La votación a los candidatos al TC: Un test de estrés a la unidad interna de Podemos

La votación que tendrá lugar hoy en el Congreso de los Diputados para renovar el Tribunal Constitucional tras la elección entre PP y PSOE de sus nuevos candidatos, pondrá a prueba la fortaleza de la unidad en Unidas Podemos.

Si bien el grupo parlamentario asegura que –a pesar de su rechazo a los candidatos populares– no hará peligrar la votación decisiva, los morados se sienten incómodos con su propia postura, que pasa por conseguir renovar los órganos constitucionales aunque ello conlleve «tragarse sapos», según explican fuentes moradas. En el grupo parlamentario hay, al cierre de esta edición, varios diputados descontentos con arropar a los candidatos Enrique Arnaldo y Concepción Espejel e incluso dos o tres dirigentes se plantean romper la disciplina de voto en el hemiciclo. El propio presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, admitió ayer que votarían con «la nariz tapada» tras reconocer que existe en la formación un «conflicto ético» en cuanto a cómo deben votar.

El malestar interno fue publicitado ayer por las diputadas Gloria Elizo y Meri Pita, quienes mostraron su desacuerdo con el apoyo de su grupo a los candidatos del PP. «Cada voto afirmativo es una ignorancia deliberada», escribieron en «El Periódico de España», donde, sin desvelar cual será hoy el sentido de su voto, advirtieron a Unidas Podemos de que «el precio a pagar en términos políticos de regeneración democrática y sociales, de construcción de ciudadanía, es sencillamente inasumible».

Un aviso a Unidas Podemos con el que ponen, además, a prueba la unidad interna del partido y que choca con el mandato de la líder de Unidas Podemos en el Gobierno, Yolanda Díaz, que en varias ocasiones ha pedido «evitar el ruido». Desde el espacio confederal, rebajan, no obstante, la posibilidad de que sí hay ruptura de la disciplina de voto, la vicepresidenta imponga un castigo a las mimas.