Según Interior

Más de 15.000 inmigrantes han llegado a España en lo que va de año

La presión migratoria en Canarias se estabiliza mientras crece en Ceuta y Melilla

Miembros de la Cruz Roja y de la Guardia Civil atienden a los 30 inmigrantes que han llegado a Lanzarote
Miembros de la Cruz Roja y de la Guardia Civil atienden a los 30 inmigrantes que han llegado a LanzaroteADRIEL PERDOMOAgencia EFE

El goteo de llegadas irregulares no cesa. Si bien es cierto que el ritmo de entradas se sitúa en los mismos niveles que el año pasado, todavía están por llegar los meses de mayor afluencia que, según las estadísticas, se producen de manera cíclica durante los meses de septiembre y octubre. A tenor de los datos, se puede concluir que pese al acuerdo entre Rabat y Madrid, los desembarcos y saltos continúan. Prueba de ello, son los últimos episodios en las vallas de Melilla y Ceuta, dos rutas que se han reactivado este año tras meses adormecidas.

Un total de 15.002 migrantes llegaron a España de forma irregular entre el 1 de enero y el 15 de julio de 2022, según los datos publicados por el Ministerio del Interior. Esta cifra supone un crecimiento de un 1,94% con respecto a los mismos meses de 2021, cuando llegaron 14.716.

En cuanto a las entradas por mar a Melilla, este año se han contabilizado 69 migrantes, mientras que el año pasado no se habían registrado ninguno en los primeros seis meses y medio de 2021.Respecto a las entradas irregulares por la frontera terrestre, en Ceuta han crecido un 51,79%, pasando de 363 en 2021 a 551 en 2022. También han crecido las llegadas irregulares a través de la valla de Melilla, en este caso un 75,08%. Hasta el 15 de julio de 2022 entraron por la frontera terrestre de esta ciudad autónoma 1.096 migrantes, mientras que en el mismo periodo de 2021 fueron 626.

El incremento de entradas a través de la frontera terrestre con la Unión Europea –Melilla y Ceuta– preocupa a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que, tal y como constató «LA RAZÓN», son cada vez más violentos. Por otro lado, la actuación de la Gendarmería marroquí el pasado 24 de junio, cuando miles de subsaharianos trataron de entrar en Europa a través del Barrio Chino de Melilla, abrió otra crisis en el gobierno de coalición a raíz de las palabras –después matizadas del presidente Pedro Sánchez– bendiciendo el operativo. Una operación que ha llegado hasta Europa, que ha solicitado la comparencia del ministro de Interior, Fernando Grande- Marlaska, para explicar la muerte de una treintena de personas.

Ahora bien, desde que se firmó el acuerdo con Rabat en el mes de marzo sí se ha experimentado cierto decrimento en las llegadas.Del 79% que se registró a 15 de febrero de 2022, con respecto al año anterior, se ha pasado al 1,94% de esta última quincena, según Interior. Esa misma tendencia se observa en las llegadas de pateras a Canarias, que han pasado de experimentar un pico de incremento del 134% registrado a 28 de febrero de 2022, con respecto al año anterior, al incremento del 27,49% registrado a 15 de julio. En todo caso, en el archipiélago canario se ha contabilizado la llegada de 9.308 migrantes por vía irregular en lo que va de año, frente a las 7.301 que habían alcanzado la costa un año antes, un 27,49% más.

Inestabilidad en el Magreb

La incógnita es si se mantendrá o no esta tendencia en los próximos meses. Desde Interior dan por hecho que será así, sin embargo, la inestabilidad política y económica mundial a raíz de la guerra en Ucrania o el alza de los precios amenazan con colapsar la fortaleza de algunos sistemas que podrían implosionar. En este sentido, la situación en el Magreb preocupa, en especial, en Mali –ex colonia francesa– donde la presencia de mercenarios rusos del grupo Wagner –aliados del régimen de Putin– está detrás de la huida hacia adelante de las fuerzas occidentales ante el incremento de la violencia y el rechazo de la Junta militar de Mali a su permanencia. La región es un polvorín.

Además, tal y como se expuso en el mes de junio durante la XXX Cumbre de la Alianza de la OTAN en Madrid, donde se aprobó el nuevo concepto estratégico –que define las línes maestras de la seguridad de los aliados en la próxima década– la inmigración irregular, especialmente en el flanco sur, es una amenaza. El texto destaca que «el conflicto, la fragilidad y la inestabilidad en África y Oriente Medio afectan directamente la seguridad y la seguridad de nuestros socios». Y España es, sin duda, la contención de esa amenaza.