Memoria Histórica

El enigma del exilio republicano: ¿qué pasó con el tesoro del «Vita»?

En la Secretaría de Estado de Memoria Democrática «no obra información al respecto»

El yate «Vita» fue comprado en 1942 por la Armada estadounidense, que lo rebautizó utilizándolo como buque de patrulla durante la Segunda Guerra Mundial
El yate «Vita» fue comprado en 1942 por la Armada estadounidense, que lo rebautizó utilizándolo como buque de patrulla durante la Segunda Guerra MundialLa RazónLa Razón

Si conocida es la historia del célebre «oro de Moscú», las reservas del Banco Central de España enviadas a la Unión Soviética para sufragar el material bélico que Stalin estaba dispuesto a vender a la República en la Guerra Civil, quizá lo sea menos el periplo del yate «Vita». El oro almacenado en Cartagena fue trasladado a la Unión Soviética a bordo de los buques «Kursk», «Kine», «Neva» y «Volgoles» el 22 de octubre de 1936. La idea, que partió del ministro de Hacienda Juan Negrín, fue llevada a término por el Gobierno de Largo Caballero. La entrada en escena del «Vita» tiene lugar más tarde, cuando en febrero de 1939, de nuevo Juan Negrín –entonces presidente de la República–, encarga a Marino Gamboa –un testaferro– que flete la embarcación y la ponga a disposición de las autoridades republicanas, que la cargan en El Havre con más de un centenar de maletas y bultos que contienen objetos incautados por la Caja General de Reparaciones durante la Guerra Civil y otros de diversa procedencia. Un cargamento indeterminado de joyas, metales preciosos, cajas de bancos de particulares confiscados por el Frente Popular y propiedades robadas a la Iglesia. Según el historiador José María Zavala, también pudo incluir una partida del saqueo del Banco de España.

Gamboa pone la expedición a disposición del Servicio de Evacuación de los Republicanos Españoles (SERE), y el barco arriba al puerto mexicano de Veracruz el 23 de marzo de 1939, donde queda fuera del control del SERE y pasa a manos de la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE) dirigida por el embajador de la República en el país azteca, Indalecio Prieto, que entre enero y mayo de 1940 envía al Banco de México un fabuloso cargamento de oro fino para que proceda a fundirlo. Los refugiados por los que Prieto intercedía solo recibieron 300.000 francos en fruta. Negrín había estimado el valor de la carga en 40 millones de dólares, que algunas fuentes elevan a 300.

El abogado Guillermo Rocafort, habitual rastreador de irregularidades sobre Memoria Histórica, preguntó en enero a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, en base a la Ley de Transparencia, sobre el «Vita». Rocafort había localizado una noticia del 25 de marzo de 1977 en la que el senador socialista José Prat afirmaba en «La Vanguardia Española» queel PSOE «rendiría cuentas ante las Cortes españolas» sobre los efectos que transportaba el barco. Según decía, «el tesoro del “Vita” fue puesto a disposición de la Junta Exterior de España y empleado en atender a miles y miles de españoles en el exilio,financiándoles servicios asistenciales, gastos de transporte, colegios, etc.». Prat, que vivió «más de 32 años en el exilio», añadía: «Las cuentas [del “Vita”] se llevaron escrupulosamente y serán presentadas ante las Cortes».

Recorte en el que el socialista José Prat habla sobre el barco
Recorte en el que el socialista José Prat habla sobre el barcoLa RazónLa Razón

En base a la Ley de Transparencia, Rocafort solicitó que «se confirme si las Cortes españolas han recibido las cuentas del “Vita”», como adelantó Prat, y en tal caso se le aclare «cómo conseguir una copia»; si el PSOE tiene copia «y en qué medida recibió fondos del tesoro del “Vita”», además de «si en ese Ministerio de Memoria Democrática existe algún proyecto de estudio, informe o documentación que aclare el origen de los fondos del tesoro del “Vita”, su administración y su destino».

La respuesta a esa consulta llegó el 4 de febrero por parte de la Secretaría de Estado con un lacónico: «En esta Unidad no obra información al respecto».

En opinión del abogado solicitante, esta contestación acredita la «falta de intención de este Gobierno en conocer y difundir aquellos sucesos de la Guerra Civil que afectan directamente al PSOE, en este caso el saqueo del “Vita”, que es junto con el robo del oro del Banco de España, los dos principales expolios económicos que llevó a cabo el Frente Popular en la contienda».

Considera Rocafort que «el PSOE debe rendir cuentas del tesoro del “Vita” a las Cortes españolas, tal y como anunció su senador José Prat al objeto de conocer su manejo “escrupuloso”, así como esa Secretaría de Estado debe financiar proyectos de investigación al respecto, hoy inexistentes».