Defensa

Los cazas españoles cierran su destacamento en el Báltico hasta fin de mes

El Ejército del Aire finaliza su misión de Policía Aérea de la OTAN en Lituania semanas antes de un nuevo despliegue en Estonia

Los F-18 españoles han vigilado el cielo báltico desde abril
Los F-18 españoles han vigilado el cielo báltico desde abrilEjército del Airefreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@7594fd9f

Fin a una de las misiones más de actualidad de las Fuerzas Armadas españolas. Eso sí, de momento. Y es que el Ejército del Aire acaba de concluir su participación en la Policía Aérea del Báltico (BAP) de la OTAN, una fuerza multinacional cuya misión es la de vigilar y proteger el espacio aéreo aliado ante la constante presencia de aeronaves rusas sin identificar. Desde abril, España participaba con un destacamento aéreo en Siauliai (Lituania), el cual ha cerrado hoy, pero no tardará en volver a la zona, pues a finales de mes los aviones de combate españoles regresarán, esta vez a Amari (Estonia), con un nuevo contingente para reforzar esta operación aliada.

Fue el pasado 1 de abril cuando ocho cazas F-18 y unos 150 efectivos arrancaron con esta misión de vigilancia y seguridad cooperativa de la Alianza desde una base aérea lituana. Allí llegaban después de que sus compañeros hiciesen lo propio desde Bulgaria, protegiendo el espacio aéreo en el área del Mar Negro. Porque la invasión de Ucrania por parte de Rusia llevó a la OTAN a reforzar todas sus misiones y fuerzas de disuasión, principalmente las cercanas a la frontera rusa.

En todo este tiempo, los cazas españoles del Ala 12, con base en Torrejón de Ardoz, han superado las 850 horas de vuelo en una misión en la que han estado acompañados por los «Gripen» de la República Checa. Su misión allí ha sido la vigilancia del espacio aéreo de las repúblicas bálticas, interceptando todas aquellas aeronaves sospechosas que se acercan a sus límites sin identificar, principalmente rusas que vuelan desde San Petersburgo a Kaliningrado.

Más de 480 salidas

Durante su despliegue, los F-18 españoles han tenido que responder a decenas de alertas reales («Scramble», en el argot militar), lo que implica despegar en menos de 15 minutos para interceptar e identificar estos aviones, que prácticamente nunca ponen problemas ni muestran actitud hostil ante la presencia de aviones aliados. En total, entre reales y de entrenamiento, han realizado más de 480 salidas.

Se trata de una misión más que conocida para el Ejército del Aire, pues ésta ha sido su undécima participación en la Policía Aérea de la OTAN (nueve veces en el Báltico y dos en el Mar Negro). Los cazas españoles se estrenaron en 2006 y no volvieron hasta 2015, fecha a partir de la cual la participación española ha sido ininterrumpida. Y este año, de hecho, será el primero que repita con tres contingentes en diferentes períodos (dos en el Báltico y uno en Bulgaria).

Y aunque España haya puesto fin a su misión, los cielos bálticos seguirán protegidos con unidades de otra naciones. En concreto, desde ayer cuatro aviones «Gripen» húngaros y unos 80 efectivos liderarán la misión desde Lituania, donde seguirán los cazas checos. Desde Polonia darán seguridad los Eurofighter italianos y en Amari (Estonia) se desplegarán cuatro cazas Eurofighter alemanes.

Apoyo a Alemania

A ese último país volverá a final de mes otro contingente aéreo español compuesto por cuatro aviones de combate Eurofighter, los cuales reforzarán el destacamento alemán. Está previsto que comiencen su misión los últimos días de agosto y que estén allí hasta mediados de septiembre. Un despliegue que también servirá para mejorar la interoperabilidad con los Eurofighter de Alemania en el marco del acuerdo de colaboración que alcanzaron a finales de junio ambos países.

De esta forma, España mantiene su compromiso con la seguridad aliada, algo que ha demostrado desde que arrancó la invasión de Ucrania por parte de Rusia, reforzando muchas de las fuerzas de disuasión de la Alianza en el flanco Este.

Además de los destacamentos de Policía Aérea que ha desplegado –y desplegará– en el Báltico y Mar Negro, nuestro país ha integrado varios buques en las agrupaciones navales permanentes de la OTAN o en la misión «Sea Guardian» en el Mediterráneo, donde en la actualidad están la fragata «Almirante Juan de Borbón» y el submarino «Tramontana», respectivamente.

Pero el contingente más numeroso y el que más ha reforzado España en estos meses es el de Letonia, donde hay unos 600 efectivos, carros de combate, artillería pesada y una batería antimisiles como parte del batallón multinacional que lidera Canadá en la misión de Presencia Avanzada Reforzada.