Bloqueo
Sánchez acusa a Casado de “insumisión constitucional” y le “exige” renovar el CGPJ
El presidente anuncia en diferido un plan para amortiguar el impacto del precio de la luz en los hogares
Pedro Sánchez ha abierto el curso político, una semana después de su puesta de largo en Casa de América, ante las huestes socialistas. En una intervención en la interparlamentaria del Grupo Socialista, el presidente del Gobierno ha vuelto a “exigir” a Pablo Casado que “cumpla con su responsabilidad” tras más de 1.000 días de bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El jefe del Ejecutivo ha colocado al líder del principal partido de la oposición en la “insumisión constitucional” porque su actitud “representa todo menos un mínimo grado de sentido de Estado”. Sánchez ha ironizado, a su vez, con que “la Constitución y las leyes son eso que tenemos que cumplir todos los demás, salvo cuando ellos están en la oposición”.
El líder socialista ha criticado que la oposición que tiene enfrente el Gobierno sea “la más furibunda de Europa y carente de un mínimo sentido de Estado y situada fuera de la Constitución”. Una situación que supone un grave deterioro institucional y que afecta “en el día a día de los ciudadanos”. “Es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestra democracia”, ha señalado el presidente, ante aquel sector de la población que pueda percibir este enfrentamiento como un “juego de tronos o juego de poder” entre partidos.
Durante su intervención, el jefe del Ejecutivo ha querido deslizar un anuncio, aunque sin acabar de concretar el contenido del mismo. El Gobierno sigue luchando contra el mayor elemento de desgaste al que se está enfrentando en los últimos meses y que tiene que ver con la subida del precio de la luz. Sánchez ha anticipado que “pronto incorporaremos en los Consejos de Ministros nuevas medidas que supongan amortiguadores sociales para que el coste de la energía no impacte de lleno en la economía de los hogares, sobre todo los más vulnerables”.
El Ejecutivo quiere “blindar” al consumidor con varias reformas estructurales: garantizando la prevalencia de la energía más barata (las renovables) para generar luz; la creación de un “consumo mínimo vital”, compatible con el ingreso mínimo vital, para los colectivos más vulnerables; medidas fiscales específicas que permitan amortiguar el precio en los mercados mayoristas y también que los sobrebeneficios de las eléctricas no vayan a sus cuentas de beneficios, sino a una minoración del recibo de la luz.
Gestión de la crisis económica
Sánchez es consciente de que la gran asignatura pendiente de la izquierda -y por extensión, su gran reto- es ser percibido por la opinión pública como un buen gestor en un contexto de crisis económica. La ciudadanía suele confiar en la derecha para este tipo de coyuntura, mientras que opta por la izquierda en tiempos de bonanza para la ampliación de derechos sociales. En este sentido, el presidente ha querido contraponer hoy sus recetas económicas y el efecto de las mismas, con las que llevó a cabo el PP en la crisis económica de 2008. Una salida de la crisis del coronavirus, que se ha producido en menos de un año, en contraposición a los diez años que costó superar la de entonces, que fue, en su opinión, una “recuperación lenta, injusta y con casos de corrupción” frente a una “recuperación rápida, justa y limpia” como la actual.
Contra los delitos de odio
El presidente del Gobierno ha iniciado su intervención expresando su “solidaridad y la de todos con quienes sufren delitos de odio, delitos que la amplia mayoría de la ciudadanía no comparte ni representan a España”, porque “España es el país más tolerante con la diferencia y exigente con la igualdad”. En el Ejecutivo consideran “preocupantes” los datos de delitos de odio y ha recordado que estos “no son ajenos a un partido que sin duda se ha erigido en el muro contra la intolerancia. Valladar contra la desigualdad”.
Sánchez ha hecho un repaso a las leyes que ha promovido el PSOE y ha advertido de que “no habrá otra vez armarios, sino un gobierno comprometido con la diversidad y que ponga todos los medios para acabar con los delitos de odio”. Sánchez presidirá este viernes la comisión de seguimiento, que tiene como objetivo actualizar los delitos de odio y adoptar cambios pertinentes para que aquellos grupos que quieren devolver el odio a la calle, no puedan hacerlo. En este sentido, Sánchez consideró que “nos falta una pata” y pidió que “en este periodo de sesiones podamos aprobar la Ley Zerolo”.
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