Cazas Eurofighter españoles lanzan bombas GBU guiadas por láser en un ejercicio en las Bardenas

Cinco aviones de combate Eurofighter del Ejército del Aire español han participado en un ejercicio de lanzamiento de bombas en el polígono de tiro de Las Bardenas (Navarra). Los cazas, del Ala 14 (Albacete), se desplegaron en la cercana base aérea de Zaragoza para estas maniobras.

Durante el ejercicio, enfocado en el ataque a objetivos terrestres, los aviones lanzaron dos bombas GBU-10 y dos GBU-16, de fabricación estadounidense, equipadas con el sistema de guiado por láser Paveway, lo que permite aumentar la precisión de las bombas con un sistema, destaca la Fuerza Aérea, “económico y fiable”.

Este tipo de bombas es uno de los sistemas de los que dispone el Ejército del Aire español para misiones aire-superficie. El Ejército del Aire mantiene el guiado Paveway II para los cuerpos de bombas MK-82 (GBU-12), MK-83 (GBU-16) y MK-84 (GBU-10), mientras que utiliza el Paveway III para cuerpos penetradores BLU-109 y para el penetrador correspondiente a la BPG-2000 (bomba penetradora guiada de 2 000 libras), según explica la propia Fuerza Aérea.

En el caso de los sistemas de guiado Paveway II llevan emisiones láser codificadas que incrementan su resistencia a las contramedidas y permiten el ataque a múltiples objetivos en una sola pasada.

Flota de 70 Eurofighter en servicio, más 20 para Canarias

El Ejército del Aire ya opera una flota de 70 cazas Eurofighter repartidos entre las alas 11 y 14 de Morón de la Frontera y Albacete. La entrega a España del último se produjo en enero de 2020. Actualmente, Airbus está trabajando en sus instalaciones de Getafe en el proceso de retrofit de 17 Eurofighter de la Tranche 1 en servicio en la Fuerza Aérea. Unos trabajos que se extenderán hasta 2023.

El Gobierno español dio luz verde este martes en diciembre al programa Halcón para reemplazar los veteranos F-18 del Ejército del Aire, operativos en la base aérea de Gando (Gran Canaria), por un lote de 20 nuevos Eurofighter, una de las prioridades del Fuerza Aérea y un proyecto vital para el futuro de la industria aeroespacial española. El contrato está valorado en unos 2.000 millones de euros.