Yihadismo

Tres informes de la Guardia Civil entregados en la Audiencia avalan la autoría terrorista del atropello de Murcia

Algunas de las víctimas se han puesto en contacto con la AVT para recibir ayuda psicológica

Tres informes presentados por la Guardia Civil en la Audiencia Nacional sobre el atropello masivo en Torre Pacheco, en el que murió una persona y varias resultaron heridas, avalan la autoría terrorista de los hechos, según ha podido saber LA RAZÓN. Algunas de las víctimas se han puesto en contacto con la AVT para recibir ayuda psicológica.

Aún quedan pesquisas por realizar para descartar otras hipótesis, pero los investigadores trabajan desde el principio con la de que se trata de una acción criminal de carácter yihadista.

Una de las principales evidencias es la carta que fue encontrada en poder del marroquí, que entró en España como MENA y estuvo varios años en un centro de Mislata, en Valencia.

En la misiva, dejaba claro que lo que iba a cometer era un acto terrorista como consecuencia del trato que, según él, recibía en España y el hecho de que en el citado de acogida no se respetara el Islam. Es cierto que incluía alusiones que podían interpretarse como las propias de una persona que no está en su sano juicio, como que el trato recibido constituía un asesinato telepático (al menos él así lo interiorizaba), pero la experiencia demuestra que los actores, “lobos”, solitarios que cometen atentados yihadistas, tienen el denominador común de presentar un comportamiento de alteración psicológica. Puede ser uno de los factores que conllevan a su fanatización y a decidirse a “pasar a la acción” contra los “infieles”.

Las pesquisas han revelado otros hechos que abundan en la hipótesis terrorista como su repentino cambio de comportamiento dos semanas antes del atropello, en que decidió dedicar gran parte de su tiempo a la oración, como si se preparara para el “martirio”. Asimismo, que, según todos los indicios, se quitara la vida con un cuchillo que había adquirido antes del referido atropello y que, antes de morir, repitiera gestos típicos de los yihadistas. Toda la simbología de los que se quieren “martirizar”.

Otras informaciones apuntan a que se habría rapado, visitado la mezquita y realizado un reconocimiento del lugar del atropello antes de cometerlo, aunque los investigadores se centran en la carta, otras evidencias obtenidas y comprobar cuál fue su comportamiento en el centro de Mislata, del que se queja en dicha misiva.

Hay un dato que también avalaría la hipótesis yihadista y es la inclusión de un versículo del Corán en la citada carta, algo que recomiendan los que en el Estado Islámico se dedican a captar a los “lobos” solitarios. Es lo único que está escrito en árabe ya que el resto está redactado en español en tres piezas que fueron encontradas en el interior del automóvil, como si quisiera asegurarse de que la intencionalidad del atropello iba a quedar clara.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha decidido personarse en este asunto, tal y como adelantó LA RAZÓN. Varias de las víctimas del atropello se han puesto ya en contacto con dicha asociación para interesarse por las gestiones y, en algún caso, recibir ayuda psicológica, al encontrase muy afectadas por lo ocurrido.