España envejecida
Los expertos avisan: los “baby boomers”, abocados a una “jubilación flexible” más allá de los 67
Advierten de que la legislación debe amparar una desconexión gradual del mercado laboral que permita seguir trabajando más años pero menos horas
Trabajaremos más años, pero menos horas una vez superada la edad de jubilación. Ésa es la previsión de expertos economistas ante la prueba de fuego que supondrá en las próximas dos décadas la progresiva jubilación de la generación del “baby boom” (los españoles nacidos fundamentalmente desde los años 60 del pasado siglo hasta mediados de los 70). Pero para eso, advierten, hará falta un cambio en la legislación laboral que permita una desconexión progresiva del mercado laboral.
Así lo ha puesto de manifiesto en el XII Congreso Notarial Español -que se está celebrando en Málaga y que ha inaugurado hoy la ministra de Justicia, Pilar Llop-, el catedrático de Economía de la Universidad Carlos III Ignacio Conde-Ruiz, para quien “lo lógico es que se vaya saliendo del mercado laboral de una forma gradual”, lo que denomina un “régimen de jubilación flexible”.
“Si aumenta la esperanza de vida, la pensión que vas a recibir va a tener que ser más baja o tendrás que trabajar por más tiempo”, ha asegurado este experto en el congreso notarial, en el que se aborda el envejecimiento de la sociedad como el “principal desafío del siglo”. Pero Conde-Ruiz avisa de que si llegamos a los 70 años trabajando (más allá de la edad de jubilación, que se situará en los 67 años ya en 2027) “por supuesto no será trabajando 40 horas semanales”.
El experto apuesta por una “plena compatibilización del trabajo y la pensión” y rebate la “concepción errónea” de que “si una persona mayor trabaja, le está quitando un puesto de trabajo a un joven, lo que sabemos que es mentira”. De hecho, defiende, “sabemos que en las comunidades donde más se trabaja es donde más empleo se genera”.
“Un contrato nuevo”
No obstante, matiza que más allá de la edad de jubilación la relación entre el trabajador y la empresa debería regirse por “un contrato nuevo “en el que el contador se ponga a cero” (para que esa antigüedad no suponga una carga añadida).
No obstante, es consciente de que los políticos “van a ir postergando” esos cambios legislativos que avalen un periodo transitorio para los trabajadores en edad de jubilación pese a que, anticipa, “dentro de veinte años no va a haber gente en edad de trabajar”, pues pasaremos de nueve millones de jubilados a 16. Para Conde-Ruiz, “es una cuestión de aritmética pura: cada vez se vive más y se tienen cada vez menos hijos. La solución es bastante obvia”.
Por su parte, Juan Oliva, catedrático de Economía de la Universidad de Castilla-La Mancha, está convencido de que los denominados “baby boomers” van a ser “muy determinantes dentro de veinte o treinta años, y no solo para el sistema nacional de salud”. Oliva ha recordado que el gasto sanitario de quienes tienen entre 65 y 74 años es “el doble” del gasto medio, pero a efectos del sostenimiento de la sanidad pública matiza que “es mucho más relevante el tiempo de vida que le queda a una persona que la edad”, porque “se puede llegar a una edad avanzada con un buen estado de salud, regular o malo”.
Oliva constata que “un sistema nacional de salud solo para pobres es un pobre sistema nacional de salud”, pero avisa de que cada vez más españoles recurren al complemento de una cobertura privada: “En el último año o año y medio ha aumentado en un millón de personas”.
Llop: “Un gran reto de carácter social”
Miguel Cruz, ex director general de Tributos, enuncia los tres mandamientos que debe tener en cuenta un trabajador respecto a su pensión. “No todo individuo envejecido tiene acceso a una pensión, no todas las pensiones son adecuadas y ninguna pensión mejora el statu quo de quien la percibe”.
Y en esa misma línea, argumenta que como “la respuesta que ofrecen el sistema público de pensiones y el sistema sanitario es relativa”, la normativa tributaria debe recoger esa “mala conciencia” de los poderes públicos (ante la insuficiencia de sus políticas) para dar “consuelo” a los contribuyentes mediante ayudas fiscales. Unas herramientas que, subraya, se han puesto más en práctica respecto a la discapacidad y la dependencia a las que en mayor medida conduce el envejecimiento.
Y es que tal y como ha remarcado la ministra de Justicia, en 2050 en España habrá más mayores de 65 años que menores de esa edad. “Esa longevidad plantea un gran reto de carácter social”, ha reconocido Pilar Llop, que ha insistido en la “importancia de las políticas públicas” para hacer frente a este desafío, lo que se traduce en garantizar la sostenibilidad de las pensiones, el sistema nacional de salud, la Seguridad Social y en reforzar el sistema de dependencia, el ingreso mínimo vital y la política de vivienda.
“La sociedad debe construirse para todas las edades”, ha defendido la titular de Justicia, que ha abogado por “promover un envejecimiento” digno y saludable para una España en la que, ha recordado, hay desde 2001 un 28% más de personas mayores de 65 años y en la que “la soledad no deseada afecta a más de dos millones de personas”.
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