Afganistán

«Nadie quedó atrás»: los últimos de Kabul están aquí

España busca una vía «discreta» para «seguir sacando» a colaboradores afganos

En solo unas horas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tuvo ayer dos gestos que contrastan con la política de silencio de los últimos días y que nada tiene que ver con la forma de actuar de otros líderes europeos, que han comparecido en sus parlamentos o ante la opinión pública desde el minuto uno. Por la mañana, salió a dar cuenta de las novedades sobre el rescate en Afganistán y, por la tarde, se desplazó a la base aérea de Torrejón de Ardoz para recibir a los últimos evacuados, entre los que se encontraban el embajador, Gabriel Ferrán, y otros tres diplomáticos, 20 miembros de la Policía Nacional, 82 militares españoles y otros cuatro portugueses.

El vuelo final del operativo español procedente de Afganistán, que entre sus 195 pasajeros llevaba a los últimos 85 afganos50 del contingente de la OTAN, 19 del portugués y 16 del español– evacuados por nuestro país, aterrizó pasadas las 19:20 horas en la base área madrileña.

A pie de pista les recibió el presidente y los ministros de Asuntos Exteriores, Defensa e Interior, José Manuel Albares, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska, que junto al titular de Inclusión, José Luis Escrivá, han estado encargados del dispositivo que se cerró ayer.

El operativo con base en Torrejón ha logrado a través de 17 vuelos, 11 fletados por España, la salida de 2.206 refugiados afganos, incluidos los que ayer fueron recibidos por Sánchez.

El embajador en Kabul, Gabriel Ferrán, con militares españoles ayer en Torrejón
El embajador en Kabul, Gabriel Ferrán, con militares españoles ayer en TorrejónMariscalEFE

«Nadie va a quedar atrás», había dicho el ministro Albares, y esa promesa se cumplió ayer en parte, pero tras la salida de Kabul España afronta con discreción una segunda fase, junto a otros países, para rescatar a quienes puedan seguir en peligro. Nada se sabe por ahora sobre cómo se llevará a cabo esta tarea de ímprobas dificultades, pero el presidente del Gobierno, a la vez que ayer dio la misión por «cumplida», aseguró que trabajarán «de manera discreta» para «seguir sacando» a los colaboradores afganos que no han podido salir del país.

Esto significa que ya se trabaja en una segunda fase en colaboración con otros Estados socios, en la que será difícil contar con el aeropuerto de Kabul, según fuentes del Ejecutivo. Además, no se va a reconocer al Gobierno talibán, pero sí pueden establecerse contactos puntuales por motivos humanitarios para determinadas evacuaciones.

Ayer también llegaron a Rota los dos primeros vuelos con colaboradores afganos –más de 800 hombres, mujeres y niños– a cargo de Estados Unidos, que ha replicado allí y en Morón la «miniciudad» de Torrejón. El campamento provisional madrileño seguirá funcionando durante una semana hasta la que se reubique a los afganos en centros de acogida del Estado o en otros países. El Rey Felipe VI lo visitará hoy junto a Pedro Sánchez.