Defensa

Día de las Fuerzas Armadas: El Rey se da un baño de multitudes en Huesca

Aplausos y vítores a Felipe VI durante la parada militar que tenía que haberse celebrado en 2020

Día soleado y una ciudad totalmente volcada. En estas condiciones se ha celebrado hoy el desfile del Día de las Fuerzas Armadas, el cual tenía que haberse realizado en 2020 pero tuvo que ser suspendido por la pandemia del coronavirus. Así que los oscenses esperaban con ganas esta jornada y han sido miles los que desde primera hora se han acercado a las calles por las que pasaban los militares para no perder detalle. Bandera en mano, no han dejado de aplaudir y vitorear a los militares y, sobre todo, al Rey, que como capitán general de las Fuerzas Armadas ha presidido la parada.

Desde el lunes en la ciudad se respiraba ambiente castrense, pues han sido numerosas las actividades con las que las Fuerzas Armadas han querido acercarse a los ciudadanos y que ha tenido hoy su plato fuerte con el desfile de más de 3.200 uniformados, que han tomado Huesca con sus blindados y sus modernos aviones.

“¡Viva España!” o “¡vivan las Fuerzas Armadas!”, gritaban los oscenses antes incluso de que arrancara el acto central. Ni un alma cabía en los alrededores del recorrido, pero tampoco en los balcones de los edificios por los que han pasado los uniformados y que estaban, además, engalanados con numerosas banderas de España, omo solicitó el Ayuntamiento a sus vecinos ante lo que calificó de “evento histórico”.

El Rey, con uniforme de Tierra

Ha sido a las 12:00 cuando Don Felipe y Doña Letizia han llegado a la Avenida de Juan XXIII, donde han sido recibidos, además de por un interminable aplauso y vivas, por la ministra de Defensa, Margarita Robles; el del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el Jefe de Estado Mayor de la defensa (JEMAD), almirante general Teodoro Esteban Calderón; el presidente de Aragón, Javier Lambán, y el alcalde de la ciudad el socialista Luis Felipe Serrate. Tras los saludos y honores protocolarios, Felipe VI, vestido con uniforme del Ejército de Tierra, ha pasado revista a las tropas justo antes de subir al palco presidencial para que arrancara el desfile. Más aplausos y más vítores de fondo.

Tocaba mirar por primera vez al cielo para ver como dos paracaidistas saltaban desde un avión con la bandera de España en uno de los momentos más llamativos de todo el acto. Entre aplausos, la enseña ha aterrizado junto a la tribuna y ha sido izada en un mástil mientras sonaban los acordes del himno nacional.

En ese momento Felipe VI ha depositado una corona de laurel ante el monolito que recuerda a los militares que dieron su vida por España. Junto al resto de uniformados, el Rey ha cantado “La muerte no es el final” y ha guardado un emotivo silencio durante el toque de oración.

La bandera, en el cielo

La calma de esta parte se ha roto, como siempre, con las salvas de fusilería, que han retumbado en la ciudad mientras rugían los motores de los siete aviones C-101 de la “Patrulla Águila”, que han realizado su primera pasada pintando la bandera de España en el cielo de Huesca. Eso sí, el humo de colores les ha vuelto a jugar una mala pasada.

Entre aplausos y caras de sorpresa ha arrancad un desfile aéreo en el que han participado 69 aeronaves, entre las que destacaban los cazas “Eurofighter” y F-18, los helicópteros de ataque “Tigre” o el avión de transporte A400M. Pero en este Día que vuelve a la normalidad también han podido ver por primera vez dos de las nuevas adquisiciones del Ejército del Aire: los “Pilatus” de enseñanza básica y el A330 de reabastecimiento en vuelo.

Apenas 15 minutos después comenzaron a pasar militares y vehículos por las calles. Los primeros, los mandos del desfile, cuya organización ha recaído este año en el vecino Cuartel General de la División Castillejos. Ante la atenta mirada de los ciudadanos, sobre todo de los más pequeños, han desfilado efectivos de los dos Ejércitos la Armada, la UME y la Guardia Real, los cuales venían acompañados de 154 vehículos. Y entre ellos, los tan esperados y llamativos carros de combate y blindados como los “Leopard” que están desplegados en Letonia en la Presencia Avanzada Reforzada (eFP) de la OTAN.

Aplausos y vítores para la UME, que si ya era de las unidades más queridas por los ciudadanos, tras la pandemia o la erupción del volcán de la Palma lo son más. Pero también para los clásicos que todos los años reciben el apoyo de los asistentes: los efectivos de la Legión y del Grupo de Regulares, ambos con sus características cadencias de paso. Han sido estos últimos los que han cerrado el desfile.

El Rey, con Ucrania

Y al igual que como llegaron, los Reyes han sido despedidos entre interminables aplausos y vítores de los oscenses, que se hacían aún más fuerte si cabe en el momento en que su coche pasaba ante ellos.

Don Felipe y Doña Letizia se han trasladado hasta el Palacio de Congresos, donde han brindado por las Fuerzas Armadas. Durante su discurso, el Rey ha mostrado su apoyo a Ucrania ante el “injustificado y brutal ataque” de Rusia. Según ha dicho ante las autoridades, pese a ser éste un acto de celebración por el Día de las Fuerzas Armadas y el 40 aniversario del ingreso de España en la OTAN, ha destacado que no hay que olvidar que “a las puertas de Europa hay una guerra”.

Con la copa levantada por el capitán general Borbón, Huesca pone punto y final a un Día de las Fuerzas Armadas que llevaba dos años esperando y ante el que los vecinos han respondido de manera masiva.