Memoria Histórica
La Armada quiere recuperar la hélice del crucero «Canarias»
«Cesado el interés» municipal en Santa Cruz de Tenerife, la pieza sería empleada «con fines museísticos»
La Armada Española –que por decisión propia pasará a llamarse en breve únicamente Armada–, quiere recuperar la hélice del crucero «Canarias», un elemento que le pertenece por simbolismo, tradición e Historia.
Fuentes de la Armada aseguran que el pasado 17 de febrero se enteraron «por los medios de comunicación» de la retirada de la pieza y han «elevado una consulta al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, una vez que la Junta del Puerto ha decidido que no la quería ya en sus instalaciones». Este paso parece lógico, habida cuenta de que fue la propia Armada –de manos del comandante general de la Zona Marítima de Canarias, vicealmirante Francisco Jaráiz Franco– la que hizo entrega de la hélice del histórico buque «en un acto solemne» que tuvo lugar en Santa Cruz de Tenerife el 16 de enero de 1980. Si la devolución se hace efectiva se cerraría un círculo en el tiempo después de 42 años que restituiría una parte del crucero a la fuerza naval de la que un día formó parte. «Es una posibilidad una vez que ha cesado el interés por un bien que tiene valor histórico» y sería empleado «para su exposición pública con fines museísticos», aseguran a LA RAZÓN las citadas fuentes, sin determinar una posible ubicación, aunque podría ser Las Palmas.
«Para que quede arrumbado, lo recuperaría la Armada», insisten estas fuentes sobre la hélice, «una obra de ingeniería» que «podría acabar corrompida por el deterioro lógico del paso del tiempo» si nadie lo remedia.
La hélice es uno de los 80 símbolos «ilegales» incluidos en el catálogo que ha elaborado el Gobierno canario sobre los vestigios –monumentos, calles y menciones franquistas– existentes en Santa Cruz de Tenerife. «La Autoridad Portuaria está cumpliendo la Ley de Memoria Histórica. El Ejecutivo ha ordenado la retirada de los símbolos franquistas y eso es lo que estamos haciendo», señalaron fuentes de este organismo al desplazar una pieza que estaba ubicada en el acceso al Muelle Norte por la Avenida de Anaga, donde –a solo unos metros– se encuentra otro de los elementos que «deben ser retirados de forma definitiva del espacio público», el Ángel de la Victoria de Juan de Ávalos, cuya defensa abandera la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel (AIPPH), interesada también por el destino de la hélice del «Canarias».
El buque tiene una larga relación con Tenerife. En 1937 las autoridades isleñas se ofrecieron a Franco para costear la bandera de combate del «Canarias», que se sufragó en parte con una suscripción popular basada en la venta de boletos de 25 céntimos. La entrega –a cargo de un grupo de jóvenes de la sociedad santacrucera, ataviadas con el traje típico–, se hizo en 1940, con grandes festejos militares, civiles y religiosos.
El 21 de junio de 1974 el «Canarias» realizó su última escala en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde se le rindió un caluroso homenaje. Y, en 1975, cuando fue dado de baja en la Armada, las autoridades tinerfeñas intervinieron de nuevo para solicitar que el crucero les fuera entregado para convertirlo en buque-museo, aunque finalmente fue desguazado dos años después.
Otros restos en el punto de mira en la isla son el Monumento a los Caídos, ubicado en la plaza de España; el busto a Joaquín Amigó de Lara; las placas del Instituto Nacional de la Vivienda, el escudo de la Comandancia Naval y la lápida a los Caídos de Igueste de San Andrés.
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