El 60% de los votantes de izquierda apoya el adelanto de las elecciones

La sensación de fin de ciclo que cada semana se asienta un poco más en el Congreso, por la división de la coalición y la ruptura del PSOE con sus socios de investidura, está instalándose también entre los españoles. Hasta un 45,4 por ciento de los encuestados por NC Report, en su último informe de opinión pública, se pronuncia a favor de que se adelanten las elecciones generales.

Este porcentaje ha ido en aumento en los últimos meses, hasta reducir las distancia con los partidarios de que el presidente Pedro Sánchez agote el mandato a sólo dos puntos (47,1 por ciento). Pero la cifra es mucho más llamativa si se toma como referencia la segmentación por electorados porque los votantes de la coalición, de PSOE y Podemos, son los que confirman un mayor hartazgo con la situación actual y claman con más fuerza por la celebración de elecciones.

Entre los votantes socialistas, el 61,3 por ciento defiende el adelanto de elecciones frente al 29 por ciento que prefiere que se agote el mandato. En Podemos, las elecciones las defiende hasta el 62,5 por ciento de sus votantes frente al 31,3 por ciento que se identifica con la intención de Pedro Sánchez de aguantar hasta diciembre de 2023. Por contra, los votantes de PP y Vox prefieren mayoritariamente, aunque resulte paradójico, que la legislatura llegue a término. El adelanto sólo lo defiende un 19,4 por ciento del votante del PP y un 22,2 por ciento del votante del partido de Santiago Abascal.

Estos porcentajes se interpretan en clave demoscópica como la confirmación de que el votante de izquierda no se siente cómodo con el funcionamiento del Gobierno de coalición ni con los resultados de su política. En línea con esto enlaza que hasta el 72,4 por ciento de los encuestados se declare a favor de que gobierne siempre la lista más votada, mientras que el rechazo a esta opción se reduce al 16,5 por ciento.

En este apartado, los votantes del centro derecha están mucho más comprometidos con este principio, al superar tanto en PP, Vox como Ciudadanos (Cs) el porcentaje del 80 por ciento. El debate sobre el gobierno de la lista más votada es recurrente cada vez que se acerca una nueva convocatoria electoral, pero la fragmentación del electorado y los intereses cruzados en clave nacional, autonómica y municipal llevan a que todo se quede siempre igual, sin que haya voluntad real, sobre todo en los partidos de la izquierda, de ajustarse a esta regla.

La llegada del gallego Alberto Núñez Feijóo a la política nacional es vista como un punto de inflexión por el 49 por ciento del electorado. En el lado contrario se sitúa el 33,7 por ciento de los encuestados. Un 93,5 por ciento de los votantes del PP la recibe como «un cambio» que altera el tablero político a su favor; en Vox llegan al 66,7 por ciento los que conceden especial relevancia al relevo en la dirección popular. En la izquierda, el 38,76 por ciento del voto en el segmento socialista la considera un «cambio», y así se pronuncia también el 31,3 por ciento de los de Podemos.

Por otra parte, la realidad política confirma que los pactos de Estado vuelven a estar lejos de concretarse. Como se ha confirmado en las últimas votaciones Podemos sigue siendo incompatible con cualquier acuerdo del PSOE con PP, y ante esta tesitura el presidente del Gobierno continúa primando intentar salvar como sea la relación con sus socios.

Los pinchazos del CNI

Frente a esto, hasta el 94,7 por ciento defiende que se firmen pactos de Estado en Sanidad o Educación, con una coincidencia excepcional en todos los partidos, a derecha y a izquierda, ya que más del 90 por ciento de sus votantes apoyan estos grandes acuerdos.

Entre los encuestados también son mayoría, el 72,1 por ciento, los que creen que tendría que haber más horas de castellano en Cataluña. En Vox, esta opción la respalda el cien por cien de sus votantes. En el PP, el 96,8 por ciento. Y en el PSOE, hasta el 77,4 por ciento, lo que deja en evidencia las ambigüedades del discurso del PSC en algunas cuestiones relacionadas con la política lingüística por sus hipotecas en Madrid con ERC. De Unidas Podemos, sin embargo, solo lo apoya el 37,5 por ciento.

El debate sobre si debe aumentarse el gasto en Defensa, bajo la presión de la guerra de Ucrania, divide mucho más al electorado. El 47,9 por ciento se muestra a favor, y el 42 por ciento lo considera innecesario.

En un porcentaje parecido se fractura la opinión de los españoles ante la pregunta de si les preocupa que se hayan pinchado los teléfonos del presidente del Gobierno y de algunos ministros.

El sondeo de NC Report refleja que un 44,7 por ciento dice ver mal el cambio de postura del Gobierno español sobre el Sáhara para acercarse a Marruecos,en contraposición al 37,8 por ciento que lo ve bien. La encuesta se ha realizado entre el 16 y el 20 de mayo, cuando el Gobierno de coalición ya estaba sometido a la presión de la crisis abierta con ERC por el espionaje del CNI a líderes independentistas.