Congreso
Batet: «Entre votaciones sí se puede acceder al Hemiciclo»
Un acta del mes de noviembre prueba el doble rasero de la presidenta del Congreso con la reforma laboral
La semana pasada, ante la convalidación de la reforma laboral en el Congreso, el vicepresidente de la Mesa, Alfonso Rodríguez de Celis, socialista, dio la orden por teléfono a los ujieres de que no dejaran entrar a nadie en la Cámara. Justo era el momento en el quela Presidencia del Congreso y la dirección socialista tenían ya conocimiento de que el diputado del PP Alberto Casero había tomado nota de su error en la votación telemática, apoyó la reforma en lugar de votar en contra, y se dirigía al Parlamento para subsanar ese error.
Desde el Grupo Socialista se hizo todo lo que estaba en su mano para desalojar los pasillos y blindar la entrada al Hemiciclo con el objetivo de que Casero no pudiera personarse dentro del Congreso. El diputado ya había votado telemáticamente de acuerdo con el nuevo sistema Covid implantado por la pandemia, y que establece un doble proceso de chequeo que justifica que los letrados no hagan la pertinente llamada telefónica para comprobar que el voto se ha emitido en su sentido correcto. Una decisión adoptada sobre la marcha ante el aumento de ausencias en el Parlamento durante la crisis sanitaria, pero sin llegar ni siquiera a modificar el Reglamento que establece esa comprobación telefónica y que si se notifica un error, se puede votar presencialmente.
Sin embargo, el pasado mes de noviembre, las actas del debate parlamentario recogen texualmente la decisión de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, de permitir la entrada de un diputado para que participara en una de las votaciones, una vez ya en marcha el proceso. Es de fecha 30 de noviembre de 2021.
«Esta votación ya se ha producido y entre votaciones se puede acceder al Hemiciclo». Las actas recogen las «fuertes protestas» desde los escaños de la oposición, y citan por su nombre a Alberto Casero, al que Batet en aquella ocasión llamó la atención precisamente por oponerse a que se permitiera la entrada del diputado ausente. A diferencia de lo que ocurrió con la reforma laboral, en aquella votación el resultado no variaba por aceptar o rechazar un voto más.
Letrados han apuntado que la gestión más escrupulosa de esta polémica podría haberse saldado con el resultado de un empate. No es posible votar dos veces, pero sí anularse el voto erróneo emitido por la vía telemática.
Casero sí pudo entrar concluida la votación. El artículo 80 del Reglamento del Congreso dice: «Las votaciones no podrán interrumpirse por causa alguna. Durante el desarrollo de la votación la Presidencia no concederá el uso de la palabra y ningún diputado podrá salir o entrar en el Hemiciclo».
Este escándalo acompañará a la recta final de la campaña de las elecciones de Castilla y León. Ayer mismo, el presidente del PP, Pablo Casado, se refirió a la reforma laboral que fue aprobada gracias al error del diputado popular. Los populares niegan ese error, aunque no hablen tampoco de fallo informático, y califican lo ocurrido de «atropello a la democracia» . «El Parlamento no merece este atropello democrático ni la vulneración de la voluntad de los representantes de la soberanía nacional».
El recorrido de las protestas de PP y de Vox es incierto. Fuentes parlamentarias reconocen que el modelo de votación implantado en pandemia deja demasiados agujeros, y hasta Batet asumió en una conversación con la dirección del PP que «es un sistema cogido con pinzas».
Hay una posible revisión de la Mesa del Congreso. Al menos Batet asumió el compromiso de solicitar un informe a los servicios jurídicos de la Cámara. Pero por ahí es prácticamente imposible que salga una decisión que rectifique el resultado de la votación.
El recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, anunciado por PP y Vox, sí puede ser admitido a trámite, pero es difícil que llegue a concretarse en una sentencia favorable para los demandantes, según fuentes jurídicas. El precedente, con ciertas similitudes, es la sentencia del Constitucional que en 2006 anuló una votación del Parlamento vasco por el error en el registro de un voto telemático, si bien no se trata de un caso exactamente igual al de la reforma laboral. En 2006 lo que estaba en discusión fue la falta de comprobación de un supuesto fallo en el mecanismo. La diputada del PSE aseguró haber votado «no» y, sin embargo, no se contabilizó. En este caso el voto sí se contabilizó y se descarta que se haya producido un error informático. La discusión está más bien en si cabe exigir que se aplique el Reglamento de la Cámara, a pesar de que los diputados funcionen con el sistema Covid que ha relajado las condiciones para poder ausentarse de un Pleno, a cambio de reforzar la seguridad informática.
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