Armas bajo sospecha

¿Qué son las pistolas Táser?, ¿qué daños provocan?

Hay dos tipos en el mercado, las que lanzan dardos y el táser ordinario, que no dispara nada y tiene dos dientes o electrodos que sobresalen en un extremo

Un agente con una pistola táser
Un agente con una pistola táserGoogle

Las pistolas Táser son armas de electrochoque que interfieren en el sistema nervioso muscular e inmovilizan al sujeto con descargas eléctricas. Pese a que la descarga es de unos 50.000 voltios, en contacto con la persona la descarga baja su intensidad y convierte a esta pistola en un arma no letal. En concreto, el peligro reside en los amperios, es decir, la corriente que transmita el aparato. En la pistola Táser normalmente rondan los 2,1 microamperios (mA) y los 3,6 mA.

Existen dos tipos principales Táser:las pistolas que lanzan dardos y el táser ordinario, que no dispara nada y tiene dos dientes o electrodos que sobresalen en un extremo. Ambas, como armas eléctricas, sólo las pueden usar “funcionarios especialmente habilitados”, es decir, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como se especifica en el Real Decreto 137/1993 de 29 de enero.

Las pistolas del primer tipo son las más efectivas, disparan dos dardos punzantes que, según aseguran desde Anmistía Internacional, tienen forma de anzuelo y “están concebidos para penetrar unos cinco centímetros en la ropa o la piel del sujeto contra el que se dispara y administrarle una descarga”.

Según la web de Aasias, compañía que distribuye la marca en España desde 2003, existen más de 800 modelos de pistolas eléctricas tipo táser en nuestro país, desde los 485 hasta los 2.320 euros. A día de hoy está permitido su uso a los policías locales de unos 200 municipios, especialmente enCanarias, Andalucía, Murcia, Valencia y Cataluña.

Cómo funcionan las Táser

Un informe realizado por miembros de la Unidad Central de Informática y Electrónica Forense de los Mossos d’Esquadra explicaba que primero se disparan los dos electrodos con forma de arpón. Acto seguido, estos dardos se clavan en el objetivo mientras el cable conductor los mantiene conectados a la pistola y se produce la descarga eléctrica. Finalmente, la descarga continúa mientras el agente aprieta el gatillo, normalmente entre uno y cinco segundos.

Este mismo informe señala también que la pistola es más efectiva cuanto más separada esté del objetivo. Esto es porque, de los dos dardos que dispara, uno sale en línea recta y el inferior lo hace con cierta inclinación para así interferir “en una mayor superficie muscular”. Esto quiere decir que es posible que a poca distancia sólo se clave uno de los dardos, por lo que el circuito no se cerrará y la persona no recibirá la descarga eléctrica.

¿Qué daños provoca?

La utilización de este tipo de armas es muy controvertida. Ayer mismo, una persona fallecía en Badalona después de que los Mossos d’Esquadra utilizaran un Táser para inmovilizarlo. Y es que, pese a ser un caso aislado que se investiga, este tipo de armas no son inocuas y contemplan factores de riesgo potencial como cardiopatías previas o estado de intoxicación. Estas dolencias previas pueden ser desconocidas por parte de la Policía en el momento de su utilización lo que podría poner en peligro la vida de la persona que recibe la descarga.

Según los expertos, si una persona recibe una descarga de un dardo táser cerca del pecho, podría provocar un rápido aumento del ritmo cardiaco de la persona. Por ejemplo, si alguien en reposo tiene desde 72 latidos por minuto podría llegar hasta 220 latidos por minuto tras la descarga.

A esto hay que sumar la sensación paralizante, un dolor intenso, contracciones incontrolables en los músculos, entre otros muchos efectos.

¿En qué países es legal?

Alrededor de 110 países cuentan con un total de 850.000 pistolas tipo táser. En Estados Unidos son legales para los ciudadanos de muchos estados, que tienen competencias para legislar su posesión y uso. También es legal en la mayoría de los principales países de la Unión Europea, como sucede en Francia con la Policía Nacional y los gendarmes franceses, que emplean estas armas desde 2006.

Sin embargo, en Alemania e Italia estas armas están prohibidas desde hace casi 10 años, aunque desde 2010 las pueden usar algunos cuerpos especiales de la policía, siendo consideradas como armas de fuego. Algo parecido sucede en Reino Unido, sobre todo después de las numerosas muertes que ha habido en relación con el uso de estas pistolas.