Cuestiona su imparcialidad

Puigdemont recusa a los magistrados del TC Arnaldo y Espejel por su “estrecha relación con el PP”

La defensa del ex presidente de la Generalitat intenta apartar a ambos de sus recursos de amparo ante el Constitucional vinculados con el “procés”

El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont quiere apartar de la resolución de sus recursos a Arnaldo y Espejel
El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont quiere apartar de la resolución de sus recursos a Arnaldo y EspejelGUGLIELMO MANGIAPANEREUTERS

Carles Puigdemont quiere apartar de los recursos que ha planteado ante el Tribunal Constitucional (TC) a los dos nuevos magistrados designados a propuesta del PP, Enrique Arnaldo y Concepción Espejel, esgrimiendo su “estrecha relación” con el partido de Pablo Casado.

Además, reclama que el presidente del TC, Pedro González-Trevijano, se abstenga de resolver el incidente de recusación con Arnaldo por su “relación de amistad” con el magistrado.

En un escrito remitido al tribunal de garantías al que ha tenido acceso LA RAZÓN, la defensa del ex presidente de la Generalitat argumenta que los dos magistrados (que accedieron al cargo junto a los progresistas Ramón Sáez e Inmaculada Montalbán a consecuencia del pacto entre PSOE y PP para renovar la institución) han sido elegidos “a propuesta de una formación política cuyo presidente ha manifestado un interés notorio en el encarcelamiento” tanto de Puigdemont como de los ex consellers Toni Comín, Clara Ponsatí y Lluís Puig, que también recusan a los dos magistrados. Algo por lo que, en opinión del abogado del líder independentista, Gonzalo Boye, “resulta imposible” sostener que Arnaldo y Espejel puedan tener “apariencia alguna de imparcialidad”.

Respecto a Arnaldo -cuyo nombramiento fue muy contestado desde los partidos de izquierda-, Boye subraya que “llegó a pedir mediante la firma de un manifiesto que cayera todo el peso de la ley sobre” Puigdemont y el resto de recusantes “como consecuencia de su toma de posición sobre los asuntos que son objeto de este recurso de amparo, así como por su animadversión” hacia ellos, se queja.

Además, se refiera a algunas afirmaciones en su reciente libro “Tiempo de Constitución. Límites, controles y contrapesos del poder”, en el que afirma que “da buena cuenta de su toma de partido por las tesis de la acusación, así como por el hacer de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo”.

Esgrime la “amistad íntima” de Arnaldo con Maza y Marchena

Del mismo modo, la defensa de Puigdemont hace referencia a “su relación de amistad íntima” con el ex fiscal general del Estado José Manuel Maza, ya fallecido, quien interpuso la querella contra los líderes del proceso independentista en Cataluña, así como con los magistrados del Tribunal Supremo Manuel Marchena y Antonio del Moral -integrantes del tribunal del juicio del “procés”- y con el letrado de la Junta Electoral Central Manuel Delgado-Iribarren.

El letrado señala que Arnaldo “llegó a tildar de «enfermos del sectarismo» a quienes discreparan de la decisión” de Maza de interponer la querella que dio origen al proceso contra Puigdemont y el resto de líderes del proceso soberanista. Y subraya que les reprochó en su día que con su actitud hubiesen procedido “a una deliberada perversión del Estado de Derecho», por lo que -denuncia- “la apariencia de imparcialidad brilla por su ausencia”.

En relación a Espejel, alude a sus pronunciamientos respecto al “procés” en diversas resoluciones de la Audiencia Nacional, donde presidía la Sala de lo Penal, entre ellas el voto particular en el que discrepó de la absolución al mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero y en el que, asegura, alude a Puigdemont “hasta dieciocho ocasiones” y “avala la incriminación por sedición” de los recurrentes en amparo.

Argumenta que Espejel “avaló” el delito de sedición

Según el letrado, a raíz de las conclusiones de ese voto discrepante con la sentencia que absolvió a Trapero -en el que, apunta, “atribuye carácter delictivo a la conducta de los recusantes”- “no parece que dicha magistrada tenga apariencia alguna de imparcialidad para valorar si las imputaciones llevadas a cabo por el magistrado Pablo Llarena eran o no razonables, a la hora de revisar, entre otras, las órdenes de detención por este dictadas”.

“Cabe recordar -hace hincapié- que una de las cuestiones que se deben dilucidar es si vulnera los derechos fundamentales de los recurrentes el hecho de hallarse perseguidos, precisamente, por el delito de sedición avalado por la Sra. Espejel”.

Al igual que en el caso de Arnaldo, la defensa de Puigdemont pone sobre la mesa la supuesta “estrecha relación” de la magistrada con el PP y señala que “su nombramiento obedece, precisamente, a su experiencia en materia de órdenes de detención europeas, lo que, junto a su proximidad al Partido Popular, la haría una magistrada idónea -desde luego, no desde el punto de vista jurídico o de su imparcialidad objetiva- para conocer de los recursos de amparo interpuestos por los recusantes”.

“Fue el Gobierno del Partido Popular -insiste- el que puso en marcha la persecución política contra los recusantes”, lo que según el letrado “priva de cualquier apariencia de imparcialidad” a Espejel y Arnaldo.

En el caso de la magistrada, también alude a su pertenencia a la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que -se queja- “ha demostrado su animadversión hacia distintos dirigentes independentistas”.