “el ámbito social”. En las primeras oleadas, los rastreados eran de mayor edad y, por tanto, los contactos eran más reducidos, porque eran en el ámbito estrictamente familiar. Ahora son fundamentalmente jóvenes de entre 16 y 24 años y su nivel de contactos es mayor, por las reuniones con amigos y los viajes, compartiendo apartamentos.

Al respecto, la ministra Robles ha querido destacar asimismo el “afán de colaborar” de los jóvenes, aunque al principio se sorprenden un poco con la llamada de seguimiento por parte de miembros de las Fuerzas Armadas.

El jefe de esta sección de rastreadores, teniente Oscar García González, también ha querido destacar “la pericia del rastreador y su buena sensación del deber cumplido por todas las muestras de apoyo y cariño recibidas”. De hecho, el jefe de la Base Aérea de Torrejón, general de brigada Pabló Guillén, no ha dudado en apuntar que, “con estos rastreos, hemos evitado decenas de miles de contagios y eso nos hace pensar que se han salvado muchas vidas”.

Esta labor de rastreo por parte de las Fuerzas Armadas es la principal aportación a la “Misión Baluarte” contra el coronavirus, iniciada en septiembre del pasado año 2020. Hasta ahora, los uniformados han efectuado cerca de 4,8 millones de contactos telefónicos en toda España.