España monta un operativo sin precedentes para acoger a los desplazados de Ucrania

Angelina sale del centro de recepción de refugiados ucranianos en Pozuelo de Alarcón (Madrid), una de las tres instalaciones habilitadas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el Ministerio de Interior para atender a la avalancha de desplazados como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania. «Estoy muy bien, todo está muy bien. Es como un hotel», dice en inglés, mientras se abraza a dos conocidas que se han acercado a las instalaciones para visitarla. Forma parte de las 30 personas que ayer pasaron su segunda noche en el centro de recepción, acogida y derivación.

A diferencia de otros recursos de acogida, los ucranianos que lleguen hasta este centro podrán recibir asistencia psicológica, atención integral, información jurídica, y si lo necesitan, una plaza de acogida. Sin embargo, lo más novedoso es que en este mismo lugar podrán darse de alta, ser identificados y recibir un Número de Identidad de Extranjero (NIE), e, inmediatamente, en solo 24 horas contarán con permiso de residencia y de trabajo durante un año, prorrogable otros tres, en función de la duración del conflicto.

Según ha podido comprobar LA RAZÓN, el centro cuenta con dos espacios. Por un lado, en una amplia sala con diez mesas, se ubican los agentes de Sanidad Exterior, responsables de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), miembros de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo y el equipo de la ONG Accem, que es la encargada del apoyo a los refugiados. Fuentes de Accem explican a este medio que su labor consistirá en «apoyar el registro de las personas que huyen y la atención». Apuntan que la labor psicológica será uno de los principales retos porque los desplazados «han realizado un trayecto estresante y llegan muy asustados». Será en este primer cribado cuando también presten atención a las necesidades especiales que puedan tener alguno de ellos, como por ejemplo, alguna enfermedad.

La idea es que permanezcan entre 24 y 48 horas en estas instalaciones y que posteriormente se les derive a alguno de los centros que forman parte de la red estatal que cuenta con cerca de 10.000 plazas de acogida para personas refugiadas, distribuidas en todo el territorio nacional.

Según explican fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones por las instalaciones «pasarán diariamente 450 personas». En este centro de atención temporal han habilitado también una comisaría para identificarles, realizarles fotos y un control de seguridad mediante su huella dactilar y las bases de datos de la Policía. «La colaboración entre los dos ministerios es total», subrayan, al tiempo que aseguran que se podrá atender una unidad familiar cada 15 minutos. Una vez que abandonen las instalaciones de Pozuelo, los refugiados podrán residir y trabajar legalmente en España, así como acceder a recursos públicos, y abrir, por ejemplo, una cuenta bancaria, si lo necesitan.

La guerra en Ucrania está derribando grandes muros en la Unión Europea, entre ellos, la acogida masiva de personas que huyen de una catástrofe. El marco legal, en forma de directiva, estaba listo desde hace más de dos décadas. Pero nunca hasta ahora se había activado, ni con la llegada masiva de refugiados de Siria en 2015. Ayer mismo, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó dos órdenes ministeriales que establecen, por un lado, quiénes podrán obtener en España la protección temporal aprobada en Europa para los refugiados y, por otro, cómo será el proceso para tramitar esas solicitudes. «Hemos montado todo el sistema en un día y medio», reconocen desde el ministerio que apuntan a la urgencia de la situación de estas personas como el leit motiv de la rapidez para montar y poner en marcha esta instalación.

Oficialmente el centro empieza hoy su funcionamiento, aunque ayer ya durmieron 30 personas en su interior. «Esperamos principalmente mujeres y niños», explican. En un principio, llegarán las personas que contacten con el ministerio o sean derivadas de otras instituciones, no obstante, tampoco descartan que acudan hasta allí otras personas que hayan llegado mediante caravanas privadas. Según los datos del ministerio, alrededor de 1.000 desplazados por la guerra ya están en el sistema de acogida español, sin embargo, se cree que hay bastantes más en el país pero con familias o en redes de acogida.