In extremis

El Gobierno salva el decreto anticrisis gracias a Bildu

La convalidación ha salido adelante sin sobresaltos con 176 “síes”, 172 “noes”, entre ellos PP y ERC, y una abstención.

El Gobierno consigue salvar “in extremis” el decreto de medidas para paliar los efectos de la guerra en Ucrania. Tras horas de negociaciones maratonianas y cesiones del Ejecutivo, Moncloa consigue decantar la balanza de los votos positivos a su favor, aunque la mayoría sigue siendo muy precaria -apenas unos pocos votos de margen-. El decreto ha salido adelante sin sobresaltos con 176 “síes”, 172 “noes” y una abstención. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha celebrado a la salida del pleno que haya primado “el interés general” sobre el “politiquerío de algunos”. “Es importante recuperar una política sana que conecte con las demandas de los ciudadanos”, ha señalado el jefe del Ejecutivo, que se ha visto obligado a cancelar un viaje oficial a Moldavia y Polonia para estar hoy en el Congreso.

Con el foco sobre el PP y ERC, que finalmente se han opuesto, han sido los soberanistas vascos y catalanes EH Bildu y el PDeCAT quienes con su respaldo han salvado al Gobierno, y les permite llegar a la mayoría absoluta, superando el horizonte de los votos en contra. El Gobierno aceptó anoche la pretensión de los partidos de la oposición de tramitar el decreto como proyecto de ley para permitir que los grupos pudieran hacer incorporaciones al texto que justificaran su adhesión al mismo. Un movimiento que buscaba acercar la abstención del PP, que finalmente no fue decisiva.

La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha defendido su apoyo por “responsabilidad”, pero ha recordado que se ha abierto una “brecha” entre el Gobierno y sus socios. “Es un momento delicado y enormemente grave”, ha reconocido tras el escándalo del presunto espionaje, que ha comprometido el voto de otros socios clave como Esquerra. Una “responsabilidad” que también utilizó como argumento el diputado del PDeCAT, Ferrán Bel, para desmarcarse de otros partidos soberanista catalanes como Junts o la CUP, que han votado en contra.

También ERC se ha opuesto. Los republicanos vuelven a dejar solo al Gobierno, como ya ocurriera con la reforma laboral, conscientes -como entonces- de que sus votos no son decisivos. De este modo, los independentistas pueden permitirse el lujo de dejar a un lado los intereses de los ciudadanos, también catalanes, y optan por infligir un castigo al Ejecutivo, “después de que no asuma responsabilidades por el espionaje del caso Pegasus”, según ha informado el partido en un comunicado.

En el bloque de la derecha, el PP confirmó que finalmente su voto sería en contra. Si bien los populares negociaron ayer hasta última hora con el Ministerio de Hacienda, el consenso fue imposible, porque, argumentan, el Gobierno no tenía verdadera vocación de negociar con ellos. “Cuando ves que no tienen ninguna intención de hablar contigo y priorizan a otros...”, comentan fuentes populares, que consideran que “hay un bloque de la investidura y cualquier cosa que proponga el PP no se atiende”.

Esta posición que revelaron en privado ya se podía anticipar por el tono duro del portavoz Jaime de Olano en tribuna, que ha espetado al Gobierno que “no son de fiar” y ha criticado el hecho de que se apoye en partidos como Bildu, en vez de haber pactado medidas con los populares para el decreto. “Este real decreto es una nueva decepción, un parche para tapar sus errores”. “Hoy asistimos al cambalache del señor Sánchez con los herederos de ETA. El Gobierno ha elegido a Bildu frente a los partidos constitucionalistas”, ha lamentado.

Los avisos de los socios

El decreto que avalan parte de los socios, viene, sin embargo, con un mensaje de aviso al Gobierno. Los aliados llevan pidiendo desde hace tiempo más diálogo y negociación del Gobierno con las Cortes. Se sienten desatendidos por parte del Ejecutivo al que apoyan en el Congreso de los Diputados. Es por ello que el voto que hoy emiten a favor, no será un cheque en blanco y eso han querido remarcar en sus discursos en el Pleno, donde han dejado ver su malestar por el presunto espionaje a políticos y han advertido de la debilidad parlamentaria de la aritmética de PSOE y Unidas Podemos. La desconfianza se ha instalado en el Parlamento, pero los partidos no han querido dejar caer el real decreto ley apelando a la “responsabilidad” para con los ciudadanos.

La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha querido recordar al Gobierno porqué se ven imprescindibles para la gobernabilidad. O su apoyo o el PP, ha venido a decir. “Somos los independentistas vascos y de izquierdas quienes posibilitamos los derechos para la ciudadanía, quienes frenamos los recortes de libertades”, ha remarcado. Así, los cinco diputados de Bildu, que salvan el decreto, actuarán “con responsabilidad”. “Espiar no es tenernos respeto ni mostrar responsabilidad con la ciudadanía. No eludimos que esto ha agravado la situación enormemente”.

Desde el PNV, su portavoz ha reconocido que el decreto ha llegado “embadurnado” por Pegasus pero han apostado por “desligarlo” para “no dejar a nadie atrás”, en relación a la ciudadanía. Eso sí, los avisos por la falta de interlocución del Ejecutivo, también han llegado. “No tienen mayoría absoluta, pero actúan como si la tuvieran”. Además creen que cuando el Ejecutivo no cuenta con los números para aprobar las medidas, “responsabilizan a los grupos”, acción que ha censurado.

Esquerra, que lleva días avisando que no tiene miedo a “tumbar” el Gobierno, ha mostrado con contundencia su enfado por el asunto de las escuchas. Su portavoz Montserrat Bassa, ha sido clara para dar el “no”. “Si quieren saber que vamos a votar en nuestro decreto, pregunten al CNI o la ministra Robles. En el PDeCAT, al igual que en el caso del resto de aliados, el voto a favor ha costado. “Una vez más asumimos la responsabilidad”, ha dicho su portavoz Ferran Bel. “Si votamos en contra, hacemos que los ciudadanos que van a llenar su depósito no reciban ayudas”, ha ejemplificado.

El socio minoritario en Moncloa, Unidas Podemos también ha mostrado su malestar por las escuchas. “Es una vergüenza democrática”, ha explicado el portavoz Pablo Echenique, quien ha recalcado que el apoyo que hoy muestran los grupos es “por responsabilidad”. Ha recomendado a la parte socialista del Gobierno “proteger” a la mayoría de la investidura y ha sacado pecho de algunas de las medidas del real decreto ley, como la congelación del alquiler, a las que ha nombrado bajo el sello morado.