Curiosidades
La Cumbre para la Prensa: menú a 20 euros con ensaladilla “rusa”, café gratis y “merchandising” de la OTAN
Cerca de 2.000 periodistas de todo el mundo cubrirán hasta el jueves la Cumbre de la OTAN en Ifema
Unas 5.000 personas acudirán esta semana a la Cumbre de la OTAN, que estos días convierte a Madrid en la capital del mundo, pues en Ifema se decidirá la hoja de ruta de la próxima década para hacer frente a las amenazas globales. Y de todos esos asistentes, cerca de 2.000 periodistas acreditados para cubrir todo lo que ocurra y se decida. La Prensa también sufre los intensos controles de seguridad, las restricciones de tráfico e incluso precios elevados para comer, como un menú del día por 20,35 euros en el que, sí, hay ensaladilla rusa. Así será el día a día de los informadores durante este cónclave “histórico”.
Toda la agenda de la Cumbre se desarrolla en dos de los pabellones más grandes de Ifema, sumando más de 54.000 metros cuadrados. En la planta superior de uno de ellos, se encuentra una inmensa sala de Prensa (14.000 metros cuadrados) con todas las facilidades para que los medios desarrollen su trabajo. Pero hasta llegar a ese lugar, los periodistas han de recorrer un largo camino con varios filtros de seguridad que empieza a tres kilómetros de allí, en Mar de Cristal, donde se encuentra el centro de acreditaciones.
Es allí donde la Prensa debe recoger su tarjeta identificativa y donde recibe el “merchandising” de la Cumbre, que consiste en una bolsa tipo “tote bag” conmemorativa, una libreta y un bolígrafo. Ese punto, que se encuentra en un Instituto habilitado para la ocasión (el Gabriel García Márquez), es la única vía de entrada -y de salida- a Ifema a través de una serie de autobuses lanzadera de la EMT que a lo largo del día van y vienen.
Controles de seguridad
Antes de subirse a ellos, perros especializados olfatean el material de los informadores y los agentes de Policía comprueban la documentación de cada persona. Lo mismo se repite a la llegada al recinto, a la puerta Norte. Allí, de nuevo, comprobación de documentación, escáner y encendido de los ordenadores y cámaras ante la Policía.
Una vez cumplidos los protocolos de seguridad, 700 metros por un recinto vacío separan a los periodistas del que será su lugar de trabajo durante los próximos días. Una enorme sala con un sinfín de mesas acondicionadas (cada medio reserva su zona con pegatinas o carteles), espacios para los sets de televisión y radio o un numeroso servicio técnico para solventar cualquier problema de los asistentes. Estará abierta las 24 horas del día y dispone de 13 salas para las comparecencias de los mandatarios, una de las cuales tiene capacidad para 350 personas.
Y entre las curiosidades, detalles como café y agua gratis. El resto de la comida corre a cuenta de cada persona y para ello hay una zona de autoservicio y una única cafetería. ¿El precio? Elevado para un acto de estas características que atrae a miles de personas que, de una u otra forma tendrán que comer algo en algún momento.
Así, un menú completo, con primer primer plato, segundo, pan bebida y postre cuesta 20,35 euros. Aunque si se quiere comer menos, un plato de “verdura del día” cuesta 11 euros y un salmorejo cordobés, 7,70. O como nota graciosa, una ración de ensaladilla rusa, sí, rusa, por 8 euros . Pero también se puede optar por una ensalada César por 8,50 euros o un bocadillo de tortilla de patata por 6,90. Un sándwich “Club”, 6,65 euros y una pieza de fruta, 2.35.
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