Análisis
El declive de las izquierdas
Las previsiones son de empeorar, por separado, los resultados que obtuvo la primitiva coalición en 2018
En el periodo 1982 a 2015 la suma de PSOE y los partidos situados a su izquierda es muy estable, aunque es de aplicación el principio de los vasos comunicantes, ya que ambos presentan resultados asimétricos, a mejor resultado del PSOE peor para el resto de la izquierda y viceversa. Durante esos 33 años, la media de socialistas y comunistas, sumados, estaba en el 57,7% de los votos. Correspondiéndole al PSOE un promedio del 45,0% del voto en esas diez legislaturas, y a los partidos a su izquierda el 12,7%.
En 2012 comienza a manifestarse claramente el declive del PSOE, que retrocede del 48,4% al 39,1% y automáticamente se refuerza a la izquierda radical, que pasa del 7,0% al 11,2%.
En 2015 continúa la agonía del PSOE, que queda reducido al 35,4%, cediendo parte de su electorado a las otras izquierdas. Podemos se estrena en las elecciones autonómicas con candidatura propia y por separado de IU. Recibe el 14,9% del voto. IU baja del 11,2% al 6,9%. La suma de Podemos e IU es del 21,8% del voto, son 10,6 puntos más que en 2012.
El conjunto de las izquierdas ha concurrido bajo tres candidaturas diferentes. Nunca antes la suma de las izquierdas a la izquierda del PSOE había alcanzado un porcentaje de voto tan alto, un 21,8%, del mismo modo que el PSOE registraba su peor resultado de la historia autonómica en Andalucía, bajaba al 35,4%.
En la siguientes autonómicas, los acuerdos a nivel nacional entre Podemos, y sus confluencias andaluzas, e Izquierda Unida se trasladan también a las autonómicas de 2018. Unidas Podemos concurrirá baja lo marca Adelante Andalucía. Pero este intento de reducir la «oferta» de candidaturas en la izquierda llega en un cambio de ciclo políticos que hundirá las expectativas, no solo de un PSOE en caída libre desde 2012, sino que arrastrará también a la nueva coalición de las izquierdas radicales, que pasarán de sumar sus siglas el 21,8% en 2015 a bajar al 16,2% en 2018. Los socialistas obtienen por tercera elección consecutiva su peor resultado en unas elecciones autonómicas andaluzas, ya que se deben conformar con el 27,9% del voto.
Posteriormente, en febrero de 2020, una confluencia andaluza de Podemos, autodenominada Anticapitalistas Andalucía y la propia Teresa Rodríguez, abandonan Podemos y hacen saltar por los aires la coalición, escenificando la ruptura en el propio Parlamento de Andalucía. En total son 8 de los 17 diputados de Adelante Andalucía los que abandonan este grupo parlamentario y pasan al de no adscritos.
Esta guerra civil ha tenido su continuación en estas elecciones de 2022. Teresa Rodríguez logró inscribir el 4 de mayo de 2022, ante la Junta Electoral de Andalucía, la coalición Adelante Andalucía, en la que obviamente ya no figura ni Izquierda Unida ni Podemos. Los integrantes de la coalición de Rodríguez son Anticapitalistas Andalucía, Partido de la Izquierda Andaluza, y Primavera Andaluza.
Sus excompañeros de coalición de 2018, Izquierda Unida y Podemos, diseñaron una coalición alternativa, de nombre Por Andalucía. Pero uno de los dos socios principales, los morados, y otro menor, Alianza Verde, presentaron fuera de plazo la documentación. A las 23:57, solo 3 minutos antes de vencer el plazo legal, se había registrado en la Junta Electoral la marca Por Andalucía, con cuatro partidos: IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. La incorporación de Podemos y Alianza Verde se realizó a las 0:14 horas del sábado día 7, cuando la hora límite eran las 24:00 horas del viernes día 6.
Las previsiones para el 19-J son de empeorar, por separado, los resultados que obtuvo la primitiva coalición en 2018.
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