Historia
¿Cuáles son las tres provincias de España que se crearon en 1822?
La división territorial cambió durante la etapa del Trienio Liberal
Durante la primera mitad del siglo XIX, España transitó entre el absolutismo y periodos de progreso liberal. Uno de esos periodos fue el Trienio Liberal, que transcurrió entre 1820 y 1823 y dio margen para una gran expansión del liberalismo e intentar desplegar algunos de los artículos de la Constitución de Cádiz de 1812. Entre esos artículos está el 11, que hacía referencia a la división territorial y decía lo siguiente: “Se hará una división más conveniente del territorio español por una ley constitucional, luego que las circunstancias políticas de la Nación lo permitan”.
El regreso de Fernando VII a España y la reinstauración del absolutismo en 1814 impidió que se desarrollara este punto hasta el Trienio Liberal, que arrancó el 1 de enero de 1820 con la sublevación de Rafael del Riego en la localidad sevillana de Cabezas de San Juan y empujó al Monarca a jurar la Constitución de 1812 en marzo. Ya en julio, se reactivó la actividad en las Cortes y se creó una Comisión gubernativa para empezar a trabajar sobre el proyecto de división territorial.
La Comisión gubernativa estuvo formada por el mallorquín Felipe Bauzá (quien ya en 1813 había iniciado trabajos sobre la división territorial y había proyectado 44 provincias, aunque la propuesta quedó frenada por el regreso al absolutismo en mayo de 1814) y el ingeniero guipuzcoano José Agustín de Larramendi Muguruza, que presentaron su propuesta de división territorial en marzo de 1821, elaborada en base a tres criterios: población, riqueza y superficie. En esa propuesta, se proyectaron 48 provincias.
Sin embargo, en paralelo a esta Comisión gubernativa formada por Bauzá y Larramendi, se había creado otra Comisión parlamentaria en agosto de 1820 formada por ocho diputados que aportaría después también algunas enmiendas al proyecto, que concluiría con 52 provincias: es el mayor número de demarcaciones que se ha registrado hasta ahora en la división territorial de España.
El decreto con el nuevo diseño provincial vio la luz el 27 de enero de 1822: es decir, hace 200 años y alumbró tres provincias más de las que existen actualmente, teniendo en cuenta que Canarias todavía no estaba dividida en dos: El Bierzo, donde hubo rivalidad entre Villafranca y Ponferrada por quedarse con la capitalidad de la demarcación, situada entre León y Galicia; Xátiva, situada entre Valencia y Alicante; y, Calatayud, entre Zaragoza y Teruel. Además, la provincia de Albacete se rebautizó como Chinchilla.
El propio decreto hacía referencia a la idea de constituir territorios “proporcionados” y eso también dio pie a que muchas de las fronteras históricas de algunos territorios quedaran quebrantadas: de hecho, el propio artículo 4 suprimía los enclaves, es decir, los municipios que, por alguna razón histórica, estuvieran jurisdiccionalmente en una provincia distinta a la que pertenecía territorialmente (el ejemplo más popular es el de Treviño).
No obstante, todos estos trabajos quedaron en agua de borrajas un año después porque Fernando VII revocó esa distribución territorial en octubre y se volvió a la anterior, elaborada por el Conde de Floridablanca en 1785. Bauzá se marchó exiliado a Londres, donde fallecería en 1834.
Los cambios en la distribución territorial se retomarían en 1833 con Javier de Burgos, quien alumbró el diseño provincial que tenemos prácticamente actualmente: se crearon 49 provincias ya que Canarias era uniprovincial.
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