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Análisis

¿Ha influido EE UU en el giro de España en el Sáhara? Cinco claves que lo explican

La invasión de Ucrania está reorganizando el tablero mundial con la vista puesta en la energía

El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una videoconferencia Borja Puig de la BellacasaPool Moncloa/EFE

El viernes por la tarde saltó la noticia. El rey de Marruecos, Mohammed VI, hizo pública la misiva en la que el presidente español, Pedro Sánchez, anunciaba un giro de 180 grados en la política exterior al abandonar la histórica neutralidad española en la cuestión del Sáhara para abrazar las exigencias de Marruecos y apoyar sus posiciones en el conflicto del Sahara Occidental. Fue un anunció que pilló por sorpresa al Gobierno ya que el jefe del Ejecutivo se encontraba fuera de España en su gira europea para buscar aliados en su propuesta energética mientras que el jefe de la diplomacia, José Manuel Albares, se encontraba en Barcelona. Este cambio de posición ha despertado suspicacias entre el socio del gobierno, que no fue informado de este giro y de la oposición que reclama explicaciones en el Congreso, que llegarán el próximo miércoles 30 de marzo, doce días después del estallido de la filtración.

Entre los análisis que explican este giro gana fuerza el acercamiento a EE UU, un socio con el que Sánchez intenta reforzar lazos desde que llegó a la Moncloa, con irregular resultado. Sin embargo, al menos cinco factores, relacionados con la administración Biden, pueden explicar este cambio de rumbo.

La importancia del Gas

En medio de la invasión rusa de Ucrania, el gas se ha convertido en un protagonista de la tensiones diplomáticas y el nuevo orden político que puede surgir tras el conflicto bélico. España, respecto a otros países europeos, se encuentra en una posición dominante debido a la diversificación de fuentes de abastecimiento. Sin embargo, en las últimas semanas se ha producido un cambio interesante en la llegada de gas a España. Estados Unidos se ha situado al frente de las importaciones de gas licuado. Un país que hace apenas un año vendía la mitad de gas de lo que lo hace ahora, sin embargo, el conflicto bélico le sitúa a la cabeza, al representar en febrero casi un 34%, según los últimos datos actualizados por Enagás.

Intensa agenda de la número dos de Albares y la visita de la vicesecretaria Sherman

La número dos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ángeles Moreno Bau, ha mantenido contactos de primer nivel con dirigentes estadounidense desde comienzo de este año. No en vano, consolidar y afianzar la relación con Washington ha guiado la acción exterior española en los últimos meses. Prueba de ello es la colaboración que ambos países mantuvieron durante la crisis de refugiados en Afganistán donde España facilitó la llegada de personas procedentes Kabul a las bases estadounidenses en suelo español. Ese gesto precipitó la primera llamada telefónica entre el presidente de EE UU, Joe Biden con el español.

Moreno Bau se reunió el 19 de enero en la Casa Blanca con el viceconsejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jon Finer, para analizar la situación de Ucrania y estudiar las posibles respuestas de la OTAN ante la crisis, según El Mundo y El Confidencial. Además, tal y como Moreno Bau publicó en sus redes sociales, en febrero mantuvo contactos con la administración Biden que continuaron y se prolongaron también en el mes de marzo.

Precisamente, tras mantener encuentros con su homóloga Wendy Sherman en Madrid, la estadounidense puso rumbo a Argelia y Marruecos, y se cree que pudo influir su visita para el acercamiento entre Rabat y Madrid.

Posición de EE UU sobre el Sáhara

En el tablero marroquí juegan diferentes actores. España, antigua potencia colonial, que en 1975 abandonó el Sáhara, mantiene fuertes lazos con el pueblo saharaui, con el Frente Polisario y, a la vez, con Marruecos. De ahí, que el año pasado decidiera acoger al líder del Frente Polisario en un hospital español para que se recuperara de la covid. Por otro lado, EE UU fue el primer gran país en apoyar las aspiraciones anexionistas de Rabat por decisión del anterior presidente, Donald Trump, una posición que Biden no ha modificado, y Francia también apoya dado que es el principal socio europeo de Rabat y ve con buenos ojos sus pretensiones. El nuevo giro de España le concilia con París y Washington.

Pedro Sánchez con Mohammed VIMoroccan Royal PalaceAgencia AP

EEUU reitera su apoyo al plan de Marruecos para el Sáhara tras el respaldo español

Fue el viernes, al poco tiempo de hacerse pública la carta del Rey de Marruecos. El Gobierno de Estados Unidos reiteró que el plan de Marruecos para el Sáhara Occidental es una iniciativa “seria, creíble y realista”, después de que Marruecos anunciara que España apoyara esta propuesta marroquí presentada en 2007. En este sentido, un portavoz del Departamento de Estado dijo a Efe que esta postura ya fue expresada la semana pasada durante la visita de la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, durante un viaje a Rabat, posterior a su encuentro con la número dos de Albares.La fuente apuntó que EEUU considera el plan de Marruecos como “un enfoque potencial para satisfacer las aspiraciones de la gente del Sahara Occidental”.

Paralelamente, en una entrevista a la Cadena Ser, la embajadora de EE UU en España, Julissa Reynoso, sobre si fue informada por el Gobierno español antes de que Marruecos anunciara el cambio de postura española, señaló que “tenemos contacto continuo con personas del Gobierno español. Hablo a diario sobre varios temas. Este tema es algo que hemos tocado en el pasado. Pero no voy a entrar si consultaron o no. No me toca”.

Cumbre de la OTAN y Presidencia de la UE

Este cambio en la posición de España respecto a la cuestión del Sáhara podría inaugurar un nuevo tiempo en las relaciones bilaterales entre España y EE UU con la vista puesta en dos grandes citas. Por un lado, España acogerá la próxima cumbre de la OTAN en Madrid los días 29 y 30 de junio de 2022. Sin duda, una buena relación con EE UU garantizará el éxito de la cita, que además, se celebrará en medio de las tensiones con Rusia y la promesa del presidente español de aumentar gradualmente la inversión en Defensa hasta acercarse al 2% que exige la Alianza. Además, un año después, durante el segundo semestre de 2023, España ocupará la presidencia de la UE, un cargo rotativo que dará a España un mayor protagonismo y visibilidad.

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