Polémica

Así votó Alberto Casero: denuncia las “anomalías” que rodearon su votación en la reforma laboral

El diputado del PP, señalado por “salvar” in extremis a Pedro Sánchez, envía un escrito a Meritxell Batet, a la que acusa de actuar “de forma arbitraria y unilateral”

El diputado del PP, Alberto Casero Ávila
El diputado del PP, Alberto Casero ÁvilaEuropa PressLa Razón

“Ante el quebranto al ejercicio de mi derecho al voto por parte de la Presidencia del Congreso”. Así comienza el diputado del PP la Cámara Baja, Alberto Casero Ávila, un escrito dirigido a Meritxell Batet, tras la polémica surgida ayer durante la votación de la reforma laboral. Hay que recordar que fue precisamente el voto de este parlamentario el que dio la victoria a Pedro Sánchez y a su Ejecutivo en una votación muy ajustada.

Un sufragio nacido del “error” y que aún hoy sigue sin tener explicación clara. Por este motivo, el parlamentario popular, que en las últimas horas se ha convertido en el foco de todas las miradas, ha querido dejar claro que su voto siempre fue “No”, pese a las trabas de la presidenta del Congreso, que no quiso atender a razones ni requerimiento alguno. No obstante, enotras ocasiones sí ha permitido que se repita una votación tras el error de un diputado,tal y como ocurrió en julio de 2020, cuando la parlamentaria de Podemos Marisa Saavedra provocó una “alteración de los votos”.

En primer lugar, según reza el escrito, Alberto Casero solicitó la votación telemática, ya que se encontraba enfermo. Y lo hizo “en tiempo y forma como establece el Reglamento”. Hasta aquí todo claro. Sin embargo, cuando llegó la hora de emitir su voto, asegura que pese a haber votado “No”, el certificado emitido por la Cámara “no se correspondía con el sentido del voto que manifestaba”, es decir, aparecía como que su voto había sido “Sí”.

Tanto él como su partido alegaron desde un primer momento que se trataba de “un fallo del sistema”. Por este motivo, Casero intentó ponerse en contacto con el Congreso, “antes de que se anunciara el inicio de la votación por parte de la presidenta, para advertir a la Presidencia del error manifiesto y de que el sentido del voto recogido por el sistema no expresaba su voluntad”. Un procedimiento que aparece reflejado en el artículo 82 del Reglamento de la Cámara: “... El voto emitido por este procedimiento deberá ser verificado personalmente mediante el sistema que, a tal efecto, establezca la Mesa y obrará en poder de la Presidencia de la Cámara con carácter previo al inicio de la votación correspondiente”. Y aquí reside el problema, nadie comprobó ni verificó su voto. Un hecho denunciado por varios dirigentes del PP.

Sin embargo, fuentes parlamentarias explican que, dado el alto número de diputados que solicitan el voto telemático, este sistema cambió para que primero se marque el sentido del voto, y, luego, lo confirmes. Y es que resulta imposible, añaden, que el letrado de la Cámara pueda verificar el voto de cientos de diputados.

Sea como fuere, al no recibir respuesta de la Mesa -continúa el diputado del PP- y ante la imposibilidad de hacerlo por escrito, dado que la votación era inminente, se dirigió a su grupo parlamentario. Este “lo puso en conocimiento de la vicepresidenta segunda, quien, a su vez, le comunicó a Batet que “se había producido una anomalía en relación con mi voto telemático, que no se correspondía con mi voluntad, es más, era exactamente contrario a lo por mí expresado”.

Ante esta situación, aclara Casero, la vicepresidenta segunda, el secretario cuarto y algún otro miembro de la Mesa, advertidos de la situación, solicitaron a Meritxell Batet la convocatoria de una reunión urgente de la Mesa, tal y como establecen los apartados 4° y 6° de la Resolución de la Mesa del Congreso de los Diputados, de 21 de mayo de 2012, para el desarrollo del procedimiento de votación telemática. Lejos de producirse dicha reunión la presidenta se negó y decidió unilateralmente y de forma arbitraria arrogarse la voluntad de la Mesa en su conjunto, dando inicio de la votación.

Finalmente, el diputado del PP acudió personalmente al Congreso con la intención de ejercer presencialmente su voto, pero se le denegó la entrada en el hemiciclo. Lo que vino después ya por todos es sabido,Pedro Sánchez sacó adelante su reforma por un voto de diferencia, el de Casero, y PP y Vox ya han anunciado recursos por lo que califican de “cacicada” y “pucherazo”. Es más, no descartan llegar al Tribunal Constitucional si fuese preciso.

En conclusión, Casero denuncia en su escrito a Batet, que “se ha visto vulnerado mi derecho fundamental al ejercicio del voto establecido por la Constitución Española” y, por tanto, el resultado de la votación correspondiente a la convalidación del Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo, “no expresa la voluntad popular, puesto que uno de los votos emitidos es contrario al sentido expresado por mí mediante el sistema telemático”.