Moncloa y Rabat sellan la crisis

Las relaciones entre España y Marruecos inauguran un nuevo tiempo después de que el rey de Marruecos, Mohamed VI, hablara el viernes por primera vez sobre la mayor crisis reciente con España, tres meses después de la entrada de 10.000 marroquíes en Ceuta a raíz de la decisión del Ejecutivo de acoger al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en un hospital público de Logroño para tratarse de la covid-19.

Mohamed VI abogó por «inaugurar una etapa inédita en las relaciones entre ambos países». Ayer, coincidiendo con su primera aparición pública desde que estalló la crisis en Afganistán, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cogió el guante y señaló que las palabras del monarca alauita son «una gran oportunidad» para «redefinir las relaciones y los pilares sobre las que sustentan» entre países «aliados y hermanos». Tras «reconocer y agradecer» las palabras del monarca marroquí, Sánchez destacó que de «todas las crisis surgen también oportunidades y ésta es un gran oportunidad para redefinir las relaciones y los pilares sobre las que se sustentan».

Tras tres meses de tensiones entre ambos países, parece que regresa la normalidad a las relaciones bilaterales en un momento especialmente crítico por la situación en Kabul y por las repatriaciones de menores desde Ceuta. Precisamente, sobre este asunto, Sánchez dijo que desde el Gobierno estarán «atentos» y «daremos respuesta a cualquiera de los requerimientos que nos planteen los tribunales» partiendo de que ahora el Ejecutivo tiene que afrontar, conjuntamente con Marruecos y Ceuta, «una doble dimensión de esta crisis» con «los más de mil menores en Ceuta y el complejo equilibrio de convivencia en esta ciudad autónoma».

Con todo, quiso dejar claro que desde la «llegada masiva» del pasado mayo, «lo que hemos hecho en todo momento es atender a los menores» en colaboración con Ceuta, ONG y Marruecos.

Pese a este deshielo, todavía está pendiente un viaje oficial de Sánchez al país vecino, ya que la última cumbre entre Pedro Sánchez y el rey de Marruecos tuvo lugar en 2018. De hecho, durante estos dos años y medio, la oposición le ha reprochado un mejor trato con el país vecino y aliado en asuntos importantes como inmigración y terrorismo.