Despilfarro

Pedro Sánchez dispara los altos cargos a 740

El gasto público asciende a los 40 millones en el primer semestre. En pleno parón provocado por la covid fichó a 66 más

El presidente del Gobierno ha pulverizado varios récord desde su ascenso a La Moncloa en 2018. De conseguir que prosperase la primera moción de censura contra Mariano Rajoy, a conformar uno de los gabinetes más numerosos desde la transición y el más caro en Democracia. En 2020, la estructura de Gobierno reflejó que era el segundo más numeroso desde la dimisión de Adolfo Suárez, que contó con 21 ministros y dos vicepresidencias.En la actualidad, los 22 ministros de Sánchez le sitúan como el segundo gabinete más amplio en Europa, solo por encima del Ejecutivo de Mario Draghi en Italia.

Unos números astronómicos que se saldan, de manera intrínseca, con una disparada administración. Esta ha sido una de las causas por las que la oposición ha elevado en varias ocasiones a lo largo de la Legislatura sus críticas al Gobierno –encabezadas por el PP y Vox– y que fue desoída por el propio presidente del Ejecutivo en el mes de julio cuando tuvo la oportunidad de reducir su estructura gubernamental fusionando ministerios que habían sido previamente desligados para dar cabida a Unidas Podemos en el Gobierno. Era el momento idóneo, según la oposición, para enmendar el despilfarro en altos cargos y en sueldos y así predicar con la ejemplaridad en un momento clave donde la mayoría de la sociedad acusa dramáticas situaciones de precariedad derivadas de la pandemia.

Así, según el último informe de la Oficina de Conflictos de Intereses –adscrita a la Secretaría de Estado de Política Territorial y Función Pública– que remite al Gobierno su informe de manera semestral, Sánchez cuanta con un total de 740 altos cargos, entre los que se incluyen ministros, secretarios de estado, embajadores, personal de confianza o directivos de empresas de carácter público. Unos números que, a fecha de 30 de junio de 2021, disparan la estructura organizativa gubernamental situándola como la mayor en los ocho años en los que se han presentado este tipo de informes de control. En 2014, el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reconocía en su primer gobierno 656 asesores. Si bien el mandatario popular abandonó la Moncloa en junio de 2018 con 671 asesores –una subida en 15 personas en cuatro años– ahora, Sánchez ha engordado en solo tres años en hasta 69 cargos estas cifras, esto es un 10,28 por ciento más. Según los informes consultivos, nada más llegar Sánchez a La Moncloa en 2018, incrementó en 36 personas la lista de altos cargos. Un dato llamativo corresponde a los reflejados durante el primer semestre de 2020 en los que, a pesar de la llegada de la pandemia a España y de que el Gobierno decretara el cierre total de la actividad profesional, Sánchez elevó en 66 la bolsa de su personal de confianza, respecto al segundo semestre de 2019, cuando el Ejecutivo reconocía a 666 cargos en nómina. Unos meses en los que la actividad política y económica se vio reducida casi a la práctica totalidad. Sin embargo, del último semestre de 2020 al primero de 2021 –el del informe actual– el Gobierno sólo ha contratado a cuatro trabajadores más.

De estas cifras, solo corresponden a Unidas Podemos 47 altos cargos por sus cinco ministerios, esto es un seis por ciento del total, según los cálculos de LA RAZÓN. Son los ministerios de Trabajo y Economía Social y el de Derechos Sociales, los que acumulan –dentro de la cuota morada– más cargos, mientras que entre los altos cargos correspondientes al ala socialista, la mayoría recalan dentro del gabinete de Presidencia y Relaciones con las Cortes, superando los 300 puestos, según aporta también el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas.

El aumento de altos cargos en el Gobierno influye directamente en las arcas públicas. El crédito para pagar a estos 740 altos cargos hace disparar el gasto que sale de los Presupuestos Generales del Estado. Hasta un total de 40 millones según los últimos datos de la Intervención General de la Administración General del Estado (IGAE). Por otro lado, el número de asesores elegidos a dedo también engrosa la cifra que debe pagar el Estado anualmente hasta los 58 millones de euros. En los tres primeros meses de este año dedicó hasta 17,5 millones para pagar las nóminas a sus asesores. Una cantidad elevada si se compara con la cosechada en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando el Ejecutivo destinó una partida de 14,7 millones de euros en tres meses para el mismo fin. Acudiendo a la hemeroteca, en el último Ejecutivo de Rajoy, también en los primeros meses del año, la diferencia es mayor. Dedicó 11,7 millones, casi seis menos de los que ahora ha empleado su predecesor.

De estos sueldos que debe pagar el Estado, no son, ni de cerca, ni el presidente del Gobierno o sus vicepresidentes quienes más cobran anualmente. Mientras que el sueldo de Pedro Sánchez asciende a los 97.940,34 euros brutos,el de los vicepresidentes es algo menor, de 92.841,42 euros. Sin embargo, el sueldo de los secretarios de Estado y de los jefes de gabinete supera los 100.000 euros. Superior son las nóminas que reciben los embajadores y los cargos diplomáticos. Según aporta el portal de Transparencia de la Administración General del Estado, la cifra de los primeros junto a la de los funcionarios de la carrera diplomática asciende a los 302.000 euros.

Unas cuentas récord que ni se corresponden con la realidad cotidiana de la ciudadanía, ni tampoco con el ejercicio de reducción de costes que han llevado a cabo otros ejecutivos autonómicos, como es el caso de la Comunidad de Madrid. Una de las primeras decisiones de la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso fue la de suprimir en un 20 por ciento los altos cargos que había en su Gobierno, lo que supone un ahorro de más de dos millones de euros al año en sueldos. También limitó el número de consejerías en un 30 por ciento.