Defensa

Los padres del piloto de F-18 fallecido en accidente aéreo en la Base de Torrejón denuncian a la juez del caso ante el CGPJ

Le acusan de filtrar un auto con el consiguiente “perjuicio moral” a la familia y al prestigio personal y profesional del teniente Fernando Pérez Serrano

El teniente Fernando Pérez Serrano, fallecido en accidente aéreo en la Base de Torrejón el 17 de octubre de 2017
El teniente Fernando Pérez Serrano, fallecido en accidente aéreo en la Base de Torrejón el 17 de octubre de 2017Imagen cedida por la familia

Han pasado algo más de cuatro años desde que el teniente del Ejército del Aire Fernando Pérez Serrano falleciera al estrellarse su caza dentro de la base de Torrejón de Ardoz (Madrid).El accidente se produjo durante la maniobra de despegue, al sufrir el aparato “una pérdida de potencia”, según indicó en las primeras horas de lo ocurrido el Ministerio de Defensa. El piloto, que tenía 26 años y pertenecía a la 65ª promoción del Cuerpo General del Ejército del Aire, de la que fueel número uno y recibió la Cruz al Mérito Aeronáutico por ello, no pudo eyectarse del aparato.

Tiempo después se filtraría que, una herramienta de unos 15 centímetros, olvidada en el motor derecho, pudo ser el desencadenante para que el avión, una vez terminada la carrera de despegue, no llegara a alcanzar la potencia necesaria y, ya en el aire, pasara a una situación de fuera de control que no pudo ser recuperada, impactando contra el suelo.

Lo ocurrido dio lugar a unas Diligencias Previas por parte de la jurisdicción militar, que continúan abiertas, a pesar del tiempo transcurrido desde el accidente, y de las que es juez instructora la comandante Patricia Moncada.

El teniente y piloto de F-18 Fernando Pérez Serrano fallecido en accidente aéreo en la Base de Torrejón
El teniente y piloto de F-18 Fernando Pérez Serrano fallecido en accidente aéreo en la Base de TorrejónImagen cedida por la familia

“Profundo dolor”

En las últimas semanas se ha filtrado un auto dictado por el Juzgado Togado Militar Territorial número 11, de la que es autora dicha magistrada, donde viene a “culpar” al piloto, que siempre había tenido un comportamiento personal y profesional excelente, de casi su propio fallecimiento al apuntar que tenía una actitud “errática”.

La filtración publicada por un medio de tirada nacional ha causado un “profundo dolor” en su familia ya que daña la reputación y el buen nombre del teniente, número uno de su promoción y quien destacaba en numerosas áreas en el ejercicio de su trabajo. De hecho, sus amigos y compañeros le recuerdan como alguien que “rozaba la perfección” y que “hacía fácil lo difícil”, siendo “el primero en todo, hasta para irse”. La madre del piloto, Concha Serrano asegura que “intensifican nuestro dolor al querer ensuciar el nombre de mi hijo con mentiras.Fernando murió un 17 de octubre de 2017 y sigue muriendo, nos lo siguen matando y nos matan a nosotros”.

El teniente Fernando Pérez Serrano (segundo por la izq.) con el equipo de Pentatlón Aeronáutico del Ala 12, en 2015.
El teniente Fernando Pérez Serrano (segundo por la izq.) con el equipo de Pentatlón Aeronáutico del Ala 12, en 2015.Imagen cedida por la familia

Denuncia ante el CGPJ

Según ha podido saber LA RAZÓN la titular del Juzgado Togado Militar Territorial núm. 11 de Madrid, ha sido denunciada por los padres del teniente fallecido ante el Consejo General del Poder Judicial.El motivo de la denuncia, a cuya tramitación se ha procedido por la Sección de Apoyo a la Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial, no es el evidente retraso en la instrucción, sino la posible comisión de una falta grave por parte de la juez, por presunta filtración a la prensa de datos e información contenida en el procedimiento y que, según los denunciantes, no debían haber salido a la luz pública.

Esa información ha sido, sin embargo, publicada el pasado 15 de abril, en un artículo en el que se transcribe todo lo expuesto en el auto dictado por la juez Moncada, donde, destacan sus padres, “se realizan afirmaciones gravemente atentatorias contra el honor y la buena reputación del teniente fallecido, acusaciones de las que él, desgraciadamente, ya no puede defenderse”.

Los padres se encuentran personados en el procedimiento y, a través de su abogado, han recurrido el auto e interesado, al igual que el fiscal jurídico militar, el archivo de las actuaciones,convencidos de la “inutilidad de su continuación”.

Según la denuncia, ésta no sería la única filtración que correspondería, presuntamente, a la juez Moncada, ya que el 1 de julio de 2019 también una información en el mismo medio dio cuenta de una resolución emitida por la misma magistrada “que perjudicaba igualmente la imagen del teniente fallecido”. La exposición de motivos contra la juez se basa en una serie de acumulación de indicios que llevan a la comandante juez como presunta autora de las filtraciones.

Además, la denuncia recoge la coincidencia de otros artículos publicados a lo largo de varios años en el mismo medio, relativos a procedimientos en fase de instrucción en los dos Juzgados Togados Militares Territoriales de Madrid donde se encontraba como magistrada. Y es que, esta filtración ha ocasionado, destaca el texto, un “enorme perjuicio moral que implica para los padres y familia del oficial fallecido el hecho de que, información que afecta y atenta gravemente a su prestigio personal y profesional”, aparezca en un medio de tanta difusión.

El auto

En dicho auto la juez da por buena la declaración del entonces Jefe del Escuadrón de Mantenimiento, que ya no presta servicio en el Ejército, quien en una segunda declaración dijo que el teniente “sufrió un cambio de actitud” tras regresar de Yibuti, donde fue comisionado forzoso como traductor de francés para la Operación Atalanta, entre julio y noviembre de 2016. La juez considera que, a partir de entonces, “su conducta se volvió errática y temeraria”. -La decisión de enviarlo a esta misión, como traductor de francés, “frenó la progresión de su carrera como piloto de combate, descolgándose de sus compañeros, pasando cuatro meses en tierra: perdió las calificaciones de vuelo que tenía y tuvo que recuperarlas”-.

El teniente Fernando Pérez Serrano en Yibuti
El teniente Fernando Pérez Serrano en YibutiImagen cedida por la familia

Siete días antes del accidente, el propio piloto solicitó a su Jefe de Escuadrón no realizar el vuelo nocturno que tenía programado por encontrarse indispuesto para realizarlo. Su comportamiento es tildado por la juez de “errático e insensato” quien considera que mantener volando al teniente “podía ser un riesgo grave para la seguridad en vuelo”. La madre del teniente Pérez Serrano desmiente este aspecto y asegura que es “completamente falso” que su hijo tuviera una conducta “errática” y no estuviera en condiciones de volar, como estima la juez Moncada. De hecho, la aptitud para el vuelo le había sido reconocida en todos los reconocimientos médicos que había pasado, el último de ellos solo unos meses antes del accidente. Quien puede que tenga una conducta errática es la juez al “permitir” que se filtren unas diligencias sumariales que deberían permanecer en secreto”. Se pregunta, incluso, si es lógico o habitual que, a un piloto de reactores se le envíe como traductor de francés a Yibuti, a ocupar un puesto que anteriormente lo cubría un suboficial.

La madre del teniente Pérez Serrano recuerda que su hijo, entonces, tenía “unas ganas enormes de comerse el mundo, de trabajar y dar lo mejor de sí mismo”, que vivía ilusionado con su novia Ale y sus ganas devolver a verla -cuando estaba de misión- y de volar, algo que siempre le mantuvo “firme”.

La juez recusada que acumula denuncias

Según fuentes militares consultadas, esta es ya la tercera denuncia presentada en los últimos meses y por distintos motivos contra la misma juez quien, al parecer, ha renunciado al ascenso a teniente coronel al objeto de poder seguir ejerciendo ese cargo judicial cuyo eficaz desempeño, sin embargo, ha sido puesto en duda con frecuencia, incluso por sus propios compañeros de Cuerpo.

Este no sería el primer auto polémico que habría redactado la comandante Patricia Moncada, quien intentó culpar dos veces, sin éxito, del siniestro de la explosión de la Academia de Hoyo de Manzanares a una de las víctimas,el teniente de Infantería retirado José Manuel Candón, rechazándolo en ambas ocasiones el Tribunal Militar Territorial nº1. Por ello, Candón presentó un duro incidente de recusación al que se sumó otro de los heridos, donde acusaron a la juez de “falta de imparcialidad” y de “proteger a la cadena de mando” y esto fue estimado por el tribunal, quien acordó separar a la juez de la causa. En aquella explosión resultaron muertos cinco militares y otros dos heridos de gravedad.