Terrorismo

Primer atentado yihadista en España desde 2017: Interior ocultó que investigaba el atropello de Murcia como terrorismo

Es un marroquí que entró en España como MENA y se clavó un cuchillo en el corazón tras el atentado. En su poder se encontraron tres cartas en las que dejaba claro que lo que había hecho era un acto contra los “infieles”

El líder de Vox, Santiago Abascal, ha dado este miércoles por sentado que el atropello mortal de Murcia que investiga bajo secreto de sumario la Audiencia Nacional fue un atentado yihadista, tal y como adelantó ayer LA RAZÓN, y ve un “escándalo el silencio político y mediático”.

“Es un verdadero escándalo el silencio político y mediático ante el atentado yihadista de Murcia. De nuevo lamento que solo Vox esté exigiendo información, medidas y solidaridad con las víctimas”, ha comentado Abascal en su cuenta de Twitter.

Ayer, tras saberse que la Audiencia Nacional investiga por posible yihadismo el atropello mortal de Torre Pacheco del viernes, Abascal ya criticó al “Gobierno y sus cómplices mediáticos” que, según él, “nos entretienen con montajes para ocultar este posible atentado yihadista”.

“Están dispuestos a utilizar cualquier patraña con tal de esconder que lo que llevamos años advirtiendo ocurre a diario: el efecto llamada solo trae inseguridad”, señaló el líder de Vox en este otro comentario en la red social.

Primer atentado desde 2017

Y es que estaríamos ante el primer atentado yihadista en España desde los de 2017 en Cataluña. Ocurrió la semana pasada en Torre Pacheco en Murcia el pasado viernes. Lo que parecía un atropello masivo como consecuencia de una discusión entre ciudadanos marroquíes ha resultado ser la acción criminal de un actor, “lobo” solitario, inspirado por el Estado Islámico, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.

Lo ocurrido es investigado ya por la Audiencia Nacional. Otras fuentes mantenían que es la obra de un perturbado pero las consultadas por este periódico insisten en la autoría terrorista.

Los hechos acaecieron cuando el conductor de un vehículo arrolló a las personas que se encontraban en una terraza de la citada localidad y después empotró el coche, un Volkswagen Golf, contra una pared. Como consecuencia del atropello, murió, además del conductor, un ciudadano de origen venezolano y otros cuatro resultaron heridos.

Cuando algunas personas llegaron hasta donde estaban el conductor, vieron que estaba haciendo con los dedos los signos típicos de los yihadistas antes de suicidarse y que se había clavado voluntariamente un cuchillo de grandes dimensiones a la altura del corazón. En su poder, se encontraron tres cartas en las que, tal y como ordena el Estado Islámico, dejaba claro que lo que había hecho era un acto contra los “infieles”. Había apoyado el cuchillo en el volante y había apretado el cuerpo hasta causarse la muerte, según las mismas fuentes.

Lo que se sabe hasta ahora es lo siguiente:

► Se trata de un súbdito marroquí nacido en 1994, que entró en España como MENA, que estuvo en un centro de acogida de Valencia y que vivía en la citada localidad murciana.

► Las citadas fuentes subrayan el hecho de que el autor de la acción criminal había escrito hasta tres cartas, que se encontraron en su poder, para dejar claro que lo que iba a hacer se enmarcaba dentro de la lucha yihadista contra occidente.

► No consta, de momento, que hubiera hecho un juramento de fidelidad al nuevo “califa” de Daesh, Ibrahim Hashimi, pero los indicios que se poseen apuntan a que obró inspirado por este banda yihadista. Por ello, no se habría producido la reivindicación del atentado por parte de esta organización criminal. Ya se trabaja para determinar qué contactos tenía y su actividad en las redes sociales.

► Otras fuentes informaron a este periódico que no se puede descartar que el autor sea un simple perturbado, por otras cosas que escribió en las cartas. Sin embargo, las consultadas inicialmente subrayan que en otros casos, ocurridos en Europa, ocurrió lo mismo, se habló de personas que no estaban en su juicio y, al final, se confirmó la autoría terrorista.

► El coche con el que perpetró la acción criminal se lo había pedido prestado a un amigo.

El Juzgado de San Javier, al que correspondía el asunto, se inhibió en favor de la Audiencia Nacional, ya que, según todos los indicios, puede tratarse de una acción terrorista. Las investigaciones han sido declaradas secretas.

El cadáver del joven conductor fue trasladado al Instituto de Medicina Legal. Cuando una persona se acuchilla a sí misma (en el tórax en esta ocasión), la trayectoria de las heridas es algo que los profesionales forenses son capaces de determinar en su examen, informa “La Verdad”.

Dado que algunos testigos aseguraron que el Volkswagen Golf que conducía el joven iba a toda velocidad, huyendo de otro automóvil que lo perseguía, la hipótesis que comenzó a manejarse fue que el individuo había resultado herido en una pelea, de la cual intentó escapar poniéndose al volante de su coche. El hecho de arrollar la terraza habría sido entonces accidental.

► Sin embargo, al confirmar la autopsia que no hubo reyerta alguna y que las lesiones se las causó él mismo, la posibilidad de que no fuera un accidente se incluyó en la investigación.

La Guardia Civil llevó a cabo el sábado, día después del suceso, un registro en la casa en la que residía el magrebí, una vivienda ubicada en la calle Colibrí de El Jimenado, en Torre Pacheco. La casa en cuestión es un dúplex: tenía alquilada la parte de arriba y residía él solo.

► Las últimas pesquisas apuntan a que el investigado habría dejado una nota con una serie de menciones a Alá y a la violencia.

El Juzgado de San Javier, al que correspondía el asunto, se inhibió en favor de la Audiencia Nacional, ya que, según todos los indicios, podía tratarse de una acción terrorista, tesis mantenida por algunos expertos desde el primer momento, aunque no se podía avalar al no conocerse los detalles que ahora se saben. Un atropello ocurrido en Jávea días pasados también ha sido investigado y se ha descartado por completo que se trate de un atentado yihadista.