Proyecto
Concurso internacional de ideas para rehabilitar Belchite viejo
El Gobierno destinará 7 millones de euros a la recuperación del enclave, arrasado en la Guerra Civil
Comienza a tomar forma el proyecto ideado para detener el progresivo deterioro de las ruinas de Belchite 85 años después de su destrucción durante la Guerra Civil. Es la primera iniciativa de este tipo que emprenden de manera conjunta el Gobierno de España y un Ejecutivo autonómico, en este caso el aragonés, que contarán con un concurso internacional de ideas aportadas por expertos en arquitectura y paisajismo para la rehabilitación y resignificación del pueblo, en lo que supondrá una intervención en el histórico municipio para la que el Gobierno destinará 7 millones de euros hasta 2026.
La batalla por la localidad tuvo lugar entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937 en el marco de la ofensiva del Ejército Popular de la República sobre Zaragoza. Se estima que murieron 5.000 personas en 15 días y el pueblo quedó completamente devastado. Terminada la guerra, el régimen de Franco decidió no reconstruirlo sino crear uno nuevo al lado, hoy conocido como Belchite nuevo, con prisioneros republicanos como mano de obra. Las ruinas del original se dejaron intactas como recuerdo de la Guerra Civil. El conjunto se conoce como Pueblo Viejo de Belchite, vallado desde 2013 y al que solo se admiten visitas guiadas.
La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón, y su homólogo de Memoria Democrática del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Diego Blázquez, inauguraron la semana pasada en Zaragoza unas jornadas como primer paso hacia la transformación del Belchite viejo.
Esta primera cita tuvo como fin abrir un proceso participativo sobre el futuro del pueblo que servirá también como foro de debate alrededor de su preservación y gestión, todo ello desde la perspectiva histórica, arquitectónica y de conservación. Blázquez explicó que el siguiente paso «será hacer un concurso internacional de ideas» sobre las bases trazadas en estas jornadas.
Para este año ya hay incluida una partida económica de 80.000 euros que permitirá lanzar el concurso, en el que primarán los criterios arquitectónicos para desarrollar posteriormente la intervención en las ruinas.
El director general destacó que se trata de un «periodo importante» el programado para abordar las intervenciones, ya que el cronograma contempla realizar este año el concurso y tres años más para desarrollar los trabajos. «Si estamos hablando de un proyecto básico, esencial, de memoria democrática, el primer elemento tiene que ser construir el proyecto escuchando las opiniones tanto de especialistas como de la sociedad civil y de todas las personas que van a estar implicadas en la gestión de este patrimonio», puntualizó Blázquez.
De manera más concreta, especificó que la meta es lograr un proyecto «integral», que incluya un centro de interpretación, un recorrido, una intervención en las ruinas y que equilibre «dimensiones», como por ejemplo el peso de la rehabilitación respecto de la conservación.
Sobre este asunto, Menjón especificó que, hasta ahora, las intervenciones se han ido realizando en los edificios «más emblemáticos», como las iglesias de San Agustín y San Martín, y consideró que, actualmente, «lo más importante» es no perder «la trama urbana», es decir, las viviendas particulares, que es «lo que más se ha perdido y lo que corre más riesgo», informa Efe.
«Hay algunas paredes y estructuras que parece mentira que todavía se tengan en pie, están desafiando las leyes de la física y creo que es lo más urgente; necesitamos consolidar lo que queda de las viviendas», subrayó.
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