Los proetarras redoblan sus ataques contra las Fuerzas de Seguridad

La izquierda abertzale vuelve a utilizar las fiestas para incitar al odio. Un año más, en el municipio navarro de Etxarri Aranatz, en un programa paralelo a las oficiales, que terminaron ayer, se llevará a cabo un acto que se enmarca en la campaña de «burla y acoso» para expulsar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o, como ellos llaman, «fuerzas opresoras» de la Comunidad Foral.

Bajo el nombre de «Inutillan egune» o «Día del inútil», cuyo objetivo es el acoso y burla a la Guardia Civil, la izquierda abertzale ha organizado una jornada muy similar a la que llevaron a cabo el año pasado y que impulsa una asamblea juvenil de la localidad.

El programa arrancará a las 11:30 con lo que han denominado como «desayuno militar» que tendrá lugar en la plaza del pueblo y que, culmina a las 05:00 con un «entrenamiento militar» en el mismo lugar. A lo largo del día tendrá lugar una capea en el campo, al lado de la presa y una comida. Ya por la tarde, a las 17:00 será el momento en el tendrá lugar el desfile con la “Txaranga Eztanda”, momento en el que se suele aprovechar para mofarse de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como a las principales instituciones del Estado. También contará con un pregón, el toro de fuego, una electrocharanga y música a cargo del DJ Azeri.

El cartel lo han ilustrado con el tradicional demonio, icono del gaztetxe donde hacen toda la celebración. Se apoyan siempre en estos actos en un lema: «Sigamos avivando el fuego del infierno». De hecho, cada una de las actividades está señalada con el icono de una llama de fuego. También y de forma sutil, incluyen la flecha amarilla del movimiento «Ospa» -día de la huida- que figura tanto en el programa del «Día del inútil» como en el número 22 que promociona todos los actos donde se aprecia, de nuevo, esta simbología, envolviendo uno de los números, la clásica imagen que emplean para referirse a la expulsión de la Guardia Civil de Navarra y el País Vasco, y a quienes consideran miembros del «estado opresor» y que siempre ha reivindicado el movimiento Alde Hemendik -fuera de aquí-.También, en el encabezado del cartel figuran los logos que reivindican el fin de la dispersión de los presos de ETA y el icono en favor de la amnistía, entre otros.

Pero este no es un hecho aislado, sino que se enmarca dentro de una dinámica que se celebra cada verano en diferentes pueblos de las Comunidades Autónomas de Navarra y País Vasco cuya finalidad no es otra que, acosar y generar un ambiente de presión sobre un determinado colectivo, como son los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, buscando así generar un clima de terror entre los miembros allí destinados hasta conseguir su aislamiento social, cuya finalidad última es conseguir la expulsión de Navarra y el País Vasco al considerarlas como «fuerza de ocupación».

En Etxarri también se solía hacer cada año, al final de la fiestas, el conocido como el «tiro al facha» donde, en el centro del pueblo, junto al kiosko, situaban una pancarta con figuras pintadas del Rey, políticos del PP, de Vox, de Cs o de UPN contra quienes, a modo de feria, se lanzaban objetos contra ellos. Sin embargo, esta actividad no la han vuelto a reproducir y la última que se llevó a cabo fue en las fiestas de 2019 debido al temor a que los participantes fueran denunciados e incluso, en las últimas ediciones se cuidaron que pudieran ser grabados para así no ser identificados los participantes.

Brindis etarra

También en las fiestas de Etxarri Aranatz que terminaron ayer hubo brindis por los etarras «porque los queremos en casa», algo que hicieron desde el escenario del concierto de rock que se estaba llevando a cabo mientras, los más jóvenes, levantaban su vaso de cerveza o calimocho y aplaudían con fervor, denuncia Covite en Twitter. También hubo «performance» y en el polideportivo del municipio, Jardun aprovechó las partidas de pelota para exigir la amnistía de los etarras. «Los presos a la calle. ¡Amnistía total! Gritaron, mientras los que sujetaban la pancarta vestían monos blancos para no ser reconocidos.