Congreso

Los jueces alaban la labor de supervisión de los tribunales europeos

Magistrados y catedráticos han hecho un repaso por la jurisprudencia comunitaria que impulsa los Derechos de la UE durante unas jornadas de la Universidad Complutense

IV Congreso internacional de la Unión Iberoamericana de Universidades y Cortes Supremas en la Facultad de Derecho de la UCM. Mesa redonda. “Independencia judicial y Estado de Derecho en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos”. María Elósegui Ichaso, Jueza del Tribunal Europeo de Derechos Humanos; Luis López Guerra, Ex Juez del Tribunal Europeo de Derechos Humanos; Lorena Bachmaier Winter, catedrática de Derecho Procesal – UCM; Modera. - Pilar Teso Gamella, Magistrada del Tribunal Supremo.
IV Congreso internacional de la Unión Iberoamericana de Universidades y Cortes Supremas en la Facultad de Derecho de la UCM. Mesa redonda. “Independencia judicial y Estado de Derecho en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos”. María Elósegui Ichaso, Jueza del Tribunal Europeo de Derechos Humanos; Luis López Guerra, Ex Juez del Tribunal Europeo de Derechos Humanos; Lorena Bachmaier Winter, catedrática de Derecho Procesal – UCM; Modera. - Pilar Teso Gamella, Magistrada del Tribunal Supremo.Alberto R. RoldánLa Razón

La cita de la plana judicial española, europea y latinoamericana que ha tenido lugar en la Universidad Complutense esta semana ha servido para, entre otras cosas, ensalzar la figura de árbitro de los diferentes tribunales europeos. En la jornada de este miércoles del Congreso bajo el nombre «Independencia Judicial y Estado de Derecho», varios magistrados abordaron sentencias con nutrida jurisprudencia que sirve para afianzar el estado de Derecho en la Unión Europea y unificar los criterios comunitarios.

«El problema que muchas veces tenemos los juristas es que somos conservadores porque somos inertes. No nos gusta que nos cambien las cosas», apuntó la exvicepresidenta del Tribunal Constitucional Encarna Roca. «Europa es un punto de referencia con el que hay que negociar», señaló convencida.

Por allí han pasado estos días los que han sido dirigentes de tribunales en España, Brasil, Argentina, México, la Corte interamericana de Derechos Humanos y el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) así como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). De este último ha estado presente la representante de España allí ,María Elósegui, primera mujer española jueza en ese tribunal designada en 2018. «He sido bastante remisa en estos cuatro años a venir porque tenemos mucho trabajo», ha reconocido sonriendo. Este año su rúbrica junto a la siete compañeros apareció en una sentencia que ha amenazado con mover los cimientos de algunas causas judiciales con la bautizada «doctrina Atristain». El TEDH falló a favor del etarra Xavier Atristain porque sus derechos habían sido vulnerados durante la investigación de su caso y las víctimas temieron que, dado que lo que diga Europa afecta a todo el territorio, esto podría terminar en un efecto cascadas de excarcelaciones que, finalmente, ha frenado el Tribunal Supremo tras su interpretación.

En su intervención, Elósegui ha seleccionado tres recientes sentencias y ha explicado lo común que es que acudan a Estrasburgo los propios jueces para preguntar y corroborar los límites de su trabajo. En este caso, por ejemplo, el TEDH se mostró favorable a un «caso atípico» en Albania por el que se realizó una reevaluación de los jueces y una de ellas fue destituida del Tribunal Constitucional. «La Sala aprobó el proceso que se había hecho con esta persona, pero no sin dudas», aclaró. También llevó un ejemplo de Islandia. «Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra», dijo haciendo referencia a que hasta los países con los estándares más altos de democracia pueden tener varapalos judiciales. Y así sucedió. A colación de un caso por una multa a un conductor, el TEDH revisó el proceso de elección por el que la Ministra de Justicia había designado a ese tribunal. El asunto llegó hasta la Gran Sala y allí se entendió que había habido una violación por la forma en la que la ministra primero y el Parlamento después designaron a unos magistrados. Sin embargo, señalaron que no haría falta una revisión completa de todas las sentencias que habían sido dictadas por ellos hasta el momento porque «las consecuencias hubieran sido tremendas».

Este IV Congreso Internacional de la Unión Iberoamericana de Universidades y Cortes Supremas fue inaugurado el lunes por el propio presidente del Tribunal Constitucional Pedro González-Trevijano y por el presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. Además han acudido más de una decena de catedráticos de derecho.