Crisis

Nuevo gesto de Felipe VI: visita el stand de Marruecos en la inauguración de Fitur

El Rey protagoniza un nuevo acercamiento en medio de la crisis diplomática entre ambos países tras las palabras que pronunció el lunes

Nuevo gesto de acercamiento de Felipe VI a Marruecos. Los Reyes de España Don Felipe y Doña Letizia han inaugurado este miércoles la 42 edición de la Feria Internacional de Turismo, Fitur, que se celebra en Ifema y con la que se quiere abrazar la recuperación turística tras la pandemia.

Los monarcas han realizado el tradicional recorrido por los diversos pabellones de la Feria, y en esta ocasión -a diferencia del año pasado-, se han parado en el stand de Marruecos, el vecino estratégico con el España mantiene abierta una de las peores crisis diplomáticas que se recuerda a raíz de la entrada del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en nuestro país.

Este nuevo gesto se produce después de que Felipe VI, durante la tradicional recepción del cuerpo diplomático este lunes, que se celebró en el Palacio Real, tendiera la mano a Rabat y le instara a «caminar juntos» y «empezar a materializar ya la nueva relación» sobre «pilares más fuertes y sólidos».

No en vano, las palabras del Rey de España fueron acogidas por la Prensa oficialista del reino alauita con optimismo dado que fue la primera vez que Felipe VI evocaba la bilateralidad relaciones entre los dos reinos vecinos tras nueve meses de crisis.

Se trata de dos gestos muy importantes en tan solo tres días de cara a impulsar el deshielo de la relación bilateral. Son varios los encontronazos durante estos últimos meses que han lastrado la calidad de la comunicación entre ambos países. A la avalancha de inmigrantes irregulares, en respuesta a la hospitalización del líder del Frente Polisario, hay que añadir las acusaciones del Ministerio de Salud marroquí que puso en duda los controles sanitarios en los aeropuertos españoles. Además, la embajadora de este país, Karima Benyaich -gran amiga de Mohammed VI-, todavía no ha regresado a su puesto tras ser llamada a consultas en mayo de 2021.

Aunque esta crisis no es ni de lejos la primera entre ambos países, su duración y las escasez de avances en su normalización preocupan ya que no se logra rebajar el tono con Rabat.

Es cierto que tras el relevo de la que fuera ministra de Exteriores, Arancha González Laya por el actual titular, José Manuel Albares, se ha tratado con ahínco normalizar la situación. Sin embargo, los frutos son escasos. Sirva con ejemplo, el plante del ministro de Exteriores marroquí en el Foro euromediterráneo que se celebró en Barcelona, donde estaba prevista la presencia del jefe de la diplomacia aluita, Naser Burita, quien se ausentó a última hora. De ahí, que la intervención del Rey Felipe VI sea la única salida, a priori, para la solución del conflicto.

No obstante, la crisis tiene otras aristas. Por un lado, el hecho de la administración de Donald Trump reconociera la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, a cambio del pleno establecimiento de relaciones diplomáticas de Marruecos con Israel, alcanzado con la mediación de Washington, añadió un nuevo frente al conflicto. Desde Rabat exigen a Madrid gestos sobre la excolonia para poder normalizar las relaciones.

Asimismo, la crisis entre Marruecos y Argelia ha cogido a España en el medio. Pese a que lidiar con ello nunca ha sido fácil para la diplomacia española, el equilibrio se ha vuelto casi imposible ante la escalada de tensión entre los dos países vecinos, que se disputan la hegemonía en el Magreb.

De ahí, que el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya decidido quemar el cartucho del Rey ante la incapacidad de restablecer las relaciones con Rabat. Cabe recordar, que históricamente, la primera visita del jefe del Ejecutivo español siempre ha sido a Marruecos, sin embargo, pese a los dos años que ya dura la legislatura, Sánchez todavía no ha viajado a Marruecos.

Además, la oposición se ha vuelto a pronunciar sobre el asunto. El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, defendió el pasado martes la necesidad de restablecer las relaciones con Rabat, pero “siempre que el país vecino respete a España y no la amenace o le lance inmigrantes ilegales”.

Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, mantuvo dos reuniones con los líderes de dos partidos marroquíes, uno de ellos el del actual primer ministro, Aziz Akkhannouch, durante los momentos tensos en las relaciones bilaterales.

En el caso de Podemos, su postura, a favor de la autodeterminación del Sáhara no ayuda. Tras nueves meses de crispación, los dos gestos en solo tres días de Felipe VI podrían ser la única solución a esta crisis que dura ya nueve meses.