Un año después

Zarzuela rechaza la vuelta de Juan Carlos I hasta que no zanje su situación con Hacienda

Don Juan Carlos ha trasladado a sus amigos que quiere viajar este verano a Mallorca o Sanxenxo, pero su abogado ya sabe que no es posible

Felipe VI abraza a su padre en el día que firmó en el Palacio Real la ley orgánica que hizo efectiva su abdicación en 2014
Felipe VI abraza a su padre en el día que firmó en el Palacio Real la ley orgánica que hizo efectiva su abdicación en 2014La Razón

El 3 de agosto del año pasado el rey Juan Carlos cogía un jet privado en Oporto y se trasladaba a Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes. Las noticias que se estaban publicando en la prensa sobre su fortuna en paraísos fiscales y las investigaciones llevadas a cabo en Suiza y por la Hacienda Española le obligaron a interrumpir su estancia en Sanxenxo (Pontevedra), donde participaba en unas regatas, y poner tierra de por medio.

Aparentemente el traslado era solo por un tiempo, como el propio Rey Emérito comunicó a sus amistades durante una cena previa a su partida, pero ni siquiera el propio Don Juan Carlos sabía lo que se avecinaba. Y no lo sabía porque el plan que había negociado con Zarzuela no era ese.

En julio de ese mismo año, durante una reunión del Emérito con Felipe VI y Jaime Alfonsín, Jefe de la Casa del Rey, se tomó la decisión. La idea era que lo mejor para la institución y para su hijo era que Don Juan Carlos se marchara al extranjero. Él aceptó pero puso como condición elegir el lugar. Cuando Don Juan Carlos les comunicó el destino elegido ya no había solución. Tampoco gustó en Moncloa pero la suerte estaba echada.

Pero lo que no sabía Don Juan Carlos es que aquella «temporada» se iba a convertir en más de un año. Y es que cada vez que amagaba con volver –en Navidad, y ahora antes del verano– se filtraban a los medios nuevas regularizaciones fiscales con la Hacienda Española, o unas vacunas administradas a las infantas, o incluso nuevas declaraciones de Corinna Larsen, que insistía por enésima vez en el regalo de los cien millones de dólares que le había hecho Don Juan Carlos. Muchas casualidades en todas estas filtraciones si es que hay alguna en toda esta historia. Pero hay más flecos aun pendientes.

Don Juan Carlos ha reiterado en varias ocasiones que quiere volver a vivir al Palacio de la Zarzuela, «a su casa», pero la decisión de Felipe VI de retirarle su asignación hace inviable –según fuentes cercanas a Zarzuela– que vuelva a ninguno de los palacios de Patrimonio Nacional, ni siquiera en verano.

Y la cuestión definitiva. La decisión de la Agencia Tributaria del pasado 12 de mayo de abrir una investigación para comprobar sus pagos al fisco, echó por tierra definitivamente la decisión de volver este verano a España. ¿Y entonces cuando volverá? Pues según Zarzuela cuando regularice al completo su situación fiscal. Ya han dejado claro a Javier Sánchez-Junco, abogado de Don Juan Carlos, que el regreso sería planteable sólo cuando se produjeran todas las regularizaciones fiscales voluntarias que evitaran que la Fiscalía emprendiera acciones penales en el Supremo. En esta línea se produjo la segunda regularización en febrero de este año, por la que Don Juan Carlos pagó a Hacienda más de cuatro millones por rentas no declaradas durante varios ejercicios que sumaban más de ocho millones. Recordemos que el pasado 9 de diciembre ya había pagado otros 678.393 euros.

El escenario que entonces se produciría sería distinto. Pero en ningún caso se prevé el regreso de Don Juan Carlos a Zarzuela. Se estudian alternativas en el extranjero más cercano –Portugal y Francia– con estancias temporales en España. Zarzuela y Moncloa piden tiempo mientras a Don Juan Carlos se le agota la paciencia –que nunca tuvo– en la mansión de la isla de Nurai, en Abu Dabi. Dice a sus amigos que un día de estos coge un avión y se planta en Mallorca o en Sanxenxo. Genio y figura. Veremos.