Armamento
Estas son las cinco “estrellas” de la industria de defensa española: desde un carro de combate hasta un lanzacohetes
El Vehículo de Operaciones Especiales de Urovesa, el Vehículo Ligero de Operaciones Especiales (VLOE) o una mochila con sistema de guerra electrónica de Indra completan el “póker”
Avanzados carros de combate, misiles de última generación, municiones inteligentes, vehículos militares de cualquier clase, drones, muchos drones, o lo último en armamento ligero para el soldado. Todo esto es solo una pequeña parte de lo que pudieron ver los asistentes a la feria Eurosatory (París), la gran cita del año para la industria de defensa de todo el mundo.
El evento se extendió a lo largo de cinco días, a mediados de junio, en una especie de gran bazar al que acudieron ejércitos de todo el mundo para conocer los nuevos desarrollos de la industria y negociar, sobre todo negociar. Al final, no hay que olvidar, que en estos eventos se llega a acuerdos casi hasta en los pasillos. El encuentro, celebrado en el parque de exposiciones del norte de París, cerca del aeropuerto Charles de Gaulle, despertó este año un mayor interés por la guerra en Ucrania y por el clima de optimismo que genera en las empresas los anuncios de nuevas inversiones por parte, sobre todo, de los gobiernos europeos, precisamente, tras comprobar de lo que es capaz Rusia en el este del continente. La feria contó además con otro aliciente, el Covid obligó a cancelar la edición de 2020 y, después de cuatro años, había ganas de charlar en los pasillos, ya sin mascarillas, y conocer hacia dónde avanza la tecnología militar.
España y su industria de defensa no quisieron perderse esta cita. Las empresas españolas hicieron piña en un pabellón con una veintena de firmas coordinadas por la asociación Tedae, el más grande hasta la fecha en Eurosatory. Toda una declaración de intenciones. El sector acudió a la feria sin complejos y demostró que tiene potencial para competir de tú a tú con cualquiera. El pabellón español reunió a Arquimea, Centum, Einsa, Escribano Mechanical & Engineering, GMV, Instalaza, Iraundi, Mades, GTD, Indra, Navantia, Sapa, Tecnobit, TSD y Urovesa. También participaron en la feria pero con estand propio otras compañías como Expal, General Dynamics European Land Systems-Santa Bárbara Sistemas, I-4S, Nammo, SCR, SDLE y Piedrafita, así como otras grandes multinacionales con una destacada presencia en España como Airbus, MBDA o Thales.
De entre las novedades mostradas en esta edición por la industria española, destacan cinco:
-Vehículo de operaciones especiales de Urovesa. Eurosatory fue el escenario elegido por la empresa gallega Urovesa para la presentación en sociedad de su Vamtac LTV (acrónimo en inglés de Light Tactical Vehicle) diseñado para fuerzas de operaciones especiales. El vehículo cuenta con serie de implementos y equipos enfocados a facilitar la misión a estas unidades; cabestrante, enganches para el aerotransporte, afustes en la parte superior y en el espejo del copiloto para ametralladoras ligeras y una novedosa estructura reforzada sobre la que se instala la lona que hace las veces de techo.
El VLT, con un peso máximo que va desde los 3,5 hasta las 4,5 toneladas, es el hermano pequeño de la familia Vamtac, de la que el Ejército español cuenta con varios centenares. Urovesa además ha logrado exportar este vehículo a más de una treintena de países de todo el mundo en los últimos años. La versión expuesta en París tiene una capacidad de carga de hasta una tonelada, una gran movilidad gracias a la suspensión independiente a las cuatro ruedas y es fácilmente desplegable en aeronaves como el C-295 o el Chinook F. La compañía está incluso pensando ya en introducir en un futuro no muy lejano baterías en su VLT para una variante híbrida, algo que los ejércitos comienzan a estudiar.
-Carro ligero Ascod con cañón de 105 mm. La compañía española Santa Bárbara Sistemas, integrada en el grupo General Dynamics European Land Systems (GDELS), presentó, junto con la israelí Elbit, el nuevo blindado de cadenas Ascod LT (siglas en inglés de carro ligero) dotado con una torre de 105 mm. Esta versión, la más avanzada de la familia made in Spain Ascod/Pizarro, ha sido adquirida recientemente por Filipinas, que se convertirá en el cuarto usuario del blindado sobre cadenas. El Ascod es la denominación de la versión de exportación del vehículo Pizarro que operan las unidades mecanizadas el Ejército de Tierra español.
La plataforma también está en servicio o contratada en Austria (bajo la denominación Ulan) y Reino Unido (programa Ajax). En el programa filipino, el Ascod se presenta con el nombre de Sabrah. GDELS aporta la plataforma, mientras que Elbit la equipará con una torreta de 105 mm y varios subsistemas propios.
-Neton de Einsa. El Vehículo Ligero de Operaciones Especiales (VLOE) Neton fue otras de las novedades. Diseñado por la empresa madrileña Einsa, sobre el chasis de un Toyota Hilux, este vehículo acaba de entrar en servicio en el Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra. Un lote de 24 unidades llegó a finales del mes de marzo al acuartelamiento de Rabasa en Alicante, sede de los ‘boinas verdes’. En su última versión, la entregada al MOE, cuenta con un motor de 204 CV. Está equipado con lanza fumígenos, cristal blindado para el conductor y copiloto -en este último caso, solo para desplazamientos-, cámara térmica para la conducción en situaciones de baja visibilidad, corta alambre y afustes de armas tanto para el jefe del vehículo como para el tirador. Además, cuenta con espacio para todos los equipos de comunicaciones necesarios en la misión y un asiento o columpio para el tirador de la torre. Tiene una capacidad de carga de unos 1.000 kg.
En la parte trasera dispone de soporte para dos bidones, adicionales a los dos que ya lleva de dotación, gancho de remolque atrás y cabrestante delante en el guardabarros. La autonomía es de 1.400 km, gracias a dos depósitos de combustible, uno principal y otro secundario. Está preparado para su transporte en el helicóptero Chinook y en el avión de transporte C-295. En el caso del Chinook puede llevar dos Neton en su bodega de carga y también existe la posibilidad del helitransporte de uno mediante ganchos especiales. Otras unidades como la Infantería de Marina y la Brigada Paracaidista (Bripac) han mostrado interés también en este vehículo.
-Lanzacohetes CS90 ER de Instalaza. La empresa con sede en Zaragoza mostró la última versión de su famoso lanzacohetes C90, una de las armas que pueden verse en la guerra de Ucrania. Cabe recordar que España donó un importante cargamento al inicio de la invasión rusa. Con el nombre de CS90 ER (alcance extendido, en inglés), este nuevo desarrollo está preparado para el disparo desde el interior de espacios muy reducidos y tiene capacidad para batir objetivos a 600 metros. El peso es de solo 7,5 kg y puede atravesar hasta 500 mm de blindaje.
La compañía ha mejorado la aerodinámica del proyectil y ha incorporado la tecnología del motor cohete en servicio en su Alcotán 100, el otro de sus productos estrella. Estas modificaciones permiten incrementar la distancia respecto al CS90 convencional con un alcance efectivo de 350 metros y mantener la velocidad constante en vuelo, lo que hace posible el lanzamiento hasta en condiciones adversas con fuertes vientos laterales. El nuevo lanzacohetes, en la fase final de desarrollo, estará listo a principios de 2023.
-Mochila con sistema de guerra electrónica de Indra. La multinacional tecnología español presentó en la feria parisina un innovador sistema de guerra electrónica que cabe en la mochila de un soldado. Esta novedosa solución, de la que no existe nada parecido en el mercado actualmente, ya ha sido adquirida por un país de Oriente Próximo. El sistema está diseñado para fuerzas con una alta movilidad como las unidades de operaciones especiales y una de las grandes ventajas es que puede desplegarse en zonas a las que no tienen acceso los vehículos.
El soldado porta la solución en una mochila y, una vez en el punto seleccionado, la posa en el suelo y despliega la antena que comienza escuchar todo lo que hay alrededor. Puede capturar las señales de los radares en un radio de hasta los 200 kilómetros, dependiendo de la potencia del radar enemigo. Detecta desde helicópteros hasta radares de defensa aérea o incluso barcos si está situado cerca de la costa. El peso de todo el sistema se sitúa entre los 25 y 30 kilos. El dispositivo geolocaliza donde está el radar y también captura las señales que transmite, llegando a identificar el tipo de radar y sus características principales.
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