Indemnización

La demanda de Corinna: Juan Carlos I la amenazó en 2012, pero después le donó 64,8 millones y le pidió matrimonio

La empresaria germanodanesa reclama a Don Juan Carlos I una indemnización por los costes de su tratamiento médico de salud mental y los gastos que ha tenido para defender su reputación

Corinna declaró por videoconferencia desde Londres en el juicio contra Villarejo, que fue absuelto, por calumnias al ex director del CNI
Corinna declaró por videoconferencia desde Londres en el juicio contra Villarejo, que fue absuelto, por calumnias al ex director del CNIlarazonEFE

La demanda que ha presentado Corinna Larsen contra Don Juan Carlos I ante la Justicia británica sostiene que el Rey emérito le pidió matrimonio un mes antes de la abdicación, que tuvo lugar en junio de 2014, según adelantó el diario digital Vozpópuli. Sin embargo, la empresaria germanodanesa aseguró en una declaración jurada que en abril de 2012, dos años antes, agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), por orden del Rey emérito, allanaron varias de sus propiedades.

En el mismo sentido, en su declaración como testigo durante el juicio celebrado en enero en el Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid contra el comisario jubilado José Manuel Villarejo por calumnias contra el general Félix Sanz Roldán, Larsen declaró que el exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) la amenazó en una reunión que tuvo lugar el 5 mayo de 2012 en un hotel de Londres. En la entrevista, según su versión, le indicó que no podía garantizar su seguridad física ni la de su hijo. También esta operación se habría realizado, según la versión de la exnovia del emérito, bajo las “órdenes” del entonces jefe del Estado español.

Además, el 30 de mayo de 2012, 25 días después de la reunión que la empresaria mantuvo con Sanz Roldán, a quien considera un emisario de Don Juan Carlos I, el propio monarca firmó una orden para transferir el saldo de los 64,8 millones que recibió de Arabia Saudí a una cuenta bancaria de la sociedad Solare Investors Corp, abierta por Larsen en el banco Gonet & Cia, situado en Nassau (Bahamas).

“Una crisis para Yves Bertossa”

“Según los acusados, esta transferencia constituía una donación irrevocable del anterior Rey en favor de su amiga íntima”, indica el fiscal suizo Yves Bertossa, a quien según unos correos electrónicos que le fueron ‘pirateados’ trató de amedrentar: “Debemos crear una crisis absoluta para YB [Yves Bertossa] desde dentro del sistema suizo”, escribió de forma literal la empresaria, según la transcripción de los mensajes del periódico suizo 24Heures, que asegura que Larsen tacha al fiscal de “diabólico”: “Es mi mayor problema, pierde el tiempo de forma deliberada”, completan los correos.

Asimismo, en una de las grabaciones que realizó el ex comisario José Manuel Villarejo la propia examiga del monarca reconoce que en el momento en el que recibió del emérito el dinero que este escondía en la Fundación Lucum procedente de la Monarquía de Arabia Saudí, en realidad desconocía quien le había entregado los fondos que asegura que fueron una donación por el aprecio que le tenía Don Juan Carlos.

En 2012, de repente, vi en un extracto bancario una gran cantidad de dinero. Y le dije [al Rey]: ¿de dónde sale este dinero?. Y él me dijo que de Arabia Saudí”, especifica Larsen, quien ante la pregunta de Villarejo sobre si la persona que le había enviado el dinero era el principal accionista de la constructora OHL, Juan Miguel Villar Mir, asegura: “Yo no sé quién lo puso. Pero lo hizo Canónica”, en referencia al gestor de las cuentas suizas del Rey emérito.

Una indemnización

Por otra parte, Corinna Larsen ha pedido a la justicia londinense que reclame a Don Juan Carlos I una indemnización por los costes de su tratamiento médico de salud mental, por la “instalación de medidas de seguridad personal y servicios diarios de protección” y por la contratación a “exdiplomáticos y exfuncionarios del Gobierno” para que interviniesen con el fin de “poner fin al acoso” que denuncia por parte del rey emérito, según informa Europa Press.

En la demanda presentada en diciembre ante la High Court de Londres, Larsen también ha solicitado ser indemnizada por los gastos a los que dice que tuvo que hacer frente para contratar a su personal de relaciones públicas y comunicación para “mitigar los daños causados” a su reputación en la prensa.

Larsen no ha precisado el monto a requerir al monarca, pero sí ha señalado que espera recibir los intereses correspondientes de conformidad con la ley por el importe y el periodo que el tribunal londinense considere oportuno.

Angustia y ansiedad

En el marco del escrito en el que deja constancia de su petición, ha subrayado que “ha sufrido gran angustia, ansiedad, privaciones de sueño y preocupación por su propia seguridad física y la de sus hijos”. Ha insistido, además, en que “ha sido objeto de una continua amenaza de daño físico, intrusión y vigilancia” por parte del rey emérito.

La empresaria ha acusado al monarca de tratar de “destruir” su reputación y sustento “difundiendo comentarios difamatorios” en los medios de comunicación, lo que -según ha señalado-- le ha causado “angustia emocional y psicológica y depresión” y le ha llegado a perder “varios amigos personales cercanos y socios comerciales”.

Según ha remarcado, la actuación que atribuye al rey emérito le ha generado “pérdidas y daños económicos” por el gasto que ha tenido que asumir para el “tratamiento médico por su ansiedad y angustia”, así como por los pagos relativos a los servicios de seguridad contratados para ella, sus hijos y sus residencias en Londres y Shropshire; de ahí que ahora reclame una indemnización al monarca.

Daño en su reputación

Se le ha pedido que contrate abogados, asesores de relaciones públicas y medios para mitigar el daño de su reputación, y expertos diplomáticos para acercarse al Gobierno español y su embajada en Londres y a los servicios de inteligencia de Reino Unido”, ha remarcado en el escrito.

Larsen ha pedido la compensación económica en el marco de la demanda --adelantada por el Financial Times-- en la que solicita que el rey emérito no se pueda acercar a 150 metros de ninguna de sus residencias.

La empresaria alemana ha denunciado que el CNI, su entonces titular Félix Sanz Roldán, o las personas que trabajan en su nombre o en el de Don Juan Carlos I, la pusieron tanto a ella como a personas de su entorno “bajo vigilancia física que incluía vehículos y personal vigilancia, invadir su propiedad en la que residía y espiar en sus teléfonos y ordenadores”.

Sanz Roldán negó las amenazas

Según ha reiterado, fue amenazada por el Rey emérito, quien supuestamente le dijo que las consecuencias para ella ‘no serían buenas’ si no hacía lo que se le dijese.

En el marco del juicio celebrado en enero en el Juzgado de lo Penal Número 8 de Madrid contra el ex agente de la Policía José Manuel Villarejo por presuntos delitos de calumnias y denuncia falsa, Sanz Roldán negó de forma taxativa que amenazara a Larsen y a su hijo, si bien rechazó dar cuenta del contenido de dicho encuentro o de si éste tenía como objeto la defensa de la Seguridad del Estado amparándose en la ley.

Según Financial Times, la semana pasada la defensa de Juan Carlos I aún no había respondido a la reclamación, aunque aún debe dirimirse si la justicia inglesa es competente para investigar a un ex jefe del Estado de otra nación que no vive en el Reino Unido.