Terrorismo
Los miembros de la Guardia Civil de la unidad GAR-SI Sahel se encuentran replegados en España
La presencia de los mercenarios del grupo ruso “Wagner” en Mali puede complicar la situación de lucha contra el yihadismo en vez de mejorarla, según expertos. Pretendían acusar a los franceses de ocultar fosas comunes
El recrudecimiento terrorista en el Sahel, a cargo de las dos bandas yihadistas que operan en la zona, el JNIM (Al Qaeda) y la franquicia del Estado Islámico, coincide con una situación de impasse del proyecto GAR-SI Sahel, que debería renovarse en junio. De hecho. los miembros de la Guardia Civil integrados en dicho proyecto, y que estaban destinados en Mauritania, Chad, Mali, Níger, Burkina Faso y Senegal, se encuentran replegados en España, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto. Precisamente, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha garantizado hoy su continuidad, pero para eso hará falta que se firme la citada renovación, lo que va a conllevar la pérdida de varios meses de operatividad.
Además, está el problema de las cantidades económicas que deben ser destinadas para la presencia de dichos agentes en la zona, que se gestionan a través de la FIIAPP (Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas) y que son claramente insuficientes, según las mismas fuentes.
La situación en la zona, según expertos que operan sobre el terreno, puede deteriorarse, sobre todo por la anunciada retirada parcial de Francia de Mali y su “sustitución” por los mercenarios rusos del grupo “Wagner”, próximos al Kremlin, que ya han sufrido las primeras bajas (un secuestro por parte del JNIM y un muerto en Hombori, al estallar un artefacto) y cuya misión “puede complicar aún más las cosas”.
La lucha contra el yihadismo en el Sahel es fundamental para el la seguridad en Europa y, si las cosas no se hacen bien, “nos podemos encontrar con un peligro en el flanco sur al que hay sumar el actual de Ucrania”, según el análisis de dichos expertos. “A ver si va a ocurrir lo que pasó en Afganistán, tras la invasión rusa y la retirada forzada de los soviéticos”, subrayan. Se refieren a que los talibanes se hicieron con el poder y facilitaron la instalación de bases operativas de Al Qaeda, desde las que se lanzaron ataques contra distintos objetivos internacionales. Ahora, si se descuida la lucha antiterrorista en el sahel, la llegada de células a Europa se da por hecha, con el peligro que ello conllevaría.
Según el recuento de lo ocurrido en los últimos días en el Sahel, Mali, Níger y Burkina Faso, han sufrido en la última semana una oleada de atentados que dejaron al menos 55 muertos entre fuerzas de seguridad, presuntos terroristas y civiles, uno de ellos el citado “instructor” ruso.
Las Fuerzas Armadas malienses (FAMA), con las que ahora colaboran los de “Wagner” (unos 2.000 mercenarios), informaron de que se trataba de un “instructor” ruso que murió al estallar el pasado martes un artefacto casero al paso de un convoy formado por efectivos rusos y malienses a la entrada de la localidad de Hombori, en el este del país, un ataque al que siguió una “redada” en la que murieron al menos 18 personas del “lado enemigo”. Sin embargo, según denunciaron testigos que cita Efe, la gran mayoría de los fallecidos eran civiles que compraban y vendían productos en el mercado semanal de la localidad, donde se congregan miles de personas.
El pasado viernes, el Ejército maliense informó del hallazgo de cadáveres en una “fosa común” cerca de un cuartel en la localidad Gossi que estaba hasta el martes bajo el control de la fuerza antiterrorista francesa Barkhane, en proceso de repliegue del país debido precisamente a la supuesta presencia de “Wagner” en Mali.
Lo hizo después de que la publicación en varios medios de comunicación franceses de imágenes grabadas por el Ejército galo con un dron, a las que ha tenido acceso LA RAZÓN, en las que aparecen presuntos mercenarios rusos enterrando cadáveres el jueves a tres kilómetros del cuartel, unos cuerpos que podrían provenir de Hombori, de donde, según los testigos, se llevaron 18 cadáveres en un camión.
Las imágenes fueron difundidas por Francia horas antes de la comunicación del Ejército maliense, con la intención de adelantarse a una presunta operación de desinformación del gobierno golpista de Mali para culpar a los franceses de esa “fosa común”.
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