Reforma

Enésimo intento para acabar con el voto rogado en el extranjero

El Congreso vuelve a abordar una reforma que lleva años en el cajón

Urnas electorales
Urnas electoralesJESUS G. FERIALa Razón

Mónica Zorita subió a sus redes sociales el día que recibió las papeletas para poder votar en las elecciones generales de 2019. Tras un laborioso proceso, por fin, llegaron a su domicilio los sobres para poder elegir a sus representantes políticos. Lleva diez años fuera de Madrid en los que se han celebrado nueve procesos electorales –entre autonómicos y generales– y era la primera vez que completaba el tedioso proceso para votar desde el extranjero. «Me da tanta pereza que a veces no voto», reconoce en una conversación telefónica desde Alemania, donde reside desde hace cinco años y desde donde reclama participar en las citas electorales porque «es un derecho».

Con el objetivo de fomentar la participación de los emigrados, técnicos y expertos debatieron hace unas semanas en el Congreso las posibles reformas de la Ley Electoral para avanzar en alternativas que eviten el desplome en la participación. Hasta un 30% cayó desde que en 2011 se modificó la normativa, obligando a los emigrados a rogar el voto a la oficina del censo electoral.

El fin es que los grupos parlamentarios presenten enmiendas parciales a la proposición de ley que el PSOE y Unidas Podemos registraron en el mes de febrero para suprimir este procedimiento y que fue tomada en consideración tan solo dos semanas con el apoyo, entre otros, de los populares. La unanimidad para modificar este proceso es total entre las fuerzas parlamentarias, algo inaudito en la Cámara Baja y que prueba su relevancia para todas las fuerzas. En concreto, se trata de modificar el artículo 75 de la Ley de esta norma que obliga a los electores residentes en el extranjero a solicitar expresamente el voto cumpliendo una serie de plazos muy breves, tanto para la solicitud de la documentación como posteriormente remitir e voto por correo postal.

Entre los impulsores de esta iniciativa está el colectivo «Marea Granate», cuya representante, Berta Burguete, asegura a la RAZÓN que «ha habido varias tentativas, pero ahora por fin parece que va en serio y que por fin se va a reformar. Esperamos y confiamos en que sea una reforma efectiva. Hay varias enmiendas propuestas al proyecto de ley que se aprobó en febrero de este año y confiamos en que esas enmiendas sirvan para que la ley sea muy fuerte y que realmente los que vivimos en el extranjero podamos votar correctamente».

Se muestra optimista con que la reforma del voto extranjero esté lista para finales de este año, lo que supondría que los andaluces y castellanoleoneses que viven en el extranjero podrán votar en las autonómicas de estas comunidades, que son el próximo proceso electoral previsto, más fácilmente.

Principales modificaciones

Entre las modificaciones que hay sobre la mesa, la principal es eliminar el ruego, es decir, recuperar el sistema de voto sin petición previa. Además, se propone descargar las papeletas de manera telemática para evitar que se alarguen los plazos. Otra de las modificaciones de la propuesta es la ampliación del plazo del escrutinio hasta el quinto día posterior a las elecciones y la plausibilidad, también, de realizar de manera telemática todos los procesos de inscripción, sin necesidad de acudir a un consulado o embajada con antelación. Sin embargo, algunas de estas propuestas, advierten desde Marea Granate, plantean otros problemas a la hora de ejercer el voto como es la brecha digital entre las personas que no tienen acceso a la red.