Memorias

Pablo Iglesias, sobre la compra del chalet de Galapagar: “Lo volveríamos a hacer”

El ex dirigente de Podemos y ex vicepresidente del Gobierno repasa en sus memorias la polémica compra de su chalet a las afueras de Madrid. Habla del adiós de Errejón y se permite algún consejo a Yolanda Díaz

Casa de Pablo Iglesias e Irene Montero en el término de Galapagar. 06/11/2020. © Jesús G. Feria.
Casa de Pablo Iglesias e Irene Montero en el término de Galapagar. 06/11/2020. © Jesús G. Feria.Jesús G. FeriaLa Razon

Hay dos tipos de libros de memorias política. Por un lado, están los que tienen la vocación de pasar a la historia y ser una herramienta, en ocasiones interesadas, para aquellos que estudien el pasado en el futuro, como puede pasar con los textos de Churchill o De Gaulle. También están los que tratan de realizar un ajuste de cuentas, de realzar su papel, pese a haber permanecido en las sombras, como sucede, por ejemplo, con Alastair Campbell, el que fuera asesor de Tony Blair en Dowing Street. Y luego está la mezcla de estos dos aspectos. Eso es lo que ocurre con un ensayo que aparece esta semana de la mano de Navona en librerías y que firma Pablo Iglesias, quien fuera vicepresidente tercero del Gobierno. Su título no deja lugar a dudas: “Verdades a la cara. Recuerdos de los años salvajes” y está escrito en colaboración con el periodista Aitor Riveiro.

Pese a su indudable carácter autobiográfico, Iglesias afirma en las primeras páginas que no es esa su intención porque “las memorias tienen algo de ajuste de cuentas meditado y de vanidad. En los libros de memorias se ejecutan venganzas con precisión de cirujano y se suelen hacer autorretratos generosos con uno mismo”.

Lo que ha hecho es seguir un consejo: “Ernest Folch y Jaume Roures simplemente me convencieron de que el acoso que había vivido desde que entré al Gobierno había que contarlo. Que, quizá, era esa mi última obligación política. Acepté con una condición: yo no iba a escribir una mierda”.

El chalet de Galapagar

El libro se inicia con el acoso que tanto Pablo Iglesias como su pareja Irene Montero, cuando deciden instalarse en un polémico chalet en Galapagar, a las afueras de Madrid.

El que fuera vicepresidente sitúa todo como punto de partida el 6 de marzo de 2020, dos meses después de su llegada al Gobierno, momento en el que comienzan las concentraciones en la puerta de su casa que se fueron repitiendo por parte de grupos ultra. “La consecuencia inmediata fue un cambio total en nuestro día a día en el ámbito personal: tuvimos que dejar de salir a pasear con los niños, no podíamos sacar a los perros ni ir al supermercado. Teníamos que pedir favores para hacer estas tareas sencillas, habituales, a las que casi no das importancia porque asumes que, en una democracia, nadie te va a impedir llevar una vida familiar normal”.

¿Habría adquirido la casa de saber la que se le venía encima? Pablo Iglesias reconoce que “nos podíamos haber permitido comprarnos un buen piso en Madrid, incluso más caro que la casa que finalmente adquirimos”. Pero añade: “Yo era consciente de que un piso en Madrid, aunque costara más dinero que un chalet, no tendría el mismo significado. No obstante, decidimos poner a nuestra familia por delante de cualquier otra consideración. Y lo volveríamos a hacer”.

El adiós de Errejón de Podemos

Más centrados en política, el libro también se refiere a la marcha de Íñigo Errejón de Podemos, algo que se fragua durante una cena en el domicilio del periodista Ignacio Escolar con la presencia del sociólogo Narciso Michavila.

“En aquellos días se produjo una cena en casa del periodista Nacho Escolar con Errejón y Michavilla —el mismo Nacho me la confirmó—. Allí, por lo visto, Michavilla enseñó datos a Errejón que le aseguraban un buen resultado a su partido si se presentaba a las generales. Al parecer, los argumentos de Michavilla fueron muy convincentes. La creación de Más País daba argumentos a los partidarios para dejar gobernar al PSOE en solitario y no arriesgar”.

El consejo a Yolanda Díaz: evita el gin-tonic con los amigos

En el libro hay algunas curiosidades, como los consejos que dedica a Yolanda Díaz cuando ella pasa a ser vicepresidenta, como cuando le recomienda que “que evitara salir por la noche, que evitara disfrutar de un gin-tonic en una terraza con amigos como puedes hacer cuando no tienes responsabilidades políticas importantes. Cualquiera puede decir tres idioteces que se entienden en el contexto de la terraza con amigos, pero que, si alguien grabase con un móvil, podrían hacer muchísimo daño”.