Terrorismo

La Audiencia Nacional exculpa a “Txeroki” de un atentado contra la Ertzaintza en 2008

La Sala de lo Penal no ve indicios suficientes de que el exjefe “militar” de la banda terrorista ordenara la explosión de un coche-bomba en la comisaría de Ondarroa

El exjefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu, "Txeroki", en un juicio en la Audiencia Nacional
El exjefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu, "Txeroki", en un juicio en la Audiencia Nacionallarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@e4c5a58

El exjefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», no podrá ser investigado por el atentado con coche-bomba contra la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa (Vizcaya) cometido por ETA el 21 de septiembre de 2008. Así lo ha decidido la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en un auto –al que ha tenido acceso LA RAZÓN– en el que da la razón a la Fiscalía y a la defensa del terrorista al no apreciar indicios suficientes que permitan responsabilizarle del atentado.

Esta decisión puede tener consecuencias si finalmente el juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal admite a trámite (en contra del criterio de la Fiscalía) la querella que interpuso Dignidad y Justicia (DyJ) contra cuatro exdirigentes de ETA –Aitzol Iriondo, «Gurbitz»; Mikel Carrera Sarobe, «Ata»; Ainhoa Ozaeta y el propio Aspiazu– a los que responsabiliza del atentado. Y es que si el magistrado admite a trámite la denuncia, algo que previsiblemente hará según las fuentes consultadas, tendrá que dejar al margen a «Txeroki» y limitarse a investigar a los otros tres querellados.

En este atentado no hubo víctimas mortales, pero 18 personas resultaron heridas (trece de ellas ertzainas) y se causaron daños materiales por valor de 4,8 millones de euros. Por estos hechos fueron condenados en 2013 a 279 años de cárcel los etarras Asier Badiola e Ibon Iparraguirre.

El instructor dictó auto de conclusión del sumario en julio de 2021 y el pasado abril, la Fiscalía solicitó a la Sala el sobreseimiento de las actuaciones respecto a «Txeroki» al concluir que las declaraciones policiales y judiciales de los dos condenados no son suficientes para incriminar a «Txeroki».

Una barra de pan en el salpicadero

Una tesis que han acogido los magistrados de la Sección Segunda, que preside José Antonio Mora, para quienes no hay motivos suficientes para acusar al exjefe de ETA como autor, cómplice o encubridor de la acción criminal. Su decisión únicamente es recurrible en casación.

Tras ser detenido, Asier Badiola declaró ante la Ertzaintza que la orden de atentar la dio Garikoitz Aspiazu, quien además habría entregado a través de un intermediario al «comando Tontor» (encargado de ejecutar el atentado) la furgoneta cargada de explosivos. Un vehículo que los etarras recogieron el día anterior en un parking de Escoriaza (Guipúzcoa) y que reconocieron por una barra de pan en el salpicadero (tal y como les había indicado, explicó, el entonces jefe militar de ETA). Sin embargo, esa declaración no fue ratificada judicialmente.

Por su parte, Ibon Iparraguirre reveló a la Policía vasca que fue la dirección de ETA la que dio las instrucciones, algo que mantuvo en su declaración ante el juez.

La agenda de “Txeroki”

Tras ser detenido «Txeroki» en Cauterets (Francia) el 17 de noviembre de 2008 –puso de relieve la Guardia Civil en un informe–, los agentes le intervinieron una agenda. En la misma, constaba una cita con el «comando Tontor» del 6 al 8 de diciembre de ese mismo año que incluía un cursillo de adiestramiento en Lourdes (lo que coincidía con las manifestaciones de Asier Badiola respecto a la cita que iban a mantener para un cursillo de informática).

Pero la Sala coincide con el criterio de la Fiscalía y señala que este hecho «no es suficiente» para dar por bueno que fuera «Txeroki» quien ordenó atentar contra la comisaría de la Ertzaintza. De ahí que acuerde el sobreseimiento provisional de la causa respecto al exjefe de ETA y «dejar sin efecto cuantas medidas cautelares se hubiera acordado» respecto a él.

En la querella sobre la que ahora debe decidir el juez Abascal, el abogado de Dignidad y Justicia Miguel Ángel Rodríguez Arias se refiere a los cuatro exjefes de ETA como los «auténticos autores detrás del autor» y juzga «incontestable» la participación «expresa y directa» de la dirección etarra en el atentado.