Abascal carga contra las “élites globalistas” que quieren convertir Canarias “en la T1 del tráfico ilegal de personas”

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha arremetido contra las “élites globalistas” que quieren convertir a las islas Canarias “en la T1 del tráfico ilegal de seres humanos” y en el “gran intercambiador” de la inmigración ilegal en toda Europa.

Vox llenó el Parque Blanco de la capital, a pesar de que un grupo de personas trataron de boicotear el acto manifestándose en contra de su presencia. Los de Abascal clausuraron el Congreso “Inmigración Ilegal e Islamismo en Europa” que durante dos días han organizado en Gran Canaria, ubicación escogida según el partido, por la situación de “invasión migratoria” que viven las islas.

El líder de Vox alzó la voz para que se ponga fin a las élites globalistas. “Basta”, dijo. “Han abierto las puertas de nuestros barrios, nuestros pueblos y nuestras ciudades a una inmigración descontrolada y voraz. No sólo les han abierto las puertas, primero les han llamado para que vengan y después les han abierto las puertas”, aseveró.

Recordó que, no en vano, por Canarias -destino principal de las avalanchas migratorias- entran “aspirantes a terroristas” y los menas que atemorizan a ancianos, mujeres y jóvenes en las calles y parques de toda España. “Nunca ha habido un foso tan grande de élites y la realidad. Menos relatos falsarios y más escuchar la calle”.

Los de Abascal mantienen un discurso contundente contra la inmigración ilegal y éste es un punto que recogen en su Agenda España. En ese recorrido para presentar su agenda programática, Vox eligió Gran Canaria donde la avalancha de pateras llegó a superar incluso la “crisis de los cayucos”. “Teníamos que estar aquí para hablar de un problema real que sufrís en vuestras casas”, dijo el líder de Vox a los canarios a los que animó a defender, con valentía, su mensaje.

Rechazo al fundamentalismo

Y es que el modelo que propone Vox no es ni el de Molenbeek ni el de Amsterdam, “ni esos 100 barrios franceses en los que impera la Sharia en lugar de las leyes civiles de la República”. “No queremos territorios de espaldas al Estado”. Asimismo, recordó que Vox “no quiere fundamentalismo islámico, imanes radicales, intolerancia hacia mujeres y homosexuales...”. Tampoco quiere guetos, ni obstáculos para el progreso escolar de los niños autóctonos, prácticas ilegales como los matrimonios concertados con niños o la ablación femenina. “Vox no quiere una amenazante sustitución poblacional que ya es una realidad en algunos punto de Europa. Sería la muerte de nuestra civilización”, advirtió Abascal.