El PSOE europeo «colocó» a Laya en Bruselas cuatro días antes de su imputación en el “caso Ghali”

Cuatro días. Es el tiempo que transcurrió desde que el juez decidió imputar a la ex ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya (para conocer cómo cruzó el líder Polisario, Brahim Ghali, la frontera de España para ser tratado de coronavirus) y su nombramiento como presidenta del Comité de Sabios de la Comisión Europea sobre el Futuro de la Unión Aduanera. Un puesto éste, con el que regresa a Bruselas, que en cierto modo choca con los motivos por los que se investiga a Laya, pues entre sus funciones estará la de aportar ideas para «garantizar la seguridad de las fronteras», como ella misma apuntó el pasado martes al conocerse su nuevo puesto.

Un cargo al que la exministra llega tras proponérselo el Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Paolo Gentiloni, miembro del Partido Democrático de Italia, partido que forma parte de la «Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas» en Europa, de la que también es miembro el PSOE.

Y regresa a Bruselas a los cinco meses después de que saltase la polémica por la entrada del líder Polisario, la cual, según la declaración ante el juez del ex jefe de Gabinete de Laya, Camilo Villarino, fue autorizada por la ex titular de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. De hecho, durante esa declaración, Villarino aseguró que Laya habría preguntado: «¿Pero si van por la parte militar necesitan pasar por la Guardia Civil?», ante lo que un letrado ironizó: «La pregunta la hace la recién nombrada presidenta del grupo de sabios de la Unión Europea sobre aduanas».

Apoyo de Sánchez

Al día siguiente, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, salía en defensa de la exministra imputada y aseguraba que el Ejecutivo dio «una respuesta humanitaria» y «conforme a la Ley» en relación a la polémica entrada de Ghali en España.

En su nuevo puesto, Laya estará al frente de un grupo de expertos que tendrá que «identificar soluciones innovadoras para los desafíos más acuciantes» a los que se enfrenta la Unión Aduanera de la UE. Un «grupo de sabios», en definitiva, cuya misión principal será la de analizar y asesorar a las instituciones europeas y a los estados miembros sobre cómo prepararse para los nuevos modelos de negocio y avances tecnológicos, cómo gestionar de manera eficiente la Unión Aduanera «para garantizar procesos ágiles y sólidos que aceleren las transiciones gemelas digital y verde» o para garantizar la seguridad de las fronteras de la Unión Europea.

El grupo presidido por la exministra española está compuesto por un total de doce personas procedentes tanto de la política, la industria, el comercio o la academia y tendrá que elaborar un informe de cara a la primavera de 2022 con los retos, las instrucciones y los cambios necesarios para el futuro de la Unión Aduanera. Un documento que se presentará al Comisario Gentiloni a cargo de la Unión Aduanera, al Consejo, al Parlamento Europeo y al Grupo de Política Aduanera, entre otros. Todo para «reflexionar sobre el desarrollo de ideas y conceptos innovadores y entregar un informe que contribuya a un debate interinstitucional general sobre el futuro de la Unión Aduanera».