Relevo en el PP

Feijóo paralizará la venta de la sede de Génova

La cercanía del líder en ciernes a Rajoy y al «clan gallego» permitirá que Enrique López siga siendo el interlocutor con la carrera judicial

OVIEDO, 17/03/2022.- El presidente de la Xunta de Galicia y futuro líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (c), durante un acto de la formación celebrado este jueves en el Teatro Campoamor de Oviedo. EFE/EFE/ J.L.Cereijido
OVIEDO, 17/03/2022.- El presidente de la Xunta de Galicia y futuro líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (c), durante un acto de la formación celebrado este jueves en el Teatro Campoamor de Oviedo. EFE/EFE/ J.L.CereijidoJ. L. CereijidoAgencia EFE

Génova dejará de estar en venta cuando el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, asuma la dirección nacional del partido. No habrá mudanza del edificio histórico de los populares. Esta decisión, la paralización de un proceso que entra en la herencia del anterior equipo, marcará simbólicamente el arranque de la nueva etapa tras el congreso del PP de abril.

Pablo Casado hizo este anuncio después de las últimas elecciones catalanas, en las que el PP consiguió solo tres escaños y se quedó por debajo de Vox y de Ciudadanos. Para poner sordina a aquel rotundo fracaso, el equipo de Casado presentó esta mudanza formalmente en sociedad, y fue contestado por algunos dirigentes del PP, entre ellos Feijóo.

El líder gallego se quejó de que no se hubiera consultado al partido y marcó distancias con la decisión, erigiéndose en portavoz de un sentir interno que no se identificaba con la visión de Casado y de su equipo de que había que abandonar la sede histórica del partido como gesto de ruptura con la corrupción.

En octubre del año pasado el PP anunció que había escogido a la consultora Colliers para encargarse del proceso, tanto de la vía para deshacerse de su sede nacional como de la compra o alquiler del nuevo edificio. La intención era que el traslado pudiera hacerse a lo largo de este ejercicio. «Considero que no debemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando por los tribunales», afirmó Casado cuando comunicó la iniciativa de salir de Génova.

La Audiencia Nacional ha considerado probado que el PP pagó en negro las obras realizadas en la sede, condenó al ex tesorero Luis Bárcenas, al PP, como responsable subsidiario, y también a los socios de la empresa de reformas.

Sin embargo, la decisión de mudarse de un edificio, que también representa la historia de las victorias del PP, conlleva inconvenientes en clave interna y externa que no pasan por alto dentro de la organización popular. La operación sería analizada con lupa en el ámbito mediático para buscar el titular de que «el PP saca una plusvalía de x por la venta de una sede que reformó ilegalmente», explican en el partido. Además, sería sometida a escrutinio la elección del nuevo edificio, su titular, la empresa que pudiera beneficiarse... Y tampoco es tan sencillo encontrar una nueva sede, sin caer en el estilo palaciego de algunas de las alternativas ojeadas por el equipo anterior, que cumpla con la necesidad de tener alrededor un espacio lo suficientemente amplio y simbólico como para acoger celebraciones del PP como las victorias electorales.

En cuanto al problema económico, el de la sostenibilidad del edificio, quienes conocen el funcionamiento de la estructura de la sede, y se saben las cuentas, apuntan que «el problema está en la plantilla, en todos los que trabajan en Génova cuando se tienen solo 89 escaños». Por eso, tras las últimas elecciones generales, buena parte del personal fue reubicado, sobre todo en la administración de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento, «lo que nos ha evitado tener que hacer un ERE». «Si el PP recupera un porcentaje de voto que le permita superar los 100 escaños, la situación cambiará y no tendremos ningún problema».

El cambio de mando nacional, que se formalizará en el cónclave de Sevilla, está también haciendo que se movilice el llamado «clan gallego», a la espera de recuperar espacios que perdieron en segundos y terceros niveles con la caída de Mariano Rajoy.

Feijóo habla muy a menudo con el ex presidente del Gobierno y en el PP creen que puede ser una de las pocas voces a la que el ex presidente de la Xunta escucha y de la que se fía. Esta proximidad a Rajoy, y conversaciones que ya han empezado a producirse, llevan a que en el PP den por hecho que el interlocutor con la carrera judicial seguirá siendo el consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de Madrid, Enrique López.

La renovación pendiente del CGPJ será uno de los primeros temas que Feijóo se encontrará encima de la mesa cuando llegue a la Presidencia del PP y tenga que abrir relaciones con el Gobierno de Sánchez. Llega, por cierto,dispuesto a pactar esta renovación, pero no como un acuerdo único de intercambio de cromos porque ya ha advertido de que hay otras prioridades para los españoles, además de dar estabilidad a las instituciones.

Su reto está en conformar un buen equipo con lo que deja en herencia Casado tanto en Génova como en el grupo parlamentario. Para señalar al PP que empieza un nuevo tiempo, está obligado a hacer importantes cambios en la estructura de dirección en Génova, pero en el grupo en el Congreso los diputados son los que son, y ahí tendrá un problema para encontrar un referente que se mida en el cuerpo a cuerpo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La solución más fácil, ante el banquillo que tiene, sería mantener a Cuca Gamarra. Por otra parte, Feijóo tampoco tiene a día de hoy claro si irá al Senado sólo para medirse cada quince días con Sánchez, y si éste así lo quiere.