Crisis

Felipe VI anima a Marruecos a “caminar juntos” para abrir “ya la nueva relación”

El monarca ha participado en la recepción del cuerpo diplomático en el Palacio Real, en presencia del titular de Exteriores, José Manuel Albares y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Felipe VI salió en rescate del Ejecutivo. En un gesto poco habitual, el Monarca aprovechó la tradicional recepción del cuerpo diplomático, que se celebró en el Palacio Real, para tender la mano a Rabat e instarle a «caminar juntos» y «empezar a materializar ya la nueva relación» sobre «pilares más fuertes y sólidos». Sus palabras se explican por la grave crisis diplomática que España y Marruecos protagonizan desde el pasado mes de abril, cuando la entonces ministra de Exteriores, Arancha González Laya, intervino para que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, viajara a nuestro país tratarse de una dolencia derivada del coronavirus, un gesto que enfadó a Rabat que abrió sus fronteras y permitió que miles de personas cruzaran ilegalmente a España.

El monarca pronunció estas palabras en presencia del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, y del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, pero con la notable ausencia de la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, que fue llamada a consultas el pasado mes de mayo y todavía no ha regresado a su puesto, pese que a finales de diciembre Rabat nombró embajadores en 36 países pero ignoró a España.

«Con Marruecos, nuestros respectivos gobiernos han acordado redefinir conjuntamente una relación para el siglo XXI, sobre pilares más fuertes y sólidos. Ahora, ambas naciones debemos caminar juntas para empezar a materializar ya esta nueva relación. Se trata de encontrar soluciones a los problemas que preocupan a nuestros pueblos», señaló ayer el jefe del Estado. Sus palabras conectan con el mensaje que Mohamed VI pronunció el pasado 20 de agosto, cuando expresó su deseo de seguir trabajando con España con el fin de «inaugurar una etapa inédita en las relaciones» entre los dos países, basada en «la confianza, la transparencia, la consideración mutua y el respeto a los compromisos». Don Felipe no hizo mención al conflicto del Sáhara Occidental, en el que el Gobierno insiste en que ha de resolverse mediante el diálogo entre Rabat y el Frente Polisario bajo los auspicios de la ONU. Una postura que no gusta a Marruecos, que reclama a España sumarse a Estados Unidos en el reconocimiento de su soberanía marroquí sobre la antigua colonia española.

El rey aseguró que España seguirá haciendo «todos los esfuerzos necesarios para la creación y consolidación de un espacio común de paz, estabilidad y prosperidad» en el Magreb, donde Marruecos y Argelia mantienen rotas sus relaciones. «Nuestra acción se asienta sobre lazos sinceros y respetuosos de amistad y cooperación que queremos seguir preservando y reforzando con el conjunto de nuestros socios magrebíes», añadió el Monarca.

Don Felipe estuvo acompañado por la Reina Letizia, en una recepción a la que han asistido unos 130 embajadores, encargados de negocios y de organismos internacionales, de los que sólo 40 estuvieron en el Salón del Trono por las restricciones de aforo por la pandemia.

Esta fue la primera ocasión la que el Rey Felipe VI se refirió públicamente a la crisis abierta con Rabat. Sus palabras están en línea con las pronunciadas hace unos días por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares que destacó: «Estamos construyendo una relación del siglo XXI», asegurando que la comunicación con su homólogo marroquí, Nasser Boourita, es fluida. Pese a las palabras pronunciadas por el jefe de la diplomacia española, a finales de diciembre se produjo otro rifirrafe, esta vez, motivado por la gestión de la pandemia, ya que Rabat acusó a España de no controlar sus fronteras. De lo que no hay fecha todavía es del viaje del presidente español a Marruecos, tradicionalmente el primer destino internacional del jefe del Ejecutivo español. Dos años después del inicio de la legislatura, Sánchez sigue sin reunirse con Mohammed VI.

El Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Zarzuela
El Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en ZarzuelaEFE/JUAN CARLOS HIDALGOAgencia EFE
►El detonante de la crisis diplomática fue la entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para tratarse de una dolencia derivada del covid
►Marruecos respondió con la apertura de sus fronteras, permitiendo una avalancha de entradas irregulares en el mes de mayo de 2021
►Rabat llamó a consultas a su embajadora en protesta por la visita de Sánchez a Ceuta, y ocho meses después, todavía no ha vuelto
►Además, el reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental ha llevado a Rabat a presionar a España y la Unión Europea