Bruselas
Bolaños se acoge a la UE para resolver la crisis con Argelia
Las instituciones europeas están en contacto y diálogo con la república magrebí para tratar de reconducir la situación
Hasta hace bien poco, España mantenía buenas relaciones diplomáticas con Marruecos y Argelia. Sin embargo, la entrada de Podemos en el Gobierno comenzó a perturbar las relaciones con la monarquía alauita por los mensajes públicos en apoyo al Sáhara y los errores de Pedro Sánchez han terminado por dinamitar los equilibrios de España entre los dos países, que mantienen una gran rivalidad por la hegemonía del Magreb. El presidente del Gobierno ha conseguido recoser confianzas con Marruecos a costa de romper puentes con Argelia, generando un problema diplomático en el que la Unión Europea se ha visto obligada a intervenir. Tanto es así que el Gobierno ya involucra al «club de los 27» en este asunto para intentar darle una solución porque puede tener graves consecuencias económicas para España.
Así las cosas, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha asegurado este jueves, en una visita a la Santa Sede tras ser recibido en audiencia privada por el Papa Francisco, que tanto el Gobierno como las instituciones europeas trabajan para restablecer «cuanto antes» las relaciones con Argelia. Bolaños ha señalado que la posición del Gobierno respecto a Argelia la había fijado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, tras viajar a Bruselas el pasado viernes y que tanto el Gobierno como la UE desean que se restablezca la normalidad en las relaciones diplomáticas con este país lo antes posible. Así, ha indicado que esperan que «continúe» el tratado de amistad y buena vecindad entre Argelia y España, que se encuentra suspendido desde la semana pasada.
Argelia decidió congelar las relaciones diplomáticas con España después de que Sánchez confirmara el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados su giro histórico respecto al conflicto del Sáhara: apoyó el plan de Marruecos de ofrecer autonomía a la antigua colonia española en vez de apoyar su derecho a la autodeterminación. En su intervención parlamentaria, el presidente del Gobierno evitó hacer mención alguna de Argelia, que, pocas horas más tarde, anunciaba que suspendía el Tratado de Amistad con España, una circunstancia que puede traer malas consecuencias en materia económica y social: por un lado, es uno de nuestros principales suministradores de gas; y, por otro lado, puede quedar comprometida la colaboración en la lucha contra el terrorismo y en la contención de la inmigración.
«El Gobierno y las instituciones europeas lo que van a hacer es trabajar continuamente para que cuanto antes se restablezcan las relaciones comerciales, económicas, culturales y de todo tipo con Argelia», ha señalado Bolaños al ser preguntado sobre las novedades en el conflicto con el país vecino. El Gobierno, para involucrar a la Unión Europea, también ha querido agitar el fantasma de Rusia, insinuando que detrás de la reacción de Argelia podría estar Putin.
Argelia, de momento, eso sí, ha querido aclarar que en ningún momento ha dicho que vaya a incumplir sus «compromisos contractuales» en materia de suministro de gas. La república magrebí también se ha mostrado muy crítica con la reacción que ha tenido la Unión Europea, que ha amenazado con «represalias comerciales» si no reconduce las relaciones con España. La portavoz de Exteriores de la UE, Nabila Massrali, ha asegurado este lunes que la diplomacia comunitaria continúa el diálogo y los contactos con las autoridades del país magrebí para evaluar la situación.
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