Protección
Drones, tecnología para potenciar los sentidos en la lucha contra los incendios
Los vehículos autónomos son los grandes protectores de bomberos, militares y brigadistas, dotándoles de una conciencia situacional completa durante los incendios
España arde. El cambio climático está aquí, ha llegado para quedarse y la ciencia incluso nos advierte de que en este país tendremos que acostumbrarnos a vivir a 50º en verano. Una de las consecuencias son sin duda los incendios. No son algo nuevo, pero sí que son peores que nunca. Y todo el mundo lo tiene claro. “Podemos escoger la acción colectiva o el suicidio colectivo”, advertía recientemente el secretario general de la ONU, António Guterres, tras reunirse con representantes de 40 países para hablar precisamente del problema del clima. Y esa acción colectiva pasa por aprovechar las herramientas que tenemos. De la misma manera que el desarrollo industrial nos ha llevado al desastre climático, también nos ha dado alguna solución en forma de tecnología contra el fuego, y los drones son sin lugar a dudas el máximo exponente de esa tecnología.
Desde las Fuerzas Armadas, a través de la Unidad Militar de Emergencias (UME), hasta los Bomberos o Protección Civil confían en los drones, son sus grandes aliados, sus mejores armas para luchar contra el fuego. Su trabajo no es apagar el incendio, son dispositivos de comunicación, de inteligencia, de vigilancia. Gracias a los drones los equipos en tierra saben dónde están, si el fuego les cerca, dónde está la salida, pueden hablar entre ellos, dirigirse a dónde más les necesitan… Es decir, les da una conciencia situacional completa ampliando los sentidos que les mantienen vivos.
Es cierto que existen drones antiincendios, alguno de ellos construidos en España como el Flyox I de Singular Aircraft, un sistema con dos motores y capacidad para lanzar más de 2.000 litros de líquido, pero no son los más demandados. Lo que buscan los equipos de emergencias son ojos en el cielo, dispositivos capaces de ver desde arriba lo que está pasando, estudiar la situación, detectar los peores focos de calor en el caso de un incendio y analizar los caminos seguros entre el fuego. Casi todas las muertes en un incendio se dan por lo mismo, porque el fuego cerca a la víctima, con el dron vigilando desde arriba, por un lado, y sirviendo de repetidor para que las comunicaciones lleguen a todas, partes por otro, la seguridad de profesionales y civiles aumenta exponencialmente.
Las herramientas de la UME
La UME utiliza varios de estos sistemas. El Cóndor de Dronetools se hizo famoso por su labor durante la erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma. Este hexacóptero está equipado una cámara dual térmica y electroóptica para la operación tanto de día como de noche. Estos drones pueden ir equipados con un megáfono, un teléfono, un foco o una carga de hasta 3,5 kilos que permite, por ejemplo, enviar un kit de primeros auxilios a una persona aislada en una zona de difícil acceso.
Otro de los dispositivos que posee la UME es el helicóptero no tripulado A-800 de la empresa española Alpha Unmanned Systems. La UME dispone de dos A-800. Estos vehículos tienen una autonomía de casi tres horas de vuelo y un rango operativo de 30 kilómetros. Además, están equipados con una cámara Octopus Epsilon 140 con doble sensor y estabilización digital que ofrece imágenes de alta resolución en tiempo real a la estación de control de tierra.
Los vehículos aéreos no tripulados de la empresa china DJI también tiene un hueco en este sector. El Phantom IV con su cámara 4K y el Mavic 2 Enterprise con su visor dual son una herramienta muy útil para las tareas de monitorización. Estos modelos se encuentran en servicio en el Batallón de Transmisiones.
Bomberos
No todos los cuerpos de Bomberos españoles tienen los mismos drones ni usan un solo sistema. En Madrid, por ejemplo, se utilizan seis dispositivos diferentes, los principales son el Matrice 300 de DJI, que incluye dos cámaras, una de ellas específica para fotogrametría, un potente foco y un altavoz; y el Thyra V124, un hexacóptero de la empresa española SDLE, cuyo peso es inferior a los 25 kilos y tiene una autonomía de unos 60 minutos.
Por lo general, la mayoría de los drones que utilizan los Bomberos españoles son DJI equipados con cámaras térmicas de gran resolución para obtener imágenes precisas.
Protección Civil
Lo mismo que ocurre con los Bomberos ocurre con los servicios de Protección Civil, cada Comunidad tiene sus propias herramientas. En Galicia, que estos días arde por los cuatro costados, la Axencia Galega de Emerxencias (Axega) tiene siete drones y, además, ha anunciado, a través del delegado del Gobierno en la Comunidad, José Miñones, la incorporación de otros 30 del Ejército y de la Armada. Destaca la Unidad PASI, en la que opera el Searcher MK-III-J de fabricación israelí. Este sistema cuenta con una autonomía de vuelo de hasta 48 horas, vuela a unos 10.000 pies de altura y cuenta con un radio de acción de 250 kilómetros. Y no son los únicos, aparte de Axega, la Consellería de Medio Rural opera un AeroHyb de Aerocámaras, desde donde se ha explicado a infodefensa.com, que estos días, sus drones “están participando en batidas” para detectar focos de calor y adquirir conciencia de situación.
En Tenerife, por el contrario, utilizan el Chira K18 de SDLE, que puede volar hasta 20 kilómetros de distancia, cuenta con una autonomía de vuelo de 40 minutos y está dotado con sensores y procesadores para mejorar la calidad de su cámara.
Las últimas novedades del sector de los sistemas no tripulados convergerán en Sevilla del 14 al 16 de septiembre con motivo de UNVEX, la mayor feria de drones de España. Casi 50 empresas mostrarán las últimas tecnologías en emergencias, rescates, lucha contra incendios, vigilancia, y otras muchas aplicaciones.
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