Fin de etapa
García Egea: la dimisión del “escudero” de Casado y “mano dura” del PP
Los miembros del partido exigían la dimisión del secretario general a quien acusaban de haber llevado al partido a una profunda crisis
Cuando Mariano Rajoy presidía el PP, empezó a destacar un joven diputado por Murcia, considerado como el «innovador» del partido. Doctor Ingeniero por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la UPCT, ingeniero de Telecomunicaciones trató de modernizar el partido convirtiéndolo en una versión más 3.0 y, en los últimos congresos de la era «marianista» se notó en la escenografía.
Su gran amistad con Pablo Casado se forjó en el escaño. Vivió a su lado el nacimiento prematuro del hijo de Casado: «Vi cómo dormía en el hospital y luego venía al Congreso para cumplir con sus obligaciones. Tiene capacidades de ser humano excepcional», dijo del líder del PP.
Algunos le definen como «el hombre pegado a un móvil». Apostó por Casado como el futuro del partido mucho antes de la moción de censura de Sánchez. «Si no te lanzas tú, me lanzo yo», le dijo en un banco de una plaza de Madrid. En 2018, buscó los apoyos para aupar a su ya amigo Pablo Casado para que fuera proclamado líder del PP. Entonces, fue nombrado secretario general. “Mano derecha” de Casado, «mano dura» del PP. Algunos llegaron a tildar su forma de trabajo como de «Teocracia» otros creían que el “Teoismo” era la nueva religión instaurada en el PP. Era el mediador territorial, el negociador de todos los pactos posibles y los imposibles y se sentía cómodo negociando y le gustaba.
Sin embargo; con el tiempo, tanto dentro como fuera del partido algunos, hoy ya muchos, le empezaron a considerar como una «mala influencia» para Casado. Era «implacable» y dicen que siempre estaba en todas las «intrigas» populares. Aunque hay quien subraya que ese era su papel, el de «poli malo», el que le correspondía por el cargo.
Fue el artífice de los pactos de coalición con Ciudadanos que hicieron posible que se conservara entonces varios territorios hegemónicos. También logró salvar «in extremis» la fallida moción de censura de la formación naranja en la Región de Murcia, su tierra, con un órdago contra los de Arrimadas que buscaba captar miembros de Cs y unir el partido por las bases. Entre ellos, sumó a su batallón al exdirigente territorial de los naranjas, Fran Hervías, conocido como el «señor Lobo» de la época Riverista.
También ejercía el papel de «mediador», el conseguidor de los acuerdos con el ministro de la presidencia, Félix Bolaños.
Hay quien consideraba que García Egea tenía afán de liderar algún día el PP, pero él siempre lo negó y se mostraba como el «escudero» de Casado cuando alguien lo insinuaba. «Yo lo que quiero es que Pablo sea presidente y por ello trabajo». Pero, la gestión y ejecución de la crisis con Isabel Díaz Ayuso hizo que los barones pidieran su dimisión, y con ello puso en riesgo el liderazgo de Casado.
La presidenta de la Comunidad de Madrid denunció en una rueda de prensa que habría sido espiada, chantajeada y que, además, se estaba vulnerando su presunción de inocencia en el partido. Meses antes, ésta había bloqueado en el whatsapp a García Egea cuando éste le reclamaba la información por el presunto cobro de comisiones de su hermano en la compra de mascarillas. En el partido barones y militancia le apuntaron el causante de la guerra abierta.
De concejal a diputado nacional
A nivel político, empezó de concejal en el Ayuntamiento de Cieza (2007-2009), donde se proclamó campeón del mundo en lanzamiento de hueso de oliva en 2008. Cuando hablaba de ello solía decir que para ganar en ese camponato había “ciencia detrás”, pues hizo un cálculo sobre la velocidad.
Secretario de área de tecnología del PP y vicesecretario de formación de NNGG en su tierra. En enero de 2012 accedió al Congreso en sustitución de Jaime García-Legaz y fue reelegido en 2015, 2016 y 2019.
Deportista “extremo” y familiar
Hiperactivo, se define como un “padrazo”, hace no mucho tuvo a su tercer hijo y decían que pasaba más tiempo con Pablo Casado que con su mujer, Maria José Escasaín a quien un día pidió matrimonio tocándo la bandurria.
Además, es un fanático de todo lo que tenga que ver con las nuevas tecnologías y, quien se descuide puede acabar inmerso en una conversación de Inteligencia Artificial, Big Data,drones o criptomonedas. Siempre ha dicho que él “funciona por retos”. De hecho, ha participado en carreras extremas como los 101 de la Legión en Ronda o los 51 kilómetros de la fortaleza de Cartagena. Tambien practica artes marciales, la natación, el esquí. Otra de sus aficiones es la música. García Egea igual interpreta al piano, en medio del hall de un hotel en Madrid, una obra de Mozart, que coge la guitarra y le canta un villancico al PP.
Además, siempre presume de ser reservista voluntario del Ejército del Aire. Tal vez por eso se quede a la reserva, “en expectativa” de un próximo destino. Y es que, en una guerra, el primero que cae es el escudero, sobre todo si ha jugado fuerte en la batalla.
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